Futbolista a trazos
Riera, formado y pulido a base de consejos y correcciones, acude a la selecci¨®n espa?ola tras alcanzar la madurez en el Liverpool
No le sal¨ªa la bicicleta o su versionada croqueta estilo Laudrup, de derecha a izquierda. Las piernas, rebeldes, se le enredaban y la afici¨®n del Espanyol, harta de su descaro y torpes regates, le gritaba con sorna: "?Riera selecci¨®n!". Futbolista sin t¨¦rmino medio en sus inicios, Albert Riera (Manacor, 1982) se ha pulido con el paso de los cursos, hasta el punto de ser el extremo zurdo titular del Liverpool y el recambio de Capel, lesionado, en la selecci¨®n. Se ha corregido y, de paso, terminado con sus expresivos altibajos.
Desde que era recogepelotas en el Mallorca, Riera siempre atendi¨® al consejo de su ¨ªdolo, Jovan Stankovic. "La misi¨®n m¨¢s importante de los extremos es pisar la l¨ªnea de fondo", le dijo el serbio. As¨ª, en 2003 y de bermell¨®n, sobresali¨® en la Liga y gan¨® la Copa. "Le quer¨ªa medio mundo", recuerda Charles Camporro, entonces director deportivo del Girondins de Burdeos; "pero acab¨® en Francia". All¨ª, sin embargo, pas¨® dos a?os irrelevantes, sin apenas gastar los tacos. "El proyecto no me convence", replic¨® Riera a Jean-Louis Triaud, presidente del Burdeos en 2005. Se march¨® al Espanyol. "Ya le quise cuando era Sub 21 y entrenaba al Celta", recuerda Miguel ?ngel Lotina, t¨¦cnico del Deportivo. Pero en el Espanyol no se entendieron.
Lotina le solicit¨® que pisara las dos ¨¢reas y Valverde le exigi¨® que tirara diagonales
Sin desborde y sin presencia en el campo, Lotina le sugiri¨® que se fuera cedido al Manchester City. "No llegaba a ninguna de las dos ¨¢reas", subraya Lotina. "Fue una gran idea", aprueba Riera; "porque en Inglaterra gan¨¦ en velocidad, juego a¨¦reo y agresividad". Su regreso al Espanyol fue sensacional; la misma afici¨®n que se mofaba de sus regates, le erigi¨® en ¨ªdolo despu¨¦s de la final de la UEFA perdida ante el Sevilla. "Le exig¨ª regularidad y la obtuvo", revela Ernesto Valverde (ahora en el Olympiakos griego); "y le remarqu¨¦ la necesidad de que no s¨®lo deb¨ªa ce?irse a la banda, sino que sorprendiera con alguna diagonal". Se gan¨® a pulso la renovaci¨®n, donde solicit¨®, adem¨¢s de un aumento de sueldo, la contrataci¨®n de su hermano para el filial (ahora, en el Panthrakikos griego). Al final, Riera no congeni¨® con el vestuario del Espanyol y se puso de u?as cuando la hinchada, hastiada por la segunda vuelta del equipo, ense?¨® una pancarta aclaratoria. "Nosotros nos quedamos sin Europa y vosotros sin la Eurocopa", manifestaba, en referencia al descarte de Riera, Tamudo y Luis Garc¨ªa de la selecci¨®n. Riera se fue a Anfield.
Con una amplia colecci¨®n de coches -Ferrari blanco y un Porche Cayenne, entre otros- y dos bares en Manacor regentados por uno de sus hermanos, Riera es feliz en Liverpool. "Tiene una casa alquilada en Albert Dock junto a los dem¨¢s espa?oles", cuentan desde su entorno ¨ªntimo; "y si tiene tiempo libre, puede practicar su gran afici¨®n: el golf". Titular de los reds y "en plenitud f¨ªsica", Riera muestra su mejor sonrisa.
"Con confianza, es un jugador de primera fila, capaz de lo mejor", suelta Lotina. "Es muy importante en las jugadas a bal¨®n parado por su gran remate", apostilla Valverde. "Est¨¢ jugando a un gran nivel y, aunque no es f¨¢cil, tiene un sitio en la selecci¨®n", argumenta Rafa Ben¨ªtez.
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