"Seguimos igual que en la ¨²ltima crisis"
Jeffrey Gale Williamson (1935) es especialista en historia econ¨®mica. Ha dejado sus clases en Harvard pero mantiene el esp¨ªritu inconformista que te¨®ricamente imprimen las aulas. A sus 73 a?os derrocha actividad y una visi¨®n bastante optimista sobre el futuro econ¨®mico. Su agenda espa?ola incluye conferencias en la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces y en la Universidad Carlos III, en Madrid, una clase magistral en la Pompeu Fabra de Barcelona y vuelta al avi¨®n, esta vez con destino Holanda. Pese a la que est¨¢ cayendo en el mundo financiero, Williamson lo relativiza todo: la crisis pasar¨¢ y, es m¨¢s, no ser¨¢ la ¨²ltima.
Pregunta. ?Qu¨¦ podemos aprender de crisis pasadas como la de los a?os treinta?
"Las reformas no ser¨¢n suficientes y en unos a?os habr¨¢ otra crisis"
"La carga es tal que el pr¨®ximo presidente de EE UU tendr¨¢ las manos atadas"
Respuesta. Hay noticias buenas y malas. La mala es que no hay nada nuevo, que no hemos mejorado nada desde la ¨²ltima crisis, cuando pens¨¢bamos que ya hab¨ªamos resuelto los problemas que la provocaron. Las buenas son que hemos aprendido mucho desde esa ¨²ltima gran, gran crisis, la de los a?os treinta.
P. ?Cree que son efectivos los planes aplicados?
R. Claramente ha habido un problema de regulaci¨®n que ahora se intenta atajar. El problema es que mientras est¨¦ involucrado el Gobierno los cambios tendr¨¢n motivaciones pol¨ªticas y eso no resolver¨¢ los problemas de la forma en que deber¨ªa. Si analizas el plan de rescate estadounidense incluye lo que nosotros llamamos el "barril del cerdo" [fondos asignados a un grupo concreto que no tiene nada que ver con el prop¨®sito de la ley]. Eso supone algo as¨ª como 190.000 millones de d¨®lares a?adidos al plan para ?yo qu¨¦ s¨¦!, que los carpinteros tengan herramientas o que determinados granjeros reciban vacas. Lo que sea, porque los congresistas quieren sus votos y eso distorsiona el plan. Pero mientras seamos una democracia creo que eso se va a mantener. As¨ª que estoy seguro de que las reformas no ser¨¢n suficientes y entonces tendremos otra nueva crisis, pero ¨¦sa nos pilla todav¨ªa demasiado lejos como para preocuparnos por ella.
P. Pero parece el mundo al rev¨¦s con el Estado salvando a los m¨¢s ricos...
R. Por eso hab¨ªa llamadas de los electores a sus representantes en el Congreso, diciendo: "?No voten ese plan! Ya es suficiente para los ricos". Y eso es lo que hicieron, sorprendentemente, la verdad. Pero luego lo pensaron y se dieron cuenta de que si no lo aprobaban pod¨ªa ser peor, y entonces lo aprobaron. Y por lo que estamos viendo Europa va a hacer lo mismo: planes de rescate para la banca y poner en marcha mecanismos de protecci¨®n para asegurarse de que el sistema bancario no se colapse. ?Eso significa que la Bolsa va a rebotar? ?Qui¨¦n lo sabe! Pero lo importante es que no se producir¨¢ el colapso del sistema financiero.
P. ?C¨®mo influir¨¢ esta crisis sobre el crecimiento?
R. Gracias a Dios, tenemos a China e India creciendo a un ritmo de dos d¨ªgitos. Si no fuera as¨ª tendr¨ªamos m¨¢s problemas todav¨ªa, porque Estados Unidos y la UE ya est¨¢n en otra etapa. Han dejado atr¨¢s la etapa dorada del crecimiento y ah¨ª tiene mucho que ver la demograf¨ªa. Coincidiendo con la crisis financiera se est¨¢n produciendo cambios sustanciales en los fundamentos econ¨®micos que est¨¢n reduciendo su potencial. Eso significa que la econom¨ªa va a ser cada vez menos proclive a la clase de crecimiento a la que al menos mi generaci¨®n est¨¢ acostumbrada. Adem¨¢s, hay toda una generaci¨®n que no est¨¢ familiarizada con las recesiones. ?Llevamos 15 a?os creciendo, nunca una etapa de bonanza ha durado tanto, nunca! As¨ª que les resultar¨¢ m¨¢s chocante y m¨¢s duro. Aun as¨ª, mi predicci¨®n a largo plazo es que dentro de tres a?os nos habremos recuperado y el peligro habr¨¢ pasado, la crisis habr¨¢ quedado en el recuerdo y habr¨¢ pleno empleo, un crecimiento m¨¢s lento pero positivo y que habremos resuelto los problemas del sistema financiero...
