Una sala burla la ley antitabaco
Mofa a la ley antitabaco de la Generalitat. La empresa Sinnamon, promotora de eventos, ha concretado una serie de conciertos en la sala Razzmatazz a los que no se puede acceder pese a comprar la entrada. Los tiques a?aden la obligaci¨®n de afiliarse al Club de Fumadores, asociaci¨®n forjada por esta empresa y Razzmatazz. La finalidad de esta exigencia es simple: fumar impasiblemente durante el recital, en contra de lo que dicta la ley.
Esta treta bordea la ilegalidad al transformar un concierto -comercializado por los canales ordinarios- en una falseada reuni¨®n privada. "Hecha la ley, hecha la trampa", lament¨® ayer el Departamento de Salud. El dicho no consuela a los adversos al humo, obligados a aceptar el trato para ver al grupo de turno. "Es una coacci¨®n inaceptable", lament¨® la Asociaci¨®n de No fumadores de Catalu?a. Sinnamon justific¨® que no obliga a nada a nadie: "Quien no quiera ingresar en el club puede devolver la entrada".
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