Memoria hist¨®rica

El 17 de julio de 1936, el fascismo inicia en Espa?a su guerra contra la democracia, y el 1 de abril de 1939 se puede decir que gana una batalla -no la guerra- que lo mantiene en el poder durante casi 40 a?os de barbarie. Despu¨¦s vino la Transici¨®n, los primeros pasos de una democracia comprometida con el pasado...

Pero hoy, con un Gobierno democr¨¢tico, ya sin complejos ni complicidades con ese vergonzoso pasado, se podr¨ªa decir que destapar las fosas comunes y dar humana sepultura es la se?al inequ¨ªvoca de que la democracia ha ganado la guerra.

Y lo m¨¢s importante, los fascistas ya no podr¨¢n seguir infundiendo miedo a la sociedad, Espa?a no se rompi¨® ni se va a romper. Espa?a es Europa, ello es sin¨®nimo de progreso, de libertad, de pluralismo ideol¨®gico, de paz; en s¨ªntesis, es ejemplo de civilizaci¨®n.

Finalmente, s¨ª nos interesa conocer la historia, por m¨¢s miserable y vergonzosa que pueda resultar. De su conocimiento surge la garant¨ªa de que nuestros hijos no tengan ni la posibilidad de vivir una repetici¨®n de acontecimientos de esa naturaleza.

S¨®lo se oponen a ello quienes tienen algo que ocultar o mantienen un apoyo oculto y vergonzante al fascismo.