La renovadora escultura de Gargallo
Una muestra recoge en M¨¢laga 61 esculturas, 35 dibujos y 6 cartones del artista zaragozano
Pablo Gargallo (Zaragoza, 1881-Tarragona, 1934) muri¨® joven, con 53 a?os. Fue coet¨¢neo de otros grandes artistas como Picasso, Isidro Nonell, Max Jacob, Mir¨® o Brancusi y en cierto modo su arte qued¨® eclipsado por estos genios con los que comparti¨® el movimiento de vanguardia europea. El paso de los a?os ha situado su prol¨ªfica producci¨®n art¨ªstica al nivel de reconocimiento que se merece. Nadie duda ya de que este aragon¨¦s criado en Barcelona es uno de los artistas espa?oles m¨¢s destacados de principios del siglo XX. Gargallo se forj¨® como artista entre Barcelona y Par¨ªs. Fue a mediados de los a?os 20 cuando su obra se mostraba en exposiciones en Catalu?a y en Par¨ªs. En 1926 realiz¨® Cabeza del profeta, germen de la que ser¨ªa una de sus obras fundamentales -Gran profeta (1933)-, posiblemente la obra por la que es m¨¢s recordado junto con el c¨¦lebre retrato de la modelo parisina Kiki de Montparnasse (1928). Hasta tal punto, que la popularidad de estas y otras esculturas -Homenaje a Chagall (1933) y Urano (1933)- tiende a ocultar la riqueza y la variedad de la obra de Gargallo, situada en una encrucijada de caminos, entre simbolismo y modernismo, clasicismo y vanguardia. Precisamente, la exposici¨®n Gargallo. Obras maestras del Museo Pablo Gargallo representa una oportunidad de examinar el conjunto de su producci¨®n a partir de 61 esculturas, 35 dibujos y 6 cartones que permiten reconstruir las primeras etapas de aprendizaje y el proceso de elaboraci¨®n de muchas de sus obras posteriores. Esta exposici¨®n ha sido organizada por la Obra Social La Caixa y el Ayuntamiento de Zaragoza.
La exposici¨®n esta dividida en siete ¨¢mbitos: Independencia profesional y descubrimientos decisivos; Primera ¨¦poca del cobre; Intermedio del plomo; El nuevo clasicismo; Segunda ¨¦poca del cobre; Los monumentos p¨²blicos y ?poca del hierro. En sus a?os de formaci¨®n aprende los rudimentos del oficio con el maestro Eusebi Arnau. A su regreso de Par¨ªs se independiza y comienza una incesante carrera de descubrimientos decisivos. Inicia un firme proceso de renovaci¨®n formal y volum¨¦trica. Se manifiestan dos tendencias fundamentales: una de sobrio car¨¢cter clasicista y otra m¨¢s innovadora y personal. En la primera d¨¦cada del siglo XX su obra experimenta un giro decisivo hacia un lenguaje de vanguardia y comienza a realizar m¨¢scaras en chapa met¨¢lica, hierro y cobre. En los a?os veinte incorpora el plomo a la construcci¨®n de sus esculturas met¨¢licas. Con este nuevo recurso material y expresivo, Gargallo invierte y suprime parte de las masas volum¨¦tricas, empleando el hueco y la recepci¨®n de la luz para inducir a su recreaci¨®n visual. En los ¨²ltimos a?os de su vida inici¨® una segunda etapa del cobre y se dedic¨® a la ejecuci¨®n de monumentos p¨²blicos.
hasta el 23 de noviembre. en el museo patrimonio municipal de m¨¢laga. de 11.00 a 21.00. gratis.
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