AC/DC, la corriente continua
Angus Young debe de ser la ¨²nica persona en el mundo que desconoce qui¨¦n es Shakira. No hay ninguna intenci¨®n de desprecio en su despiste. Ser¨ªa imposible en un hombre tan bondadoso. Pero parece reaccionar. Se toma unos segundos de reflexi¨®n, busca en alguna parte de su cerebro y encuentra una imagen: "?Shakira? Ah, s¨ª, ?no es esa chica que mueve as¨ª las caderas? [y hace un simp¨¢tico cimbreo con su peque?o cuerpo]. Pero no he escuchado la versi¨®n que hace de nuestro tema Back in black. ?Est¨¢ bien? Bueno, una cosa es segura: ella es mucho m¨¢s guapa que nosotros". Mientras habla, el alma de esa instituci¨®n del rock llamada AC/DC mantiene las manos apoyadas en sus rodillas. Las manos de Angus. Con ellas ha fabricado los acordes de guitarra m¨¢s c¨¦lebres del rock duro:
Highway to hell, Back in black, Rock and roll ain't noise pollution... Son manos peque?as, sonrosadas, con las u?as que miran para adentro de su dedo correspondiente y se van cerrando, como protegiendo unas yemas maltratadas durante muchos a?os por las afiladas cuerdas de la guitarra. Los laterales de los dedos ¨ªndice y coraz¨®n de su mano izquierda sufren el ataque constante de la nicotina: se exhiben amarillentos. Angus no les da tregua a sus pulmones. Dice que fuma unos 30 pitillos al d¨ªa (de la marca B&H, la misma que consumen los Gallagher, de Oasis). En los 40 minutos que estamos con ¨¦l apura hasta cinco cigarrillos. Tambi¨¦n en su mano izquierda lleva encajado un anillo de boda. El peque?o gran hombre pas¨® por vicar¨ªa all¨¢ por 1980. Su mujer se llama Ellen y es holandesa. ?Sorpresa? Quiz¨¢, pero los rockeros duros tambi¨¦n pueden llevar una vida marital acomodada.
No, Angus no lleva hoy su celebr¨ªsimo uniforme escolar. Descansa en una percha, planchado y perfumado, a la espera de arrancar la nueva gira (en noviembre en Estados Unidos, y en 2009 en Europa, incluida Espa?a), la de presentaci¨®n de su reciente disco Black ice, el primero en ocho a?os. Y sin su disfraz de colegial se hace complicado reconocerlo.
Son las 10.30 de un mi¨¦rcoles en un vanguardista y opulento hotel en D¨¹sseldorf (Alemania). En este reino de la corbata y el estr¨¦s expr¨¦s, Angus se presenta vestido como si fuese un fan de AC/DC: pantalones vaqueros, camiseta azul, cazadora vaquera y zapatillas All Star. Masca chicle. Su cuerpo es diminuto. No. Insignificante. El tipo que toca m¨¢s salvaje mide 1,55 y debe pesar unos 50 kilos. No lleva tel¨¦fono m¨®vil ni cartera ni llaves. S¨®lo dos objetos: un paquete de tabaco en una mano y una peque?¨ªsima bolsa verde en la otra.
Con mucho, es el tipo que m¨¢s dinero amasa en su cuenta corriente de cuantos corretean por el hotel. De hecho, con un clic de sus dedos podr¨ªa comprar el edificio, desalojar al personal, colocarse en el centro del jard¨ªn interior, enchufar a los amplificadores su famosa guitarra Gibson SG y demoler la estructura con su potente electricidad. Pero no lo va a hacer, claro.
Aunque cuenta 53 a?os, el jefe de AC/DC aparenta bastantes m¨¢s (los rigores de la carretera, quiz¨¢), y su rostro, con el cuero cabelludo a la fuga, es una simbiosis entre Jordi Pujol y Yoda. Se sienta, solicita un caf¨¦ y se prende un cigarro.
-?Le reconocen por la calle cuando no lleva su famoso uniforme escolar?
-La verdad es que no mucho. Es estupendo, porque paso bastante inadvertido y puedo llevar una vida tranquila.
-?D¨®nde compra los trajes y cu¨¢nto le cuestan?
-Tengo un sastre que me los confecciona desde hace muchos a?os. Est¨¢n hechos de terciopelo. Son muy suaves. En cuanto al dinero, d¨¦jame pensar... En euros, un poco por debajo de los 1.000. No es mucho.
-Teniendo en cuenta que es uno de los iconos sagrados del rock, ese dinero parece calderilla. ?Cu¨¢ntos conciertos le aguantan?
-Me suelo llevar unos 20 de gira. A veces me duran un mes o dos. Otras, s¨®lo un d¨ªa, porque me he tirado por el escenario a hacer un solo de guitarra y lo he roto.
