Los 'otakus' se expanden
Miles de 'fans' de la cultura japonesa invaden el XIV Sal¨®n del Manga
No importa que sea una simple gorra de la ni?a Arale, una placa con s¨ªmbolos de la serie Naruto o un elaborado disfraz de uno de los protagonistas de la saga de videojuegos Final fantasy: la visita al Sal¨®n del Manga, que acaba hoy en L'Hospitalet, es mejor para un otaku -fan del c¨®mic nip¨®n y todo lo referido a la cultura japonesa- si se va disfrazado: "Es condici¨®n indispensable; te lo pasas mejor, haces un poco el loco y te diviertes", asegura Francisco, madrile?o de 23 a?os que por segundo consecutivo asiste al festival. La mayor¨ªa de los visitantes, llegados de toda Espa?a, optan por el cosplay para divertirse m¨¢s en su visita o por un motivo m¨¢s pr¨¢ctico: la entrada de un d¨ªa es gratis si se va disfrazado. Los m¨¢s elaborados se batieron en el concurso de cosplay, uno de los actos m¨¢s seguidos del festival. Entre el p¨²blico triunfaron un baile de las siete Bolas de drag¨®n y un ni?o de unos siete a?os que interpret¨® al protagonista de la serie, Son Goku.
"Me gastar¨¦ entre 200 y 300 euros en el sal¨®n", reconoce un visitante
El manga, sin embargo, no es un g¨¦nero s¨®lo reservado a ni?os y adolescentes. Prueba de ello es una de las obras presentadas en el festival: Eagle, la forja de un presidente (Ediciones Gl¨¦nat), una historia de ficci¨®n pol¨ªtica escrita en 1998. Mucho antes de que Barack Obama fuera proclamado candidato dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos, el mangaka Kaiji Kawaguchi ya imagin¨® un candidato "diferente" a la Casa Blanca: un americano de origen asi¨¢tico. "Pens¨¦ simplemente que ser¨ªa una historia interesante", explica Kawaguchi, que visit¨® el viernes el Sal¨®n del Manga para presentar la primera parte de su libro. Eagle cuenta los entresijos de una campa?a electoral y del complicado sistema de elecci¨®n americano: "Le pregunt¨¦ a un senador dem¨®crata si alg¨²n d¨ªa un asi¨¢tico podr¨ªa ocupar la presidencia de la Casa Blanca. 'Imposible', me respondi¨®", recuerda. Su obra triunf¨® en Estados Unidos -donde se la compar¨® con la serie de televisi¨®n El ala oeste de la Casa Blanca- y ahora desembarca en Espa?a gracias a la editorial Gl¨¦nat, que publicar¨¢ los cinco vol¨²menes de Eagle a raz¨®n de un libro cada dos meses."Me gustar¨ªa que el c¨®mic nip¨®n fuera le¨ªdo por gente de todas las culturas, religiones y lugares del mundo", concluye.
Siguiendo los deseos de Kawaguchi, los otakus ya hace a?os que superaron las fronteras de Jap¨®n y desembarcaron en Catalu?a, donde existe incluso la Federaci¨®n de Otakus (FOC), que vive su fiesta anual en el Sal¨®n del Manga. "Al principio est¨¢bamos escondidos, pero hay que exteriorizar la afici¨®n y compartirla con otra gente", celebra su secretario, Javier Maldonado.
Pese a que la FOC apenas cuenta con 50 afiliados en Barcelona, la mayor¨ªa de los visitantes al sal¨®n se definen como otakus y en ¨¦l encuentran su para¨ªso. "Aprovecho para hacer el gasto del a?o en figuritas y DVD", dice Miquel, un joven de 20 a?os. Algunos invierten parte del sueldo en esta afici¨®n "Me gastar¨¦ entre 200 y 300 euros, y a¨²n es poco", explica Carlos, de Elche.
Ma?ana, acabado el sal¨®n, guardar¨¢n sus disfraces en el armario y colocar¨¢n las figuras en los estantes, pero su vida seguir¨¢ igual. Como explica Maldonado, "el ser otaku es una afici¨®n, no una forma de ser".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.