A sus ¨®rdenes, mi capell¨¢n
Sotanas en el Ej¨¦rcito. Obispos generales. Dios y Patria. La Iglesiamantiene su cuota de poder catrense en un Estado aconfesional
Con una mano en el fusil y la otra sosteniendo una imagen religiosa, decenas de militares uniformados salen en procesi¨®n cada Semana Santa o para honrar la figura de una Virgen cuando lo dice el calendario de festividades de las Fuerzas Armadas. Cada ej¨¦rcito tiene una de patrona. La Virgen de Loreto es la del Aire porque seg¨²n recuerdan los aviadores cada diez de diciembre, la casa donde vivi¨® la madre de Jesucristo fue llevada por ¨¢ngeles en vuelo a la aldea de Loreto, en Italia. La del Carmen (16 de julio) es la de la Armada y la de la Inmaculada (8 de diciembre), la patrona del ej¨¦rcito de Tierra. De hecho, as¨ª es como se repartieron tres de las seis capillas que salen de la nave principal de la bas¨ªlica del Valle de los Ca¨ªdos, el monumento levantado por Franco para perpetuar su victoria de la Guerra Civil y honrar a los ca¨ªdos. Las otras tres pertenecen a la Virgen de ?frica, que conmemora el comienzo de la contienda; la de la Merced, patrona de los cautivos, y la del Pilar, patrona de Espa?a.
No es militar, pero el arzobispo castrense tiene categor¨ªa de general de divisi¨®n
PSOE e IU creen que la aconfesionalidad del Estado es una tarea pendiente
Protestantes, jud¨ªos y musulmanes dicen que no se cumple la libertad de culto
"Si se resiste a ir a un acto religioso, se enfrenta a un v¨ªa crucis jur¨ªdico"
Los militares participan en actos religiosos y tienen su propia circunscripci¨®n eclesi¨¢stica: el arzobispado castrense. Hoy hay 69 capellanes en las Fuerzas Armadas. El nuevo arzobispo castrense, Juan del R¨ªo (Ayamonte, Huelva, 1947), compaginar¨¢ la tarea con la presidencia de la Comisi¨®n Episcopal de Medios de Comunicaci¨®n Social. Tom¨® posesi¨®n el 27 de septiembre. Ya tiene categor¨ªa de general de divisi¨®n.
-?C¨®mo prefiere que le llamen, ?Monse?or o mi general?
- "Mi nombre es Juan. Los tratamientos son accidentales y formales en la vida de una persona, y se dan seg¨²n lo requieran las circunstancias, que en mi caso, primar¨¢n siempre la cercan¨ªa humana y religiosa".
-?Ha recibido instrucci¨®n militar?
- "Jur¨¦ bandera hace ya m¨¢s de tres d¨¦cadas en el campamento de Cerro Muriano (C¨®rdoba)".
En pleno debate sobre la pertinencia del crucifijo en la jura de altos cargos, los s¨ªmbolos y actos religiosos gozan de una incuestionada omnipresencia en las Fuerzas Armadas. "Desde los or¨ªgenes del cristianismo la Iglesia ha tenido una especial solicitud por el cuidado espiritual de los militares, atendiendo a sus peculiares condiciones de vida, que requieren una concreta y espec¨ªfica presencia de la Iglesia", argumenta el arzobispo. "Es una larga y arraigada tradici¨®n institucional de m¨¢s de cuatro siglos", a?adi¨® del R¨ªo. ?Es un anacronismo? ?Una contradicci¨®n? Si el Estado es aconfesional, ?por qu¨¦ sus fuerzas armadas no lo son?
