La izquierda se esfuma en Italia
El discurso populista de Berlusconi campa a sus anchas mientras el Partido Dem¨®crata dirigido por Walter Veltroni se consume en luchas internas
?D¨®nde est¨¢ la izquierda italiana? ?Qu¨¦ alternativas propone la oposici¨®n liderada por Walter Veltroni al discurso populista y a ratos xen¨®fobo y revisionista de la derecha? ?En qu¨¦ ha quedado aquella magn¨ªfica explosi¨®n de energ¨ªa reformista generada por las primarias del Partido Dem¨®crata (PD) hace ahora un a?o?
Estas preguntas que se hacen tantos italianos, dentro y sobre todo fuera del pa¨ªs, se resumen en una respuesta simple. Seis meses despu¨¦s de perder las elecciones, la izquierda italiana est¨¢ ausente, se dir¨ªa que no existe. Desaparecida, aunque ayer tratara de revivir con una manifestaci¨®n masiva contra la pol¨ªtica de Silvio Berlusconi. Seg¨²n los convocantes, unas 300.000 personas salieron a la calle.
"La izquierda no tiene fuerza para hacer oposici¨®n", asegura Camilleri
El Partido Dem¨®crata sigue sin ofrecer una alternativa
"El problema es que el Partido Dem¨®crata no ha sabido aprovechar la fuerza de las primarias", explica Ezio Mauro, director de La Repubblica. "Ha fundido las nomenclaturas de cat¨®licos y ex comunistas, pero no las ideas, y anda inmerso en unas luchas internas de jefes y jefecillos que no interesan a nadie. La tragedia es que no hay debate real, no hay ideas, s¨®lo una sorda batalla por el poder. Y el gran problema es que Veltroni no pronuncia la palabra izquierda".
En las ¨²ltimas semanas, la sensaci¨®n es que la oposici¨®n es cosa de Antonio di Pietro, l¨ªder de la peque?a Italia de los Valores, y del Papa y los obispos, que no se cansan de denunciar la intolerancia de la pol¨ªtica de inmigraci¨®n.
Mientras tanto, la popularidad de Berlusconi sigue subiendo, incluso en medio del terremoto financiero. Y su desconsideraci¨®n hacia el contrincante pol¨ªtico llega ya al ninguneo. Cuando el otro d¨ªa le preguntaron si no deber¨ªa convocar al l¨ªder de la oposici¨®n, se permiti¨® contestar: "Non me ne frega niente" ("no me importa lo m¨¢s m¨ªnimo").
Roto el di¨¢logo, se dir¨ªa que el Partido Dem¨®crata est¨¢ m¨¢s dedicado a mirarse el ombligo que a ofrecer una alternativa. Veltroni ha convocado una manifestaci¨®n para el 25 de octubre, desvincul¨¢ndose de las protestas de Di Pietro, que ayer volvi¨® a la plaza Navona para pedir un refer¨¦ndum contra el laudo Alfano, la ley hecha a medida por los abogados-legisladores de Berlusconi para librarle de los juicios pendientes.
Giuseppe Provenzano, investigador universitario de 26 a?os y militante del Partido Dem¨®crata en Sicilia, cree que el PD est¨¢ purgando todav¨ªa "la credibilidad perdida durante el Gobierno de Prodi", y que debe resolver un doble problema: "Centralismo y desconexi¨®n de la realidad".
"Berlusconi ha ganado definitivamente porque ha sabido descifrar el fracaso del Estado unitario italiano", explica Provenzano. Las regiones del norte est¨¢n entre las m¨¢s avanzadas de Europa, las del sur entre las m¨¢s subdesarrolladas. El PD tiene una proyecci¨®n demasiado romana, desligada del territorio, lejos de ese 99% de italianos que no lee peri¨®dicos.
En el sur, Berlusconi interpreta la vieja pol¨ªtica de la Democracia Cristiana, clientelismo, asistencia, intercambio de favores. En el norte, vende seguridad y menos reglas con la Liga Norte. En los dos sitios ha seducido su imagen de Gobierno que decide, cosa que no tiene el PD. Veltroni ya formaba parte del Gobierno Prodi en 1996...
?Qu¨¦ hacer? Ezio Mauro cree que el centro-izquierda no puede renunciar a la izquierda. "Se necesita un esfuerzo cultural, m¨¢s que pol¨ªtico. Se trata de crear una nueva cultura, un discurso moderno, occidental y europeo, alternativo al pensamiento ¨²nico dominante. La gente ya no se siente parte de un colectivo, hay que ofrecerle un proyecto fuerte. Pero Veltroni piensa que la izquierda ya no sirve para hablar a los italianos. Si el poder de Berlusconi es de derecha al cuadrado, ?c¨®mo puede no haber una izquierda enfrente? El PD debe hablar desde la izquierda, igual que hicieron Zapatero y Blair".
A juicio de Mauro, la crisis, la propaganda que confunde inmigraci¨®n con delincuencia, la creciente desigualdad entre ricos y pobres y la concepci¨®n personal de la justicia de Berlusconi son temas con la suficiente enjundia como para merecer "algo m¨¢s que el silencio". De momento, "Berlusconi finge ser el palad¨ªn del pueblo ante la crisis, pero deber¨¢ estar muy atento al deterioro de la econom¨ªa real, al empobrecimiento de la ciudadan¨ªa y al descenso del consumo".
En opini¨®n de Provenzano, el PD debe marcar la diferencia en tres "grandes problemas: salarios y pobreza, inmigraci¨®n y j¨®venes". "Tenemos los sueldos m¨¢s bajos de Europa y en el sur del pa¨ªs hay un 25% de pobres. O te ocupas de ellos, o los pierdes. Sobre los inmigrantes, diga lo que diga la Liga, no evitar¨¢ que se queden. Con responsabilidad, hay que dar voz a esos nuevos italianos. Y en cuanto a los j¨®venes, es preciso crear un nuevo modelo, dar nuevos derechos a los precarios e incluirlos en un nuevo pacto social. Si no, se marchar¨¢n con el gu¨ªa fuerte".
Pero incluso los m¨¢s entusiastas est¨¢n instalados en el desencanto. El escritor Andrea Camilleri, por ejemplo, casi ha tirado la toalla. "Siempre he sido comunista, desde el 44. S¨¦ que soy una pieza de museo, pero no he querido perder mi ¨²ltima identidad, abstracta pero identidad al fin y al cabo. Veltroni me invit¨® a unirme al PD pero no quise. Le vot¨¦, aunque me cost¨® tragar con ese sistema electoral llamado porcata por su propio autor. Vano sacrificio... La izquierda no tiene fuerza para hacer verdadera oposici¨®n. No la sigue nadie".
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