La pretensi¨®n de Sarkozy de dirigir a los pa¨ªses del euro despierta recelos
Bruselas cuestiona el plan del presidente franc¨¦s de crear fondos soberanos
Al arrollador Nicolas Sarkozy le da p¨¢nico llegar al 31 de diciembre y tener que abandonar la presidencia de la UE. Seis meses de mandato saben a poco y m¨¢s a¨²n despu¨¦s de haber ce?ido los laureles de la gesti¨®n internacional de la crisis de Georgia y de afrontar el batacazo financiero. En un tiempo r¨¦cord, el presidente franc¨¦s ha logrado llenar el escenario de la pol¨ªtica europea. A m¨¢s crisis, m¨¢s iniciativas, m¨¢s cumbres, m¨¢s viajes y m¨¢s frenes¨ª. Sarkozy ha demostrado estar bien capacitado para ocupar este primer plano. Afronta los problemas, habla claro, rompe los formalismos y arriesga. Otra cosa son los resultados y las consecuencias.
Para prolongar su estado de ¨¦xtasis multiplica sus propuestas sin freno. Pero su desparpajo genera ya desgarros. Dos de sus ¨²ltimas iniciativas han abierto la caja de los truenos: el Gobierno econ¨®mico europeo y la creaci¨®n de fondos soberanos nacionales.
El activista Sarkozy insiste, d¨ªa si, d¨ªa no, en crear un Gobierno econ¨®mico de los 15 pa¨ªses del euro. La coordinaci¨®n econ¨®mica se realiza actualmente en el Eurogrupo, presidido por el primer ministro luxemburgu¨¦s, Jean-Claude Juncker, y en el que participan los ministros de Econom¨ªa, el comisario de Asuntos Econ¨®micos, Joaqu¨ªn Almunia y el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet. Para Sarkozy es insuficiente. Propone un gobierno a un "nivel pol¨ªtico m¨¢s elevado, el de los jefes de Estado y de Gobierno", que "toman sus responsabilidades frente a la crisis econ¨®mica, como hicieron el 12 de octubre en Par¨ªs". Es decir, hace falta repetir la experiencia, y quien mejor que ¨¦l para presidir el gobierno econ¨®mico. Un portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, ha saltado y advertido que el presidente natural del Eurogrupo es Juncker.
Esta iniciativa relegar¨ªa a la Rep¨²blica Checa y Suecia, que presidir¨¢n sucesivamente la UE en 2009. Los dirigentes checos no permitir¨¢n un ninguneo y el viceprimer ministro, Alexandr Vondra, asegura que se trata de "una decisi¨®n poco sabia, susceptible m¨¢s de dividir a Europa que de unirla". Fuentes comunitarias aseguran que si "el Eurogrupo no se ha coordinado m¨¢s ha sido por la resistencia de algunos Estados y no por el nivel de representaci¨®n".
La segunda idea -crear fondos soberanos nacionales para proteger a las grandes empresas europeas de los depredadores extranjeros- es la que suscita mayores inquietudes. La Comisi¨®n se muestra cautelosa y su portavoz alega que est¨¢ pendiente de m¨¢s detalles. El problema no es si estos fondos son compatibles con el derecho comunitario, que no da ninguna preferencia a la propiedad p¨²blica o la privada, sino su creaci¨®n en s¨ª misma. Y en Bruselas se formulan preguntas que Francia no sabe responder. ?Qu¨¦ empresas ser¨¢n las afortunadas? ?Qu¨¦ pasar¨¢ con las no elegidas por la protecci¨®n estatal? ?C¨®mo reaccionar¨¢n los inversores viendo la protecci¨®n de unas y el abandono de otras? ?Con qu¨¦ dinero y hasta que cuant¨ªa se comprar¨¢n?
Esta semana Sarkozy alarde¨® en el Parlamento Europeo de las ganancias en la gesti¨®n de Alstom cuando era ministro de Hacienda. "El Estado", dijo, "compr¨® el 20% por 800 millones de euros y dos a?os m¨¢s tarde lo vendi¨® por 2.500 millones". Es el nuevo capitalismo especulativo de Estado.
Fuentes comunitarias piensan que toda esta gesticulaci¨®n grandilocuente de "refundar el capitalismo", la muerte de la dictadura del mercado o reinventar el mundo, no es m¨¢s que un "bla, bla, bla". El primer ministro franc¨¦s, Fran?ois Fillon, lo confirm¨® ayer al indicar que el fondo soberano franc¨¦s "es s¨®lo un instrumento de disuasi¨®n".
As¨ª, a golpe de mensajes rupturistas, cabalga la presidencia europea de Sarkozy. Quedan las ideas inquietantes: tanto en econom¨ªa como en inmigraci¨®n, el peligro est¨¢ en el extranjero.
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