La historia medieval recoge la presencia del sacerdote que asist¨ªa a las tropas. La jurisdicci¨®n eclesi¨¢stica espec¨ªficamente castrense existe en Espa?a desde la primera mitad del siglo XVII. "Aunque sufriendo los avatares ocasionados por los cambios pol¨ªtico- militares", explican desde el Ministerio de Defensa, "la jurisdicci¨®n castrense persiste hasta nuestros d¨ªas con un ¨²nico par¨¦ntesis entre 1932 y 1940". El Gobierno de la Rep¨²blica lo suprimi¨® en 1932. Durante la Guerra Civil, en la zona regida por el General Franco, se habilit¨® de nuevo. Al finalizar el conflicto, se reorganiz¨® de forma paulatina, hasta que en 1940, se restableci¨® por ley.
Hoy, el arzobispado castrense se rige por el concordato de Espa?a con la Santa Sede de agosto de 1953, revisado en 1979. La ley reguladora del r¨¦gimen del personal militar profesional declar¨® a extinguir en 1989 los cuerpos eclesi¨¢sticos de los ej¨¦rcitos para crear el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas, en el que hoy hay 69 sacerdotes, 50 vinculados con car¨¢cter permanente y 19 con car¨¢cter temporal. De los antiguos Cuerpos Eclesi¨¢sticos de los Ej¨¦rcitos quedan 17 sacerdotes en activo y 10 que, en situaci¨®n de reserva, contin¨²an prestando servicio en unidades. Son afiliados al R¨¦gimen General de la Seguridad Social, asimilados a trabajadores por cuenta ajena. Adem¨¢s hay cuatro capellanes destinados en Bosnia Herzegovina, L¨ªbano y Afganist¨¢n.
Desde la base de Marjajoun (L¨ªbano) el capell¨¢n Jos¨¦ Ignacio L¨®pez asegura que vive una situaci¨®n de "calma tensa en la que hay que tener todos los sentidos muy atentos y vigilantes". Desde Qala-e Naw, en Afganist¨¢n, el Pater Francisco Mu?oz Moreno explica su tarea: "Considero fundamental resolver las dudas que los j¨®venes se plantean desde un esquema moral o ¨¦tico cuando se ven enfrentados a situaciones de violencia, por ejemplo, si se ven enfrentados a la situaci¨®n dram¨¢tica de tener que disparar para defender su vida. Tambi¨¦n creo que realizo una importante labor pastoral porque varios civiles y militares me han solicitado recibir los sacramentos del Bautismo, la Primera Comuni¨®n e incluso la Confirmaci¨®n". El capell¨¢n Mu?oz Moreno es teniente coronel del Ej¨¦rcito de Tierra.
- Arzobispo, ?Si la asistencia religiosa es un servicio que se presta a las Fuerzas Armadas, ?por qu¨¦ tiene usted categor¨ªa de general de divisi¨®n?
- "Lo de general no va a ser en mi caso de divisi¨®n, sino de unidad y concordia. No soy militar de carrera, sino que vengo a prestar un servicio en una instituci¨®n organizada en la cual se me asigna un consideraci¨®n para realizar mi trabajo pastoral".
Seg¨²n la legislaci¨®n que rige el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas, sus miembros no tienen la condici¨®n de militar, aunque s¨ª, como del R¨ªo, la categor¨ªa de General de Divisi¨®n. Privilegios de una relaci¨®n de m¨¢s de 400 a?os.
El ej¨¦rcito de ahora no tiene nada que ver con el de hace cuatro siglos, ni si quiera con el de hace 20 a?os, cuando a¨²n no se hab¨ªa incorporado la mujer, o el de hace seis, cuando, un a?o despu¨¦s de que se hiciera profesional, acept¨® a extranjeros en sus filas. Aliviaron el d¨¦ficit de reclutas que la profesionalizaci¨®n del ej¨¦rcito hab¨ªa provocado y trajeron sus propias costumbres y confesiones.
En 1992 el Estado firm¨® tres acuerdos de cooperaci¨®n con la Federaci¨®n de Entidades Evang¨¦licas de Espa?a, la de Comunidades Israelitas y la Comisi¨®n Isl¨¢mica que, entre otras cosas, recog¨ªan el derecho de los militares a recibir asistencia religiosa de cada una de estas confesiones. Las tres religiones que firmaron aquellos acuerdos mantienen hoy que nunca se han cumplido.
