Chicos atormentados (pero menos)

Como David Sylvian ha tenido el a?o tonto, nada como recurrir a sus pupilos del sello Samadhisound en busca de recambio. Primero nos maravillamos con Thomas Feiner y un ¨¢lbum sencillamente magn¨¦tico, The opiates. Ahora conviene prepararse para el nuevo disco de este cuarteto de nombre kilom¨¦trico que embeles¨® a los que quisieron descubrirles en su primer concierto espa?ol. A juzgar por lo o¨ªdo anoche, a principios de 2009 habr¨¢ que abalanzarse sobre su segundo ¨¢lbum, Twice born men. Mientras, busquen un tema titulado Stars spill out of cups y m¨¢ndenlo a enmarcar.

Elsenburg parece el arquetipo de la causa independiente: gafas de pasta y flequillo lacio nubl¨¢ndole los ojos. Canta con esa misma dicci¨®n ceremoniosa de su protector Sylvian, aunque sin tanto pathos. A Bishop, el guaperas de la camisa de cuadros, podr¨ªa haberle conocido en la cafeter¨ªa de la facultad. Parecen los cl¨¢sicos chicos atormentados, pero no nos dejemos llevar por la primera impresi¨®n. Entre ambos erigen un pu?ado de himnos doloridos como los de Blue Nile, transitan laberintos r¨ªtmicos similares a los de Radiohead y recordar¨ªan a Coldplay, salvo porque se toman bastante menos en serio que Chris Martin y los suyos. El resultado es asombroso. Estos chicos terminar¨¢n en el FIB, aunque sea en sesi¨®n vespertina. Al tiempo.