Terapias necesarias
A grandes males, grandes remedios. Y la m¨¢s compleja y severa crisis financiera desde los treinta es la amenaza m¨¢s importante al bienestar en muchos a?os. La riqueza financiera perdida y las disfunciones en los mercados de cr¨¦dito dejar¨¢n su huella en el crecimiento de la mayor¨ªa de las econom¨ªas de la OCDE. La mitad del PIB de esa organizaci¨®n ya debe de estar estancado y, seg¨²n el FMI, no reiniciar¨¢n el crecimiento antes de un a?o. Evitar la recesi¨®n, en mayor medida que procurar el salvamento de entidades financieras, es la principal raz¨®n de las actuaciones excepcionales que han llevado a cabo las autoridades de las econom¨ªas m¨¢s avanzadas. Tambi¨¦n en Espa?a.
Las dos decisiones adoptadas por el Gobierno espa?ol -la elevaci¨®n del seguro de dep¨®sitos bancarios y la creaci¨®n de un fondo para la adquisici¨®n de activos no da?ados del sistema bancario- son de todo punto correctas. No pertenecen precisamente al cat¨¢logo de las m¨¢s dram¨¢ticas que han asumido los gobiernos de EE UU o el Reino Unido, pero es que tampoco nuestro sistema bancario requiere las nacionalizaciones que de hecho se est¨¢n llevando a cabo en esos dos pa¨ªses. Quince meses despu¨¦s de que emergiera la crisis hipotecaria estadounidense, el sistema financiero espa?ol no ha requerido de terapias de excepci¨®n como las aplicadas en otros pa¨ªses. La inflaci¨®n de activos inmobiliarios, su intensa financiaci¨®n hipotecaria y la dependencia del ahorro del resto del mundo que refleja el amplio d¨¦ficit por cuenta corriente eran denominadores comunes con EE UU que amparaban la inquietud inicial. La gran diferencia, sin embargo, era la desigual solidez de los operadores financieros en ambos pa¨ªses, consecuencia tanto del propio modelo de banca, propiciador de una mejor gesti¨®n del riesgo de cr¨¦dito, como de la calidad de la regulaci¨®n y de la supervisi¨®n espa?olas. La disposici¨®n de informaci¨®n relevante (condici¨®n para amparar una intervenci¨®n con dinero p¨²blico) no ha hecho sino ilustrar este ¨²ltimo punto, a pesar de la extensi¨®n de rumores dentro y fuera de nuestro pa¨ªs acerca de la salud de algunas entidades espa?olas.
Las decisiones del Gobierno espa?ol son correctas. Aqu¨ª no hacen falta nacionalizaciones como las de otros pa¨ªses
Esas dos decisiones eran necesarias porque los mercados no funcionaban: el fallo de mercado, en su acepci¨®n m¨¢s estricta, era manifiesto, como han reconocido desde la OCDE hasta el FMI. Y ante fallos, intervenci¨®n. La primera, tendente a eliminar la asimetr¨ªa que, tras decisiones de otros gobiernos, exhib¨ªa el amparo de los depositantes espa?oles; la segunda, a favorecer la normalizaci¨®n, ya sea parcial y muy gradual, de los flujos crediticios.
No son en modo alguno soluciones definitivas. Ni siquiera existen garant¨ªas de que con las perturbaciones que est¨¢n generando otros sistemas financieros, no requieran el apoyo de medidas adicionales, pero han sido acertadas. La prolongaci¨®n del racionamiento crediticio que viene aplic¨¢ndose desde hace meses es como una suerte de torniquete cuya consecuencia no es otra que la prolongaci¨®n de la ya inevitable recesi¨®n. -
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