Lo tradicional
Estamos en d¨ªas de Santos y Difuntos, y las tiendas chinas ofrecen un surtido escalofriante de flores artificiales y caretas y disfraces, combinando el cuidado cristiano de las tumbas y la aterradora diversi¨®n cinematogr¨¢fica de Hollywood, Halloween, para morirse de risa, la muerte convertida en juego infantil y juerga adulta. Somos una provincia imperial americana, aunque todav¨ªa no nos pongamos en Halloween, como hacen en el centro del Imperio, m¨¢scaras de Obama y McCain y Palin, mientras oigo en la radio que Obama pierde ventaja y McCain gana votos. Quiz¨¢ todav¨ªa se cumpla la profec¨ªa de Morrisey, el antiguo cantante de los Smith, que en su canci¨®n America is not the world cantaba en 2004: "Am¨¦rica, tierra de la libertad y las oportunidades, pero donde el presidente nunca es negro, mujer o gay".
Respetando la tradici¨®n de pensar estos d¨ªas en la muerte, la Consejer¨ªa de Salud de la Junta difunde en v¨ªsperas de Halloween los resultados de una encuesta sobre la actitud de los andaluces ante el morir. De las respuestas de 2.400 personas consultadas en 174 n¨²cleos urbanos se desprende que ocho de cada diez andaluces "rechazan la prolongaci¨®n artificial de la vida", seg¨²n informaba el jueves en estas p¨¢ginas Joaqu¨ªn Mayordomo. La encuesta sobre la muerte y otros asuntos en este tiempo de muertos, en el que felizmente no acaba nunca de llover, deja tambi¨¦n testimonio de la constancia en sus opiniones de los andaluces: una encuesta de junio de 2007, publicada en septiembre, ya certificaba que, "en caso de no existir m¨ªnimos de calidad", ocho de cada diez andaluces prefer¨ªan "no prolongar la vida de forma artificial".
Aquella encuesta de 2007 prologaba la presentaci¨®n del anteproyecto de ley sobre la muerte digna, como la encuesta de 2008 posiblemente prologue la tramitaci¨®n del anteproyecto, aunque en 2008 ha desaparecido la exigencia de "m¨ªnimos de calidad". Henry Kissinger sostiene que, en contra de lo que dicen la literatura y el cine de esp¨ªas, los expertos en informaci¨®n secreta no gu¨ªan la actuaci¨®n de los pol¨ªticos, sino que sus informes avalan las decisiones previas de los gobernantes, de la misma manera que los pol¨ªticos encargan encuestas para respaldar sus actos. Voy a citar el libro de Kissinger al que me refiero, del que ya he hablado un par de veces y que me parece una gran lectura: Diplomacia, de Ediciones B, traducido en 1996 por M¨®nica Utrilla.
Pero vuelvo a Halloween, fiesta de las caretas g¨®ticas. ?Por qu¨¦ tienen los dirigentes del PP ese gusto por ponerse en cuanto ven la ocasi¨®n la careta de franquistas, aunque sea una careta de franquistas liberales, moderados, civilizados, es decir, de posfranquistas que no han pasado por el antifranquismo? El alcalde de Almer¨ªa, Luis Rogelio Rodr¨ªguez-Comendador, ha levantado un templete en honor de todos los enterrados en el cementerio de San Jos¨¦, una manera de responder a los ciudadanos que ped¨ªan un monolito en recuerdo de los muertos por los franquistas despu¨¦s de la guerra, all¨ª mismo, donde hay una fosa com¨²n de fusilados. El templete es por todos los enterrados en el lugar, pero presume que todos son cristianos y graba una cruz en la losa. Y, recuperando las tradiciones, hoy, d¨ªa de los Difuntos, el obispo de la di¨®cesis oficiar¨¢ una misa, seg¨²n contaba en este peri¨®dico ayer, d¨ªa de los Santos, M. J. L¨®pez D¨ªaz.
Existen en Espa?a, por lo menos, dos memorias hist¨®ricas del pasado inmediato: la franquista y la de la oposici¨®n al franquismo. No creo que nadie niegue hoy las proezas de los sublevados que en 1936 se impusieron la misi¨®n de aniquilar a todo aquel que no apoyara la sublevaci¨®n de Franco y sus militares: la diferencia est¨¢ en que unos justifican la haza?a y otros la consideran cr¨ªmenes imprescriptibles. En el contenido de los hechos todos estamos b¨¢sicamente de acuerdo.
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