Morente, un sentimental en el 'Johnny'
El cantaor granadino apadrina el 40 aniversario de los conciertosen el colegio mayor San Juan Evangelista, donde actu¨® el primer a?o
Atenci¨®n, pregunta de Trivial para los muy flamenc¨®logos: ?Qui¨¦n fue el primer compa?ero de cartel de Enrique Morente en el San Juan Evangelista? Si ha sido capaz de responder (sin hacer trampa) que fue la escritora infantil Gloria Fuertes, queda usted solemnemente proclamado autoridad en la materia. Ocurri¨® en diciembre del curso 1968/69, en la sala de m¨²sica del colegio, con entrada libre. Ni la poetisa ni el cantaor cobraron un c¨¦ntimo. Al maestro granadino se le dibujaba anoche el gesto de pillo sabio mientras lo recordaba. "Gloria era una adelantada en la lucha por los derechos de la mujer, una persona fuerte con el coraz¨®n sensible. Me gustar¨ªa pensar que en eso nos parec¨ªamos un poquito", afirma.
"El duende es m¨¢s peligroso que una caja de bombas", dice el artista
Ha llovido, s¨ª. Cuarenta a?os, los mismos que El Ronco del Albaic¨ªn lleva en el cotarro, emperrado en cantar cada d¨ªa con m¨¢s sentimiento y jondura. "A m¨ª los cumplea?os me ponen sentimental", se confesaba minutos antes de pisar las tablas. "Porque yo soy de esos rom¨¢nticos lacrimosos. Pero como buen Capricornio, pienso que en vez de 40 a?os han sido s¨®lo cuatro y me lo tomo con humor...".
Buena culpa de este milagro -cuatro d¨¦cadas mel¨®manas en el coraz¨®n universitario de Madrid- recae en un colegial almeriense del 66 al que ayer se le acumulaba el trabajo abrazando a los viejos colegas. Alejandro Reyes ya estaba en la pomada aquel primer curso en el Johnny y desde 1977 ejerce como director del Club de M¨²sica y Jazz del colegio, todo ello por un m¨®dico salario de cero euros. El centro le ha mantenido, eso s¨ª, su habitaci¨®n de estudiante, un cuarto que hoy atesora docenas de cintas de incalculable valor documental pero donde no debi¨® de hincar los codos lo suficiente: la asignatura Resistencia de los Materiales le impidi¨® licenciarse como ingeniero industrial.
"Viv¨ªamos en condiciones muy precarias, con estufas de butano, una por pasillo, que calentaban m¨¢s bien poco", rememoraba ayer entre nost¨¢lgico y divertido. Fue al primer director del San Juan, Jes¨²s Cobeta, a quien se le ocurri¨® dedicar el sal¨®n de actos ("el corral de comedias", le dec¨ªa) a conciertos y un d¨ªa orden¨® alquilar 800 sillas de tijera. "?Por qu¨¦ exactamente 800?", le pregunt¨® uno de los primeros colegiales, Andr¨¦s Raya, con el tiempo catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas en la Universidad de C¨®rdoba. "Est¨¢ claro", razon¨® Cobeta: "Cuatrocientas para los colegiales y otras tantas para las novias".
Fue el propio Raya quien le meti¨® a aquellos estudiantes pipiolos (entre ellos Alfonso Vallejo, eminente dramaturgo y poeta) el gusanillo del flamenco y el que les descubri¨® a Morente en el tablao Zambra. "Yo era el gracioso de los cuatro chistes y enseguida hicimos la hermandad", contaba el de Granada. "Se supon¨ªa que ellos estaban internos, pero les iba la jarana y pasaban m¨¢s tiempo fuera del cole que dentro". Programar conciertos no era por entonces tarea sencilla, y menos en un entorno universitario. Reyes: "Antes de cada concierto ten¨ªamos que llevar las letras de las canciones a que pasaran censura, en el Ministerio de Informaci¨®n y Turismo. Nos pon¨ªan pegas hasta con Manuel Machado. Y luego pedir el permiso de la polic¨ªa. Entorpec¨ªan todo lo que pod¨ªan".
Anoche, m¨¢s de 800 personas se entregaron al inigualable hechizo de Morente y Pepe Habichuela. Duende, lo llaman. "El duende es esa cosa m¨¢s peligrosa que una caja de bombas. Aparece cuando le da la gana y cuando m¨¢s lo necesitas no est¨¢, as¨ª le mandes un SMS o le env¨ªes se?ales ansiosas. Pero existe". Palabra de maestro. Y que vengan otros 40 a?os m¨¢s.
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