La tierra o la misa
El Obispado de Lugo abandona en Santiso una parroquia por el litigio de un campo
La misa en la parroquia de Ribadulla est¨¢ en venta. Su precio: un terreno propiedad de los vecinos desde hace 41 a?os. El campo da festa es la moneda de cambio que ha impuesto el Obispado de Lugo a los feligreses si quieren que el cura Carlos Goyanes Carballal siga sirvi¨¦ndoles como pastor de la iglesia. Tras el "no" rotundo de los vecinos al chantaje de la Di¨®cesis, los 162 habitantes de esta parroquia del ayuntamiento coru?¨¦s de Santiso se quedaron ayer sin su misa dominical.
"Est¨¢bamos avisados", ironizaban los lugare?os. Tras la ¨²ltima Eucarist¨ªa, hace dos domingos, dos p¨¢rrocos que ejercen su oficio en la zona les comunicaron el ultim¨¢tum del Obispado, se llevaron las ostias y apagaron la luz del sagrario. "Aqu¨ª ya no hay simbolog¨ªa cristiana, esto es un local social, pero no vamos a dejar que nos roben nada m¨¢s", advierten los vecinos. Todos ellos personalizan el conflicto en el hombre que fue su sacerdote durante los ¨²ltimos 32 a?os, con quien siempre mantuvieron, aseguran, una "muy buena relaci¨®n".
El terreno fue cedido a los vecinos tras la inundaci¨®n de Ribadulla en 1967
"Somos herejes, nos tendremos que pasar a Bin Laden", bromean los afectados
Los terrenos que reclama la Iglesia son propiedad de los lugare?os desde que en 1967 las aguas del embalse de Portodemouros anegaron el templo y el cementerio de la parroquia. La empresa hidroel¨¦ctrica Moncabril cedi¨® la propiedad a los vecinos para restituir los da?os que caus¨® la construcci¨®n del pantano. De todo aquello, s¨®lo queda el cruceiro de piedra que descansa unos metros m¨¢s arriba del antiguo lugar de Ribadulla. All¨ª mismo lo acompa?a un austero templo construido por los vecinos con ladrillos y madera, y una casa rectoral abandonada -porque el cura vive en Melide-, todo ello "propiedad de la Iglesia cat¨®lica", como reza una certificaci¨®n notarial datada en 2007. El mismo documento dice que el terreno que hay justo enfrente del templo es propiedad de la Asociaci¨®n Vecinal de Ribadulla. El colectivo puso los 2.462 metros cuadrados de esa finca, el campo da festa, a nombre de las 29 familias que viv¨ªan en la parroquia.
"No vamos a renunciar a lo que es nuestro", afirma convencido Alfonso Mouri?o, uno de los improvisados alba?iles que, hace unos a?os, construy¨® por amor al arte las puertas de la iglesia. Y hay m¨¢s. Benedicto Garc¨ªa cuenta que, despu¨¦s de la inundaci¨®n, tambi¨¦n fueron los vecinos quienes llevaron las pocas piedras que se salvaron del antiguo templo al nuevo terreno. Duraron poco all¨ª. "El cura anterior las vendi¨®", dice con sorna mientras comparte risas con otros paisanos. Ayer, 40 de ellos se reunieron ante la iglesia a las diez de la ma?ana como cada domingo. Se hab¨ªan enterado por los peri¨®dicos de que el Obispado de Lugo aseguraba, en un comunicado dirigido s¨®lo a los medios de comunicaci¨®n, que "la misa nunca dejar¨ªa de celebrarse por cuestiones simplemente monetarias".
"Por razones monetarias no, pero por razones inmobiliarias, ya ves...", denunciaban los lugare?os quienes, sorprendidos e indignados, acusan al p¨¢rroco de faltarles al respeto e intentar robarles. Aun as¨ª, no pierden el sentido del humor. "Somos herejes totales, nos tendremos que pasar a Bin Laden", bromeaban.
El Obispado de Lugo se escuda en el derecho can¨®nico para explicar el litigio en Ribadulla. "Mientras la comuni¨®n entre el sacerdote y el pueblo siga rota, no se puede celebrar la Eucarist¨ªa", explicaba ayer un portavoz episcopal. La Di¨®cesis "no pretende hacerse con la propiedad de ning¨²n terreno que no sea suyo", a?ad¨ªa el comunicado, dando por sentado que el campo da festa le pertenece. "Que denuncien al juzgado, pero que no nos chantajeen", critican los vecinos, quienes aprovechar¨¢n el Magosto que celebrar¨¢n el pr¨®ximo s¨¢bado para escoger a dos representantes que dialoguen con el Obispado.
Por ahora, Ribadulla s¨®lo tendr¨¢ misa en caso de entierro. Mientras tanto, el cura Goyanes sigue en casa cumpliendo ¨®rdenes de la Di¨®cesis: "Es el Obispado quien reclama los terrenos y quien me orden¨® que no volviera a la iglesia de la parroquia".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.