"El miedo domina los mercados, s¨®lo queda la opci¨®n de cerrarlos"
"Espero no haberle deprimido demasiado". Nouriel Roubini (Estambul, Turqu¨ªa, 1958) cierra la entrevista con una amable sonrisa para quitar hierro a la andanada de malos augurios que acaba de lanzar. Este profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Nueva York es muy consciente del impacto que causan sus palabras. No siempre fue as¨ª. Sus investigaciones vaticinaron, con escaso eco, un colapso del sistema financiero de EE UU ya en 2004. Y cuando expuso sus conclusiones ante la flor y nata de los economistas del FMI, en 2006, cundi¨® el escepticismo. Ahora, con el acierto de su parte, sus duras advertencias se rumian una y otra vez.
"Es inevitable la recesi¨®n mundial. Y en Espa?a ser¨¢ m¨¢s dolorosa"
Porque Roubini cree que lo que otros consideraron exageraciones han acabado por quedarse cortas. "Lo que ha ocurrido esta ma?ana en Estados Unidos es otra se?al de que los mercados est¨¢n en ca¨ªda libre, tratar de estabilizarlos es como que te lancen un cuchillo e intentar pararlo con las manos desnudas", dijo en referencia a la suspensi¨®n de los mercados de futuros en Wall Street ayer tras caer m¨¢s de un 6%.
"El miedo se ha adue?ado de los mercados, todo el mundo quiere vender y nadie compra, s¨®lo va quedando la alternativa de cerrarlos un tiempo", afirma sin pesta?ear. Cuando el presidente italiano, Silvio Berlusconi, dijo algo parecido hace tres semanas, todo el mundo lo tom¨® como una m¨¢s de sus c¨¦lebres meteduras de pata. Pero ahora que lo vaticina Roubini, nadie se lo toma a chanza.
Porque el profesor universitario constata lo que ya a estas alturas resulta obvio: "El efecto positivo en los mercados del anuncio de intervenciones multimillonarias por los Gobiernos s¨®lo dur¨® un par de d¨ªas". Roubini cree que las inyecciones de capital a los bancos y el aval a los pr¨¦stamos son medidas correctas, aunque tard¨ªas. Y aboga por decisiones m¨¢s radicales a¨²n, con "paquetes fiscales amplios" y mayores recortes de tipos. Pero ni eso servir¨ªa.
"Los mercados ya saben que los Gobiernos har¨¢n todo lo que est¨¦ en su mano para apoyar al sector financiero, pero siguen desplom¨¢ndose. Ya no funcionan, no responden a ning¨²n incentivo, est¨¢n en un proceso imparable de liquidaci¨®n de activos, se han convertido en una fuerza destructiva. Cada vez estoy m¨¢s convencido de que la ¨²nica soluci¨®n es un cortocircuito temporal".
Roubini ya esboz¨® su idea de un cierre de los mercados el jueves en Londres, en una conferencia mundial de gestores de fondos de alto riesgo. Ayer, en Madrid, fue m¨¢s contundente a¨²n ante los directivos convocados por la escuela de negocios IESE, que celebraba su 50? aniversario. Y repiti¨® su l¨²gubre pron¨®stico, infatigable, en conferencia de prensa y entrevistas con los medios.
Su agenda est¨¢ cada vez m¨¢s repleta. El reconocimiento medi¨¢tico y acad¨¦mico crece al mismo ritmo que el sistema financiero se tambalea. The New York Times le ha bautizado como Dr. Doom (doctor calamidad). Y el World Economic Forum, la instituci¨®n que organiza los encuentros de l¨ªderes pol¨ªticos y empresariales en Davos (Suiza) le encarg¨® la coordinaci¨®n de su reciente informe sobre el sistema financiero.
"El impacto en la econom¨ªa real ser¨¢ muy duro, la recesi¨®n mundial es inevitable y durar¨¢ al menos dos a?os", sentencia. Obviamente, no cree posible una recuperaci¨®n en 2009. Ni que las econom¨ªas emergentes se salven de la quema. Recita sin respirar una veintena de pa¨ªses que ya afrontan problemas. Y advierte que "para China crecer menos que un 7% o para Brasil menos que un 2% es lo mismo que una recesi¨®n, aumentar¨ªa la pobreza".
Cuando se le pregunta por la econom¨ªa espa?ola, reparte estopa. "En Espa?a, la recesi¨®n ser¨¢ m¨¢s dolorosa, la burbuja inmobiliaria ha ocultado los problemas de falta de competitividad, los avances en productividad son a¨²n m¨¢s d¨¦biles que en Italia, Grecia o Portugal". Y es a¨²n m¨¢s contundente cuando se le inquiere por Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal. "Con Greenspan y ahora con [Ben] Bernanke, la Reserva Federal ha sido la principal cheerleader [animadora] de la ingenier¨ªa financiera que nos ha llevado a este desastre".
"Cuando la supervisi¨®n se gu¨ªa por la ceguera ideol¨®gica se va de un extremo a otro: antes eran defensores a ultranza de una autorregulaci¨®n que no ha funcionado, ahora parecen la Uni¨®n Sovi¨¦tica", bromea.
Roubini cree que esta vez no habr¨¢ m¨¢s remedio que "construir de verdad un sistema de regulaci¨®n global". Porque ¨¦l lo tiene claro: "Prefiero el coste de una sobrerregulaci¨®n que el peligro de una falta total de regulaci¨®n". Una reforma que extender¨ªa a las agencias de calificaci¨®n o al sistema de compensaci¨®n de los altos ejecutivos. Pero antes habr¨¢ que gastar mucho dinero p¨²blico en taponar la sangr¨ªa del sistema financiero. "Decir que no habr¨¢ coste para los contribuyentes es un disparate", dispara.
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