Un mecano gigante

Nueve horas no son nada cuando hay mucho que contar. En Lipsynch, el ¨²ltimo marat¨®n de Robert Lepage, hay escenas inolvidables, como la inicial, donde un avi¨®n transoce¨¢nico surca el cielo con todo el pasaje, o la del vag¨®n de metro atravesando t¨²neles y estaciones, resuelta fant¨¢sticamente, sin recurrir a la imagen filmada. El director canadiense y sus actores han entrelazado nueve historias sobre la memoria, la muerte de los padres, la b¨²squeda de la identidad y la posibilidad de cambiar el destino, protagonizadas por gente corriente, que busca su lugar en el mundo, como usted y como yo.

Lepage nos lleva de Quebec a Alemania, de all¨ª a Londres y a Nicaragua en un abrir y cerrar de ojos, con un juego escenogr¨¢fico alambicado y una interpretaci¨®n proteica de nueve actores capaces de desenvolverse en cuatro lenguas. Entre ellos figuran el canario Carlos Belda y la valenciana Nuria Garc¨ªa, que tiene duende.

Algunas de estas historias son conmovedoras: la de la cantante amn¨¦sica que intenta recordar la voz de su padre, la de la librera que cura sus alucinaciones con poes¨ªa, la de la chavalita inmigrante prostituida salvajemente... A otras les sobran metraje, meandros y alg¨²n cambio escenogr¨¢fico largo y laborioso que al p¨²blico del estreno, puesto en pie para ovacionar, pareci¨® no pesarle.