La '¨²ltima' ahora es una cerveza
La facturaci¨®n de bares y discotecas de Barcelona cae hasta la mitad por la crisis
La ¨²ltima copa de la noche ha dejado de ser un gin tonic. O un whisky. Ahora es una cerveza. Lo explica el propietario de una peque?a discoteca del Eixample, que afirma que antes de cerrar la barra, a eso de las cinco de la madrugada, todo el mundo va a por la ¨²ltima mediana. Antes era un combinado. Pero la crisis econ¨®mica hace que los clientes ajusten el presupuesto. "?Crisis? ?Si un s¨¢bado por la noche es horrible! ?Est¨¢ todo lleno! ?D¨®nde est¨¢ la crisis?", dice Javier Esteban, un joven de 29 a?os que sale cada fin de semana. Pero las patronales del ocio nocturno insisten en que no es as¨ª. Al menos no les salen los n¨²meros.
Los locales de ocio nocturno tienen el 37% menos de clientes
El gasto medio por persona es de entre 9 y 10 euros dos veces al mes
La facturaci¨®n de los locales nocturnos ha ca¨ªdo hasta la mitad en apenas tres a?os. Las cajas empezaron a llenarse con menos alegr¨ªa cuando las familias empezaron a endeudarse sin parar. "El primer a?o la caja cay¨® el 15% y lo hizo otro 15% en 2007. Este a?o lo est¨¢ haciendo un 20%", lamenta Joaquim Boadas, secretario general de la Federaci¨®n Catalana de Asociaciones de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm). Seg¨²n su ¨²ltimo estudio entre los asociados, la clientela de los bares de noche ha disminuido el 37%, tanto en Barcelona como en las discotecas de la costa catalana.
Las otras dos patronales del sector, la Federaci¨®n Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) y el Gremio de Salas de Fiesta, sostienen que el descenso en la facturaci¨®n ha sido del 40%. El secretario general de la Fecalon, Fernando Mart¨ªnez, explica que el barrio que menos nota el frenazo es Ciutat Vella. "El turismo es de mayor calidad que en la Costa Brava o la Daurada, por ejemplo", dice Mart¨ªnez. En cambio, el consumo en los bares se desploma en otros distritos de la capital catalana, en especial en el Eixample, Sant Mart¨ª -donde est¨¢n las zonas de ocio de la Vila Ol¨ªmpica y el Poblenou- y Sant Gervasi.
"El comportamiento de los consumidores est¨¢ cambiando", afirma Mart¨ªnez. Beben menos. "La media est¨¢ en 1,1 copas por noche, cuando hace tres a?os estaba en 2,3 copas. Es cierto que en esto tambi¨¦n influyen el carnet por puntos y el incremento de los controles de alcoholemia", explica Joaquim Boadas. Puesto que la gente no consume tanto, tampoco se deja tanto en los bares cuando sale. "Entre 9 y 10 euros por cabeza", afirma Mart¨ªnez. Ya que no hay tanto dinero para gastar, los noct¨¢mbulos prefieren no cambiar mucho de bar. "Hay menos rotaci¨®n, y eso es lo peor que puede pasar, porque se quedan en el mismo sitio con la misma bebida", dice Boadas.
Las patronales opinan que el fen¨®meno es comprensible. Los hogares tienen hipotecas, cr¨¦ditos y gastos corrientes que afrontar. Y eso en un momento en el que suben el paro y el precio del dinero. "Lo l¨®gico es que se consuma menos", admite Mart¨ªnez. Pero los hogares no renuncian al ocio. "Volvemos al guateque", agrega. En una encuesta que su federaci¨®n hizo recientemente, m¨¢s de la mitad de los propietarios de bares se?alaban que la gente hab¨ªa bebido previamente alcohol, sobre todo en casa.
Los consumidores, adem¨¢s, se quedan en casa. Salen de media entre uno y dos fines de semana al mes. Se acab¨® lo de salir el jueves, salvo los estudiantes universitarios, y repetir el viernes. El s¨¢bado es ahora el d¨ªa de referencia para ir de juerga. As¨ª que el consumo de bebidas alcoh¨®licas ha ca¨ªdo el 17% en lo que va de a?o y, a su vez, las marcas destinan menos dinero a promociones en las discotecas.
Recorte de plantilla
La ca¨ªda del consumo en los bares y las discotecas de Barcelona ha provocado un recorte del personal fijo. Ahora los locales de noche tienen el 20% menos de trabajadores indefinidos que hace un a?o, seg¨²n la patronal Fecasarm. Los despidos son tanto directos como indirectos. Es decir, se echa a gente contratada directamente por el bar o la discoteca, pero tambi¨¦n a trav¨¦s de una agencia.
Es el caso de los guardias de seguridad. Boadas asegura que la asociaci¨®n est¨¢ advirtiendo una reducci¨®n de los aforos para tener que contratar a menos vigilantes (la normativa le obliga a tener un n¨²mero de trabajadores de seguridad de acuerdo con el volumen de gente que dejan entrar).
Tambi¨¦n se recorta en publicidad y, por tanto, se reduce el n¨²mero de repartidores de
flyers (se autodenominan "relaciones p¨²blicas") que hay por la calle. La otra patronal, Fecalon, no percibe demasiados despidos entre sus asociados. En cambio, s¨ª opina que no hay tantos gastos en sueldos y promoci¨®n. "Algunos camareros estaban muy bien remunerados porque quiz¨¢ atra¨ªan a mucha gente. Eso se acab¨®", afirma la entidad.
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