Uni¨® busca su sitio en CiU
UDC intentar¨¢ afianzar su perfil ideol¨®gico y estrat¨¦gico en su 24? congreso, que empieza hoy en Sitges
?Josep Antoni Duran Lleida quiere ver alg¨²n d¨ªa a Artur Mas en la presidencia de la Generalitat? La respuesta contiene un s¨ª, sin matices ni a?adidos. Entonces, ?cu¨¢l es el origen de sus continuas discrepancias? Pues que el l¨ªder democristiano considera err¨¢tica y fallida la estrategia de su socio convergente, basada, asegura, en el cortoplacismo y la improvisaci¨®n, que lastran las posibilidades de Converg¨¨ncia i Uni¨® de recuperar alg¨²n d¨ªa el Gobierno catal¨¢n.
El congreso que los democristianos celebran este fin de semana en Sitges persigue afianzar la personalidad de Uni¨® en el seno de la federaci¨®n para aparcar as¨ª su hist¨®rico papel de formaci¨®n complementaria y convertise en una alternativa real. Para ello no s¨®lo cuenta con un cuerpo doctrinal diferenciado y menos ambivalente que el de CDC, sino con un pol¨ªtico al frente, Duran Lleida, cuyo liderazgo ha sabido consolidar. De ah¨ª que a Uni¨® no le sirvan como estrategia de futuro los "bandazos" ideol¨®gicos y de praxis de los convergentes. Duran pretende demostrar que existe otra manera de hacer las cosas, m¨¢s acorde con la tradici¨®n pujolista, que tantos r¨¦ditos cosech¨®.
Duran cree err¨¢tica y fallida la estrategia de Mas para volver a la Generalitat
La ponencia ideol¨®gica que se aprobar¨¢ este fin de semana supone un contundente desaf¨ªo dial¨¦ctico a la totalidad del proyecto convergente. A Duran, por ejemplo, no le gustan -y le inquietan- apuestas como la Casa Grande del Catalanismo, que pretende reunir bajo un mismo techo un catalanismo que el democristiano prefiere poli¨¦drico y no monol¨ªtico. Y m¨¢s un proyecto que supone una pretendida reencarnaci¨®n del pal del paller de Jordi Pujol, que no requiri¨® adhesiones formales, sino que se expresaba d¨ªa a d¨ªa a trav¨¦s de discursos y de acci¨®n pol¨ªtica y gubernamental. "La gran fuerza de CiU es la pluralidad, es el catalanismo pol¨ªtico defendido desde diferentes trincheras ideol¨®gicas, sostenido desde diferentes puntos de vista", afirmaba ayer en su habitual carta web.
Duran siempre ha apostado por el pragmatismo y por rehuir los debates que considera est¨¦riles, como el del "derecho a decidir", buque insignia convergentes en su congreso de julio, a pesar de que los democristianos tienen aprobado en un anterior c¨®nclave la consecuci¨®n de un "Estado propio" para Catalu?a. Pero una cosa es lo que aparece en los papeles y otra lo que se proyecta medi¨¢ticamente al electorado. Y Duran ha cuidado m¨¢s lo segundo que lo primero, en un esfuerzo por que la coherencia sea marca de la casa democristiana. Con vistas al congreso, Duran advirti¨® ayer: "A menudo los congresos son aprovechados para debatir temas que no tienen nada que ver con lo que preocupa a la gente".
Otro ejemplo: ante una hipot¨¦tica sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatuto, Uni¨® apela en su ponencia a "estudiar, valorar y, en todo caso, buscar la respuesta desde el consenso". Es decir, el famoso wait and see pujolista. Frente a esta prudente actitud, Mas ha propuesto hasta seis alternativas ante esa eventualidad: gobierno de unidad, recuperar el Estatuto del 30 de septiembre, un refer¨¦ndum, finiquitar la v¨ªa estatutaria, cambiar la relaci¨®n entre Catalu?a y Espa?a -sin precisar- y, finalmente, acatar la sentencia.
Pero una de las mayores inquietudes de los democristianos es el constante flirteo de ciertos sectores de CDC con Esquerra Republicana, que creen algo as¨ª como el abrazo del oso. Uni¨® prefiere un acercamiento gradual a la familia socialista. Duran nunca ha escondido que su apuesta pasaba por un Ejecutivo entre CiU y el PSC en Catalu?a, lo que sin duda hubiera allanado el camino a otra gran coalici¨®n gubernamental con los socialistas en Madrid. Si para Duran presidir la Generalitat no es requisito para gobernar con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero -y batalla con este fin-, para Artur Mas es condici¨®n sine qua non.
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