Fin del primer pitillo. Gran parte del ¨¦xito de AC/DC, sobre todo en el apartado est¨¦tico, hay que adjudic¨¢rselo a la hermana de Angus, Margaret. Cuando surgi¨® todo, con su hermano Malcolm, por supuesto, tambi¨¦n fundador de AC/DC, era la ¨¦poca glam y tocaba disfrazarse. Angus prob¨® el de Superman, El Zorro o el de gorila. Un d¨ªa llegaba del colegio con el uniforme y deb¨ªa tocar en un local del barrio. No hab¨ªa tiempo. Entonces apareci¨® la intuitiva, Margaret: "?Por qu¨¦ no sales con la ropa del colegio que llevas?". Fue cuando la camisa blanca, la corbata, la chaquetilla y los pantalones cortos se le pegaron a su piel para siempre. Margaret tambi¨¦n fue crucial en otro cap¨ªtulo important¨ªsimo. En busca del nombre para el grupo, los ojos de Angus y Malcolm chocaron con la parte de detr¨¢s de la m¨¢quina de coser de la hermana. All¨ª estaba impreso: "AC/DC" (en traducci¨®n al castellano: corriente alterna/corriente continua).
-?C¨®mo era usted en el colegio?
-Me portaba bien... cuando iba. La verdad es que no se me daba muy bien asistir. Crec¨ª en Sidney, en una zona llena de f¨¢bricas, y los colegios no estaban bien vistos: los chavales enseguida se pon¨ªan a trabajar. El nivel de educaci¨®n no era muy alto, se consideraba un tr¨¢mite. Incluso el director del colegio te dec¨ªa: "Pronto tienes que buscar trabajo, ?eh?". ?Y ten¨ªamos 15 a?os!
-Creo que su primer trabajo fue en una revista porno.
-[Risas] Bueno, no exactamente. Cuando dej¨¦ el colegio, mi padre me dijo: "Oye, no vas a estar ah¨ª todo el d¨ªa sentado. En dos semanas debes encontrar un empleo". Mi hermano Malcolm me coment¨® que hab¨ªa una imprenta cerca de casa. El due?o hac¨ªa una revista er¨®tica, pero en plan clandestino. El tipo iba cambiando de imprenta, para no dejar pistas, y de vez en cuando tocaba en la m¨ªa.
De la boca de Angus sale una voz ronca, como de reci¨¦n levantado. A Malcolm y a Angus hay que adjudicarles la famosa f¨®rmula AC/DC, tan adictiva que es capaz de abducir a m¨²sicos tan dispares como Beck ("?c¨®mo no dejarse seducir por un riff de guitarra de AC/DC?: son hamburguesas musicales"), Celine Dion (realiz¨® una versi¨®n, junto a Anastacia, del cl¨¢sico You shook me all night long), Bryan May, de Queen ("AC/DC es una terapia absoluta. Un concierto de ellos, y te deja sordo. Una maravilla"); cineastas como Jonathan Demme, actores como Javier Bardem...
El peque?o guitarrista carraspea un poco de nicotina y se dispone a desvelar la f¨®rmula m¨¢gica del sonido AC/DC: "Mi hermano Malcolm escribe en su casa de Londres, y yo, en la m¨ªa de Sidney. Luego nos juntamos y nos quedamos con las mejores canciones. Analizamos entre los dos unas cien ideas y de ese grupo empiezan a aflorar las que suenan m¨¢s a AC/DC. Nos volvemos a separar, y luego nos reunimos y cogemos las mejores. Es un proceso que lleva mucho tiempo, pero as¨ª lo hemos hecho siempre". Angus dice que ha intentado escuchar m¨²sica cl¨¢sica, pero le aburre: "Cuando pasan unos segundos y no entra la bater¨ªa me desespero".
Su discurso musical huye de las curvas, tan frecuentes en los (muchos) artistas pedantes, y se articula de forma tan rotunda como su m¨²sica. Siempre habla del ritmo: "Respeto a los grupos de heavy metal, como Iron Maiden, Judas Priest o Metallica, pero no tienen nada que ver con nosotros. Lo m¨¢s importante de AC/DC es el ritmo. Es el elemento b¨¢sico". Y ah¨ª irrumpe su estilo guitarr¨ªstico. Rosendo Mercado, seguramente la versi¨®n espa?ola de Angus en cuanto a carisma, comentaba el otro d¨ªa que se puso en su casa un DVD de AC/DC: "Qu¨¦ barbaridad. Angus est¨¢ dos horas corriendo por el escenario, tir¨¢ndose al suelo, saltando... Me cans¨¦ s¨®lo de verle. Y no se le escapa una nota". Treinta y cinco a?os con esas sacudidas tan violentas de cuello no es lo que recomendar¨ªa un m¨¦dico. Sin embargo, no parece haber secuelas. Y no hay remedio: gracias a esos hachazos de columna, Angus lleva el comp¨¢s. "Algunos lo hacen con los pies: yo lo llevo con el cuello", dice.
