En el Reino Unido s¨ª les hacen caso
Los famosos acuden a la justicia brit¨¢nica para defenderse de calumnias
En contraste con el descenso num¨¦rico de las demandas por libelo en el Reino Unido en a?os recientes, la n¨®mina de personajes conocidos que deciden acudir a los tribunales para proteger su imagen vive una verdadera eclosi¨®n. Las querellas presentadas por estrellas del cine, de la televisi¨®n y un rosario de personajes p¨²blicos se han duplicado en los ¨²ltimos 12 meses.
La australiana Nicole Kidman percib¨ªa meses atr¨¢s una "sustancial compensaci¨®n econ¨®mica" tras querellarse contra una informaci¨®n del Daily Telegraph que aseguraba que la actriz hab¨ªa violado su contrato publicitario con la casa Chanel al presentarse en una fiesta envuelta en los aromas del perfume de la competencia. Gan¨® su batalla legal, al igual que antes la brit¨¢nica Kate Winslet a ra¨ªz de la demanda contra la revista Grazia por sostener que acud¨ªa a una cl¨ªnica de Los ?ngeles para combatir sus problemas de peso. En realidad, Winslet segu¨ªa un tratamiento por una lesi¨®n de espalda en el citado centro.
Ambas informaciones fueron divulgadas por publicaciones brit¨¢nicas, pero ¨¦se no es el caso de las actrices Cameron D¨ªaz y Kate Hudson, quienes sin embargo decidieron recurrir a la justicia de las islas para defenderse de las calumnias vertidas en un medio estadounidense. Muchas estrellas de Hollywood, seg¨²n se desprende de los datos de la firma Sweet & Maxwell (propiedad del grupo Reuters), buscan el amparo de la legislaci¨®n brit¨¢nica por considerarla m¨¢s sensible a sus intereses. Los rostros famosos, locales y extranjeros, ya protagonizan el tercio de los casos que llegan cada a?o al juzgado. La ley americana exige la mala fe probada a la hora de fallar a favor de los demandantes en casos de difamaci¨®n, mientras que la brit¨¢nica busca un mayor equilibrio entre libertad de expresi¨®n y el derecho a la reputaci¨®n del individuo. Por eso, D¨ªaz acudi¨®, con ¨¦xito, a un tribunal de Londres para querellarse contra el National Enquirer de EE UU, indignada porque la acusaba de infidelidad a su pareja de entonces, el cantante Justin Timberlake.
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