La decisi¨®n no satisface ni a emigrantes ni a refugiados

La forma en que el Gobierno ha desarrollado la Ley de Memoria Hist¨®rica para que los hijos y los nietos de los espa?oles que abandonaron el pa¨ªs entre 1936 y 1955 puedan acceder a la nacionalidad no satisface completamente a las organizaciones de descendientes de exiliados ni a las de descendientes de emigrantes.

Ludivina Garc¨ªa, ex eurodiputada socialista y presidenta de la Asociaci¨®n de Descendientes del Exilio, recalca que ella est¨¢ a favor del acceso de los hijos y nietos de los emigrantes a la nacionalidad, antes de a?adir: "Nos preocupa que la mezcla entre la emigraci¨®n econ¨®mica y el exilio pueda confundir a los j¨®venes respecto al concepto exilio. El exilio fue pol¨ªtico, no econ¨®mico. No se puede reescribir la historia en un texto legal". No obstante, Garc¨ªa prefiere esperar a la publicaci¨®n de la instrucci¨®n anunciada por el Ministerio de Justicia antes de adelantar m¨¢s juicios.

Desde Buenos Aires, Guillermo Garc¨ªa, coordinador de Hijos y Nietos de Espa?oles, organizaci¨®n que agrupa a descendientes de emigrantes, tambi¨¦n est¨¢ atento a que la instrucci¨®n aparezca en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. Para ¨¦l, el problema reside en que los hijos y nietos de las mujeres que emigraron antes de 1936 han sido discriminados.

"Ellos no tienen padres espa?oles de origen porque, hasta la Constituci¨®n de 1978, las mujeres no pod¨ªan transmitir la nacionalidad", explica. "Es verdad que lo aprobado por el Consejo de Ministros recupera la nacionalidad para los descendientes de las espa?olas que emigraron a partir de 1936, pero pervive una discriminaci¨®n de g¨¦nero respecto a las que salieron antes del pa¨ªs. Y la emigraci¨®n m¨¢s fuerte hacia Am¨¦rica se produjo antes de ese a?o".

La inclusi¨®n de los emigrantes en la Ley de Memoria Hist¨®rica sorprendi¨® a muchos, pero a?adirle a quienes emigraron durante la Rep¨²blica parece imposible.