Existen medidas de prevenci¨®n, como esas botellas de ox¨ªgeno que el grupo se lleva de gira. "Cuando estoy en el escenario", relata, "me convierto en un salvaje. Es como si fuera un hombre de las cavernas. Despu¨¦s del show necesito seis horas para recuperar. Y el ox¨ªgeno siempre est¨¢ ah¨ª, por si lo necesito". Las bolsas que exhibe bajo sus ojos parecen inflarse a¨²n m¨¢s cuando sale en la conversaci¨®n el nombre de Bon Scott, el primer cantante de AC/DC. Scott forma parte de los mitos ca¨ªdos del rock: desapareci¨® cuando se encontraba en la plenitud de su carrera, justo despu¨¦s de haber grabado el irresistible Highway to hell (1979). Su cap¨ªtulo final tiene todav¨ªa una visi¨®n desenfocada. La versi¨®n oficial cuenta que despu¨¦s de una nueva borrachera, un colega lo dej¨® dormido en un coche estacionado enfrente de su casa. A la ma?ana siguiente ya no respiraba. Diagn¨®stico: ahogado en su propio v¨®mito por la ingesta de alcohol.
Los mal pensados apuntan otra teor¨ªa: sobredosis de hero¨ªna, una carga demasiado dolorosa para una banda, s¨ª, rockera, pero tambi¨¦n conservadora en ciertos aspectos. "Me llam¨® una amiga", recuerda Angus, "de Bon y me dijo: 'He escuchado por ah¨ª que Bon se ha muerto'. Yo pens¨¦ que era un rumor absurdo. Pero luego me telefone¨® otra amiga que nos conoc¨ªa bastante y me dijo lo mismo. Entonces llam¨¦ a nuestro m¨¢nager y me lo confirm¨®. Fue el momento m¨¢s duro de nuestra carrera". Era el 19 de febrero de 1980.
Cualquier banda en su lugar, o hubiera abandonado, o hubiera tardado tiempo en recuperarse. Ellos, tercos, no. A los pocos meses ya ten¨ªan un nuevo cantante, el estibador (tiene toda la pinta de ello) escoc¨¦s Brian Johnson, y grababan su disco m¨¢s valioso, Back in black, todav¨ªa el segundo ¨¢lbum m¨¢s vendido de la historia de la m¨²sica, s¨®lo por debajo de Thriller, de Michael Jackson. La integridad de AC/DC es suicida en un mundillo tan voy-a-por-la-pasta. Por ejemplo: es el ¨²nico grupo de los grandes (quedaban los Beatles, pero ya han cedido) que no deja que sus canciones se puedan descargar en el todopoderoso iTunes. Y odian las recopilaciones. Angus lo justifica: "Nosotros ser¨ªamos anti-iTunes incluso si no se hubiese inventado iTunes. Me regalaron un iPod, pero me puse a tocar los botones y me desesper¨¦: no s¨¦ c¨®mo funciona ese condenado cacharro. S¨®lo escucho vinilos. Es m¨¢s sencillo: los colocas, pones la aguja y ya est¨¢. Y suena a gloria. Lo ¨²ltimo que me he comprado es una caja de vinilos de Tampa Red (cantante de blues de los a?os treinta). Luego llegu¨¦ a casa y comprob¨¦ que ya los ten¨ªa casi todos". No le hables de m¨²sica actual, de Coldplay o Arcade Fire. Angus sigue disfrutando con los de siempre: pioneros del rock and roll como Chuck Berry y Little Richard, o viejos bluesmen como B. B. King y Albert King.
-?Cu¨¢l es su bebida favorita?
-Tengo dos: el caf¨¦ y el t¨¦.
-?Nada de alcohol?
-No. Creo que debo de ser el ¨²nico miembro de mi familia que no bebe alcohol.
-?Nunca se ha emborrachado?
-S¨ª, claro. De joven beb¨ªa cerveza, whisky... En las fiestas familiares me dec¨ªan: "Toma, bebe, bebe...". Pero el d¨ªa que prob¨¦ el tabaco decid¨ª cambiarlo por la bebida.
-Y drogas, ?las ha tomado alguna vez?
-No, no, nunca. Bueno, s¨ª: aspirinas para el dolor de cabeza.
-A todo esto, Angus, ?usted tiene hijos?
-No, mi mujer dice que conmigo ya tiene suficiente.
El disco 'Black ice', de AC/DC, est¨¢ editado por Sony BMG. En 2009, la banda actuar¨¢ en Europa. El 31 de marzo, en Barcelona (Palau Sant Jordi), y el 2 de abril, en Madrid (Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid).
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