Trabajar en la RAE

Parece mentira que la Real Academia Espa?ola nos haga creer a todos los espa?oles incluido el Gobierno, y, a parte del extranjero incluidos sus Gobiernos, que es noble, justa y que trabaja para el bien com¨²n, que es la lengua, y despu¨¦s trate a sus trabajadores tan miserablemente. Bueno, a decir verdad no a todos, claro. Parece mentira que sus ciento y pico trabajadores recuerden a?os pasados, incluso algunos, siglos pasados mucho mejores, en condiciones que nada se asemejan a las de este momento. Antes gozaban con su trabajo y la instituci¨®n les correspond¨ªa, con sueldos dignos y descansos dignos.

En el siglo XXI, todo eso en la RAE se ha convertido en un lujo. De hecho, existen dos reg¨ªmenes, el antiguo y el nuevo. Los antiguos tienen sus puestos de trabajo fijos y unos sueldos de alrededor de 2.000 euros, dependiendo del puesto, con jornadas de 35 horas semanales; los nuevos, algunos de ellos est¨¢n contratados por empresas de servicios o temporales y tienen contratos de obra y servicio, aunque lleven cinco a?os o m¨¢s en el mismo puesto, cobrando alrededor de 1.000 euros, da igual el puesto en el que est¨¦s, y sus jornadas son de 40 horas oficiales y todas las que vengan despu¨¦s. Y esto pasa cuando la RAE obtiene m¨¢s beneficios que nunca y m¨¢s ayudas que nunca.

Los exprimen hasta que los agotan; despu¨¦s los despiden si pueden o los relegan a puestos peores donde no les dan trabajo, para que terminen por cansarse y marcharse.