"No funciona. En las Fuerzas Armadas no hay asistencia religiosa protestante, a pesar de que es la religi¨®n de muchos inmigrantes latinos. Hace unos a?os intentamos que admitieran a un grupo de pastores evang¨¦licos, como hay capellanes, para prestar asistencia religiosa, pero en los establecimientos militares, o entra el Pater o no entra nadie", explica Mariano Bl¨¢zquez, secretario ejecutivo de la Federaci¨®n de Entidades Evang¨¦licas de Espa?a. "Deber¨ªa haber una oferta equivalente, no en cantidad, sino en calidad, para otras confesiones religiosas. Si hay un servicio de asistencia religiosa, que sea igual para todos. Y si no, que cada militar disfrute de su religi¨®n en el ¨¢mbito privado". Riay Tatary, Presidente de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a, asegura que lo ¨²nico que han conseguido es que el militar musulm¨¢n pueda pedir otra comida cuando hay cerdo. "El acuerdo se estanc¨® en cuanto lo firmamos. Ped¨ª que pudi¨¦ramos prestar asistencia religiosa al menos en Ceuta, Melilla y Madrid, pero no nos la concedieron. Actualmente, no tenemos ning¨²n contacto con las Fuerzas Armadas".
El principal rabino de Madrid, Moshe Bendahan, asegura que con aquel acuerdo consiguieron que los mandos respetaran su calendario de festividades religiosas, pero que ha sido imposible prestar asistencia religiosa en establecimientos militares.
El arzobispo castrense en cambio, est¨¢ "seguro de que los creyentes de otras confesiones tienen la adecuada atenci¨®n que exige el cumplimiento del derecho de libertad religiosa". El derecho a la Libertad Religiosa y de culto recogido en la Constituci¨®n comprende el derecho a profesar unas creencias o a no profesar ninguna. A manifestarlas o no. A practicarlas y a no ser obligado a hacerlo. Es decir, que se ejerce en positivo y en negativo, y es en ese ¨²ltimo sentido donde la presencia de capellanes en el ej¨¦rcito plantea m¨¢s problemas.
"La libertad religiosa cuando menos, queda en entredicho ante la realidad del nexo entre Ej¨¦rcito y religi¨®n. Es un marco enrarecido constitucionalmente", explica Lorenzo Cotino, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia y experto en derecho militar. "El entorno f¨¢ctico y jur¨ªdico no favorece en modo alguno el ejercicio de la libertad religiosa cuando no se trata de la cat¨®lica. Y la mayor¨ªa de los actos militares tienen componentes religiosos.Si a algo lo llamas oraci¨®n y lo oficia un capell¨¢n, es dif¨ªcil considerarlo un acto de servicio", a?ade.
"La jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha reconocido que no puede obligar a un militar a participar en un acto religioso, pero obligarle no es delito", explica. Pero decir que no en el ej¨¦rcito no es f¨¢cil. "El militar que se resista a asistir o a permanecer en actos de contenido religioso puede internarse en un verdadero via crucis jur¨ªdico", a?ade Cotino. "Y si ha de haber h¨¦roes militares, m¨¢s vale que sea en el acometido de su funci¨®n: la defensa militar de la Espa?a constitucional".
El arzobispo castrense asegura haber percibido en las Fuerzas Armadas "un gran respeto a la libertad de las conciencias, m¨¢s all¨¢ de cualquier episodio espor¨¢dico". Sobre la dificultad del militar no cat¨®lico para ausentarse de un acto militar cuando ¨¦ste adquiere un significado religioso, Del R¨ªo a?ade: "Cualquier hombre y mujer de buena voluntad no se incomoda ante una plegaria cristiana que invoca valores que engrandece el coraz¨®n humano y expresa lo m¨¢s noble de una colectividad como es la Patria com¨²n. En Espa?a tendr¨ªamos que acostumbrarnos al hecho religioso libre de cualquier ideologizaci¨®n. La libertad de pensamiento y creencias no est¨¢ re?ida con el respeto a las tradiciones castrenses".
