Retiro entre naranjos con pan y aceite

Junto al manual de alem¨¢n de Assimil no se le olvida poner La creaci¨®n del mundo, de Miguel Torga. "Es magn¨ªfico, se viene de viaje", anuncia Rafael Chirbes, que se lo llevar¨¢ a Alemania en la gira por diez ciudades para promocionar Crematorio, ¨²ltimo Premio de la Cr¨ªtica. Y por eso las maletas est¨¢n abiertas en el sof¨¢ del mirador, desde donde se otea un paisaje agreste y bastante desapacible por la tormenta. Est¨¢ en Beniarbeig (Alicante), su refugio, donde ha dedicado el ¨²ltimo a?o a leer. A leer y a asesorar a unos amigos que elaboran un exquisito aceite con frantoio, variedad italiana de olivos. "Es lo mejor que he hecho este a?o", asevera ir¨®nico mientras moja pan. En las faldas de la sierra de Seg¨¤ria, rodeado de naranjos y con el mar en el horizonte, se guarece Chirbes (Tavernes de la Valldigna, Valencia, 1949). Vol¨²menes y m¨¢s vol¨²menes asedian la mesa camilla en la que teclea su ordenador. "Nunca escribo a mano, conviene tener una letra que no sea la tuya", explica jovial, en vaqueros y camiseta, la imagen con la que el lector seguramente se imagina a Mat¨ªas Bertomeu, el amante del aceite, fumador de Ducados y bebedor de gintonics de Larios que nace ya muerto en la primera frase de Crematorio (Anagrama).

Acreditado cronista de viajes gastron¨®micos, atesora libros de cocina, de vino. Y entre atlas y libros de arte, sorprende la biblia bot¨¢nica de P¨ªo Font Quer. Cerca est¨¢n sus cl¨¢sicos. Proust, Thomas, Dos Passos, Mann, Zweig... "Est¨¢n hechos polvo, han pasado por cuarenta mudanzas y hasta han sufrido una inundaci¨®n en un piso de Madrid", se justifica mientras sube el volumen de Xoriek, el disco de Mikel Laboa, que le sabe a poes¨ªa. M¨²sica de Bach, de Shostak¨®vich, y viejas pel¨ªculas italianas o francesas completan su decorado.

El escritor estuvo desde los ocho a?os en colegios de hu¨¦rfanos de ferroviarios. Y desde los 16 vivi¨® en Madrid, donde estudi¨® Historia Moderna y Contempor¨¢nea. Luego Marruecos, Par¨ªs, Barcelona, A Coru?a, Extremadura... Y hace ocho a?os regres¨® al mar de su infancia, que ya dio t¨ªtulo a Mediterr¨¢neos (1997), el volumen que ahora reedita Anagrama (al igual que Mimoun). Es una obra impregnada de uno de sus libros favoritos, El Mediterr¨¢neo y el mundo mediterr¨¢neo en la ¨¦poca de Felipe II, de Fernand Braudel: "Entre los libros de historia es un modelo, aunque ahora est¨¢ un poco vilipendiado". Aunque amable, apenas hace confidencias. Como que no tiene rituales. "Si tengo un libro avanzado estoy 20 horas con ¨¦l y si no tengo que escribir cojo cuadernillos y anoto". Por eso, cuando no tiene que viajar, s¨®lo lee, rellena cuadernillos y moja pan en aceite.