P. Le veo bastante optimista con esta crisis...
R. Creo que en Europa el paro se mantendr¨¢ en niveles moderados, aunque Espa?a est¨¢ volviendo a los niveles de paro que parec¨ªa haber abandonado hace muchos a?os. En los pa¨ªses anglosajones, como Estados Unidos y el Reino Unido, estamos en niveles del 6%, lo cual es preocupante, aunque no creo que volvamos a los niveles de los viejos tiempos por encima del 8%.
P. ?Qu¨¦ papel ha desempe?ado en la crisis el responsable de la Reserva Federal y el secretario del Tesoro?
R. D¨¦jeme decirlo de esta forma. Creo que el secretario del Tesoro no es muy buen economista y no es tan fiable como es el presidente de la Reserva Federal. Y conf¨ªo en Bernanke para abordar las cuentas, los desequilibrios y reformas decisivas para la econom¨ªa. Conf¨ªo en ¨¦l mucho m¨¢s de lo que lo hago en el secretario del Tesoro.
P. ?Y qu¨¦ podemos aprender de la Gran Depresi¨®n desde el punto de vista de las desigualdades?
R. Durante la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta la desigualdad se redujo porque los m¨¢s ricos se vieron seriamente perjudicados, al igual que ahora. Pero cuando la tasa de paro est¨¢ en el 25%, ?a qui¨¦n le importa lo que les pase a los de arriba! Lo verdaderamente importante es el nivel de vida de los que est¨¢n m¨¢s abajo. As¨ª que tenemos que tener mucho cuidado con la forma de medir la desigualdad, qu¨¦ significa en t¨¦rminos de justicia social y de estabilidad de nuestra sociedad. Si las condiciones siguen siendo buenas para los menos afortunados (pleno empleo, subidas salariales, aunque sean moderadas), que haya gente arriba forr¨¢ndose me preocupar¨¢ menos que si la desigualdad se manifiesta en forma de una congelaci¨®n de sus est¨¢ndares de vida para los de arriba pero un deterioro para los de abajo.
P. ?C¨®mo puede influir este escenario en la pr¨®xima presidencia en EE UU?
R. ?Es tan dif¨ªcil responder a esa pregunta! Mi punto de vista personal es que el actual presidente ha sido el peor que ha tenido nunca Estados Unidos y ha causado un inmenso da?o, tanto dentro del pa¨ªs como fuera, en la estructura de la democracia, el funcionamiento de las instituciones, la p¨¦rdida de confianza del resto del mundo... Incluso si no hubiera habido una crisis financiera as¨ª, el pr¨®ximo presidente va a tener cuatro a?os muy dif¨ªciles simplemente intentando reparar el inmenso da?o causado. En lugar de esos objetivos, que pueden parecer decepcionantes pero que eran prioritarios, las manos del pr¨®ximo presidente estar¨¢n atadas. Las reformas econ¨®micas que Obama quer¨ªa introducir, en sanidad y en educaci¨®n, no va a poder llevarlas a cabo dado el tama?o del d¨¦ficit, impulsado por la guerra. Con la reducci¨®n de impuestos a los m¨¢s ricos tenemos una menor base tributaria y, sin embargo, mayores compromisos de gasto, tenemos el plan de rescate. Adem¨¢s, el resto del mundo ya no est¨¢ tan ansioso por comprar deuda estadounidense como antes, como en el caso de China. As¨ª que Estados Unidos puede tener problemas. La buena herencia de George Bush va a ser una carga para el pr¨®ximo presidente, ah¨ª s¨ª que soy pesimista.
P. ?Es tan pesimista respecto al futuro de las desigualdades?
R. Hay varios factores que est¨¢n influyendo en su evoluci¨®n. Por un lado, la globalizaci¨®n, que conlleva un incremento del comercio. Con la globalizaci¨®n, son m¨¢s los individuos que ganan que los que pierden, pero esos que pierden en los pa¨ªses m¨¢s ricos son generalmente los que est¨¢n m¨¢s abajo. Luego est¨¢ el factor de la inmigraci¨®n, dominada por una fuerza laboral poco preparada y eso aumenta las desigualdades en una sociedad. Y hay una tercera parte que est¨¢ relacionada con los acontecimientos financieros globales, que tiene que ver con los salarios descomunales de esos individuos con formaci¨®n que hacen funcionar los mercados (o m¨¢s bien que no funcionen). Hay evidencias de que las tensiones introducidas por estos tres elementos empiezan a suavizarse, as¨ª que las desigualdades que generan se van a moderar en los pr¨®ximos 5 a 10 a?os. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.