Luis Mateo D¨ªez reincide en el desaf¨ªo de la novela corta

Tal fue la fascinaci¨®n irresistible por las novelas cortas que sinti¨® de joven, que ha escrito 12 en los ¨²ltimos 10 a?os. Bajo el t¨ªtulo gen¨¦rico de Las f¨¢bulas del sentimiento, Luis Mateo D¨ªez (Villablino, Le¨®n, 1942) ha terminado un ciclo con la publicaci¨®n de Los frutos de la niebla (Alfaguara), que engloba tres novelas cortas donde las atm¨®sferas de intriga y desasosiego conforman una parte esencial de la narrativa.

"La novela corta", se?ala este autor y acad¨¦mico de verbo pausado, "representa el reto m¨¢s dif¨ªcil para un escritor, es un desaf¨ªo de la perfecci¨®n. Siempre me gust¨® este g¨¦nero porque me di cuenta de que brillantes escritores, con una obra voluminosa, hab¨ªan dado en ¨¦l lo mejor de s¨ª mismos y alcanzado el resplandor l¨ªmite de sus mundos. Fue el caso de Tolstoi, de Conrad, de James o de Kafka, entre los novelistas extranjeros; o de P¨¦rez Gald¨®s, entre los espa?oles. Una obra maestra y un ejemplo de novela corta la encontramos en La metamorfosis, de Kafka".

A pesar de su devoci¨®n por este g¨¦nero literario, Luis Mateo D¨ªez ha cultivado tambi¨¦n la novela larga y el cuento y ha logrado crear un universo literario propio. "Es cierto", aclara, "que en las tres novelas cortas de Los frutos de la niebla intent¨® transmitir una atm¨®sfera misteriosa e inquietante y, en realidad, mis ambientes ser¨ªan como el espejo de mis personajes. En ese sentido, me gusta situar mis narraciones en unas ciudades imaginarias, que podr¨ªan ser del norte de Espa?a o de Europa, detenidas en el pasado y donde m¨¢s que el tiempo parece que reina la eternidad. En una palabra, la atm¨®sfera es un personaje m¨¢s de mis novelas".

La desgracia de un hombre como enfermedad contagiosa, la radicalidad extrema de unos adolescentes o el retrato de una mujer condenada a una injusta supervivencia configuran los hilos conductores de las tres piezas narrativas de Los frutos de la niebla con la que Luis Mateo D¨ªez cierra el ciclo de novelas cortas.

Confiesa este escritor, que nunca quiso convertir la literatura en una profesi¨®n y que trabaj¨® como funcionario hasta su jubilaci¨®n el a?o pasado, que toma dos decisiones b¨¢sicas antes de ponerse a escribir un libro. "Tengo que resolver el g¨¦nero y el t¨ªtulo antes de empezar a fabular. Resulta curioso, pero la narraci¨®n que llevo en la cabeza me pide un g¨¦nero determinado y, por otro lado, sin t¨ªtulo ando perdido".

Declarado admirador de Georges Simenon, "por su creaci¨®n de atm¨®sferas, sobre todo", y aficionado a describir los paisajes desde un punto de vista sensorial y hasta f¨ªsico, el acad¨¦mico leon¨¦s est¨¢ persuadido de que el paso del tiempo acent¨²a las sensaciones del recuerdo, es decir, olores, gustos y sabores.

Mientras prepara nuevos proyectos, Luis Mateo D¨ªez hace balance de sus siete a?os como miembro de la Real Academia Espa?ola y explica que los creadores literarios como ¨¦l aportan "su condici¨®n de francotiradores del lenguaje que van m¨¢s all¨¢ de lo debido en vocablos o en sintaxis"."Tengo que resolver el t¨ªtulo antes de empezar, sin ¨¦l ando perdido"