REVOLUCI?N A TODO TRAPO
UNO de los videojuegos m¨¢s revolucionarios de los ¨²ltimos a?os ha salido de una oficina encima de un muestrario de ba?os. ?ste es el lugar donde trabaja el equipo de Media Molecule, el estudio brit¨¢nico que ha ideado el esperado LittleBigPlanet. Para llegar a Media Molecule hay que viajar hasta Guildford, una localidad a 50 kil¨®metros de Londres. Tras franquear una peque?a puerta rosa, nos encontramos con algo similar a un piso de estudiantes. Sillones desvencijados, tazas usadas acumul¨¢ndose en la cocina, jarrones con girasoles y ristras de lucecitas por las paredes. Pero, a pesar del acogedor desorden y el ambiente
relajado de la oficina, sus 28 empleados trabajan duro ultimando detalles.
LittleBigPlanet es un nada cl¨¢sico juego de plataforma que permite a los usuarios crear contenido propio y formar parte de una comunidad online. Se comercializar¨¢ en exclusiva para la PlayStation3 como uno de los proyectos estrella de Sony. La Red, expectante, est¨¢ que echa humo con el asunto.
Media Molecule empez¨® con cuatro amigos que trabajaban juntos en Lionhead Studios. Animados por el ¨¦xito de su proyecto independiente Rag Doll Kung Fu, decidieron montar su propio estudio en el 2006. "Quer¨ªamos hacer algo que pudiera tener vida propia, no nos planteamos hacer el nuevo Facebook o YouTube", recuerda su director creativo Kareem Ettouney.
LittleBigPlanet quiere que no juegues solo. Quiere que, mediante Sackboy
—tu mu?eco de trapo y avatar—, charles con amigos en tiempo real, juegues con ellos o que conozcas a gente nueva. En este sentido, funciona como cualquier red social online, en la que se puedan establecer grupos, a?adir a unos usuarios o bloquear a otros. Adem¨¢s, constituye toda una herramienta creativa que te permite fabricar tu propio contenido y visitar niveles generados por otros.
Otro de sus atractivos es su estilo na?f, que bebe de la artesan¨ªa, la costura, el teatro de marionetas, Super Mario, el arte povera o Fraguel Rock. Ettouney lo describe como "si en un desv¨¢n encontrases telas, una m¨¢scara africana y un monopat¨ªn y, con todo eso, construyeras un drag¨®n". Esta decisi¨®n no tiene una misi¨®n puramente est¨¦tica: "Otros juegos similares, como Second Life, son muy t¨¦cnicos, realmente no juegas. LittleBigPlanet usa otro tipo de lenguaje m¨¢s f¨ªsico. Quer¨ªamos que la gente utilizase las herramientas f¨¢cil e intuitivamente, sin miedo. Que se borrase el l¨ªmite entre juego y creaci¨®n, como sucede con el Lego", resume Ettouney. Dave Blendis, un londinense de 29 a?os que ha estado probando la versi¨®n en Beta, est¨¢ convencido: "El juego nunca se acaba, las posibilidades son infinitas. Te hace entrar cada d¨ªa esperando encontrarte con algo nuevo".
En YouTube ya se pueden encontrar algunos ejemplos: "Nos hemos sorprendido, algunos usuarios nos han superado con creces. Hasta nos encontramos con un t¨ªo que ha hecho un nivel para pedirle matrimonio a su novia", exclama Ettouney. "Se acab¨® la era en la que los videojuegos buscaban impresionar a los usuarios. Ahora facilitan que se expresen. Que manejen la tecnolog¨ªa, no al contrario". El entusiasmo de Ettouney hace pensar que, m¨¢s que un juego, Media Molecule se trae entre manos una misi¨®n humanitaria: "No nos limitamos a hacer una 'monada'. Queremos dar espacio a culturas diversas, a la imaginaci¨®n humana". Su intenci¨®n multicultural, parad¨®jicamente, le ha tra¨ªdo los primeros problemas. Su lanzamiento iba a ser esta misma semana, pero ha sido aplazado a ¨²ltima hora porque en uno de los niveles dise?ados por Media Molecule se escuchaba m¨²sica que inclu¨ªa un fragmento del Cor¨¢n, con la consiguiente protesta de algunos usuarios musulmanes.
LittleBigPlanet, de PlayStation, sale a la venta el 3 de noviembre. www.mediamolecule.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.