No piensa lo mismo Ram¨®n J¨¢uregui, secretario general del Grupo Socialista: "En el ¨²ltimo congreso del PSOE planteamos una reflexi¨®n pol¨ªtica para avanzar en lo que este pa¨ªs todav¨ªa no ha avanzado suficientemente, la aconfesionalidad del Estado. Sigue habiendo ¨¢mbitos e instituciones del Estado con signos ostensibles de identificaci¨®n con la religi¨®n cat¨®lica, y eso es aplicable a las Fuerzas Armadas. Un acto militar no puede empezar con una misa. Es una de las cosas pendientes que tiene el Estado, pero creemos que la eliminaci¨®n de esos s¨ªmbolos debe hacerse poco a poco, de manera natural y no mediante imposiciones legales. En los colegios se han ido eliminando los crucifijos sin que fuera objeto de una disposici¨®n legal. En el ej¨¦rcito tardar¨¢ m¨¢s porque est¨¢ m¨¢s incrustado".
Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida, considera el asunto m¨¢s urgente por cuanto supone "una absoluta contradicci¨®n que en un Estado que se dice aconfesional, y en sus instituciones, como lo es su Ej¨¦rcito, haya ese grado de adoctrinamiento religioso. Si tiene que haber un servicio religioso en las Fuerzas Armadas que se haga en igualdad de condiciones y sin que formen parte de la estructura militar. Contradice el principio de separaci¨®n Iglesia-Estado, el principio de laicidad y aconfesionalidad y es una herencia del nacionalcatolicismo".
El Partido Popular no ofreci¨® su postura al respecto.
-?Se imagina unas fuerzas armadas laicas?
El arzobispo Juan del R¨ªo escribe la respuesta desde Jerez, donde ha sido Obispo los ¨²ltimos ocho a?os: "A tenor de la significaci¨®n hist¨®rica del catolicismo en nuestro pa¨ªs y en el reconocimiento de que es la religi¨®n mayoritaria que profesan los ciudadanos espa?oles, la Constituci¨®n declara una especial colaboraci¨®n del Estado con la Iglesia cat¨®lica. El Ej¨¦rcito no es un ¨¢mbito as¨¦ptico en cuanto a convicciones y valores, entre los que est¨¢n los religiosos. Un militar no ha de renunciar a ellos para realizar con la mayor profesionalidad y vocaci¨®n su misi¨®n".
El presidente de la Comisi¨®n Episcopal de Medios de Comunicaci¨®n Social, el hombre que confes¨® que la Cope, en una clara alusi¨®n a Jim¨¦nez Losantos, hab¨ªa hecho sufrir mucho a los obispos responde a una pregunta m¨¢s antes de abandonar Jerez para volver a la llamada Catedral de las Fuerzas Armadas, en Madrid: ?Van a seguir sufriendo?
"Siempre he defendido que la Cope es mucho m¨¢s que determinados comunicadores. En cuanto al sufrimiento usted sabe que es pasajero y previo a una vida mejor...". Cristiana resignaci¨®n.
69 sacerdotes
- En la actualidad hay 69 sacerdotes que pertenecen al Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas (SARFAS). 34 est¨¢n en el Ej¨¦rcito de Tierra, 13 en la Armada y ocho en el Aire. Otros 14 se reparten en unidades del Ministerio de Defensa.
- De los antiguos cuerpos eclesi¨¢sticos del Ej¨¦rcito, declarados a extinguir, quedan 17 sacerdotes en activo y otros 10 en reserva.
- Adem¨¢s hay un teniente coronel capell¨¢n del Ej¨¦rcito de Tierra y cuatro miembros del SARFAS destinados en las bases de Afganist¨¢n (2), Kosovo, L¨ªbano y Bosnia- Herzegovina.
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