Los l¨ªderes sindicales reh¨²yen reunirse con Miguel Sebasti¨¢n

Espa?a vive una grave situaci¨®n econ¨®mica y no es momento de fotos ni de andar cultivando las apariencias. Esta es la reflexi¨®n de los l¨ªderes sindicales y los responsables de la patronal que ha motivado que rechacen participar el lunes en la reuni¨®n a la que les convoc¨® el viernes por la tarde el ministro de Industria, Miguel Sebasti¨¢n.

El ministerio hab¨ªa convocado hac¨ªa m¨¢s de dos semanas un encuentro con los interlocutores habituales de la Mesa del Di¨¢logo Social para tratar medidas de pol¨ªtica industrial. Pero el viernes el ministro de Industria decidi¨® que para darle mayor relevancia al encuentro fueran los n¨²meros uno de sindicatos y patronal quienes asistieran: C¨¢ndido M¨¦ndez, por UGT; Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, por CC OO; Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, por CEOE, y Jes¨²s B¨¢rcenas, de CEPYME.

CC OO, UGT y la patronal no ven en el Ejecutivo un buen programa anticrisis

M¨¦ndez y Fidalgo pidieron el lunes a Zapatero una pol¨ªtica industrial

En la noche del viernes, seg¨²n fuentes de todas las partes convocadas, los invitados hicieron saber al ministro que no acudir¨ªan ya que "no es momento de fotos sino de establecer un plan de trabajo, un m¨¦todo y, sobre todo, de contenidos". Dichas fuentes reconocen que Miguel Sebasti¨¢n, entendi¨® de inmediato el mensaje y volvi¨® al formato inicial: una reuni¨®n de trabajo discreta.

Los sindicatos se?alan que "no es una desautorizaci¨®n sino un aviso" para que en un momento en el que la destrucci¨®n de empleo es galopante no se exhiba ante la opini¨®n p¨²blica una "pol¨ªtica de escaparate" o, como dir¨ªan los cl¨¢sicos, "fuese y no hubo nada".

Los encuentros entre el Gobierno y los agentes sociales, sin embargo, se est¨¢n produciendo. Los sindicatos y la patronal precisan que las reuniones con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, no se conocen hasta uno o dos d¨ªas despu¨¦s de celebrarse. Eso es lo que ocurri¨® esta semana despu¨¦s de que el lunes M¨¦ndez y Fidalgo acudieran a una cena en la Moncloa en la que, adem¨¢s de Zapatero, participaron el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, el director de Gabinete del presidente, Jos¨¦ Enrique Serrano, y el director de Oficina de la Moncloa, Javier Vall¨¦s. D¨ªaz Ferr¨¢n acudi¨® en representaci¨®n de la CEOE al d¨ªa siguiente porque esa noche se encontraba fuera de Espa?a.

En esa reuni¨®n, los sindicatos ya advirtieron de que la prioridad deb¨ªa ser la pol¨ªtica industrial, por lo que lo fundamental no era tanto incentivar a las empresas para que contrataran, sino articular instrumentos que detengan la destrucci¨®n de empleo. Espa?a es un pa¨ªs que del mismo modo que tiene facilidad para crear empleo en ¨¦pocas de crecimiento, lo tiene para destruirlo cuando llega una etapa de recesi¨®n. Tanto el Gobierno como los agentes sociales son conscientes de que la crisis ha entrado en su momento ¨¢lgido al afectar a todos los sectores, con la cruda manifestaci¨®n del exponencial aumento del desempleo.

Precisamente de los incentivos a las empresas era de lo que con m¨¢s profundidad quer¨ªa hablar el Gobierno en su reuni¨®n con los agentes sociales. Los sindicatos empezaron a alarmarse por cuanto estiman prioritario centrarse en la pol¨ªtica industrial y, con urgencia, mirar hacia Catalu?a, que est¨¢ siendo atacada con especial virulencia por la destrucci¨®n de puestos de trabajo.

A pesar de que el buen clima se mantiene en las relaciones del Gobierno con sindicatos y patronal, ¨¦stos empiezan a preocuparse porque no ven en el Ejecutivo un programa de medidas eficaces para atajar los problemas m¨¢s acuciantes. Ya es imparable la movilizaci¨®n que las centrales sindicales catalanas preparan para el martes 4 de noviembre ante el goteo incesante de expedientes de regulaci¨®n de empleo: m¨¢s de 420 en pocas semanas, y todos del sector industrial.

En este contexto, el Ministerio de Industria presenta sus planes a patronal y sindicatos y ha programado para esta misma semana contactos con las industrias m¨¢s afectadas por la crisis, como Nissan. El c¨ªrculo negro del Gabinete socialista se cierra con el hostigamiento que le prepara la oposici¨®n parlamentaria. Desde esta misma semana, el PP, por un lado, y de otro, Izquierda Unida y los partidos nacionalistas se disponen a acosar al Gobierno de Zapatero.

En primer lugar, van a pedir la comparecencia urgente del presidente para que rinda cuentas por el retroceso de la econom¨ªa espa?ola un 0,2% respecto al trimestre anterior. Tras Zapatero le llegar¨¢ el turno al vicepresidente econ¨®mico, Pedro Solbes, que ser¨¢ interpelado semanalmente. Tambi¨¦n tendr¨¢n que dar explicaciones en el Parlamento los ministros de Econom¨ªa y de Trabajo, Miguel Sebasti¨¢n y Celestino Corbacho.

En ese clima de acoso parlamentario a un Gobierno sin aliados pol¨ªticos estables, adquiere para Zapatero mayor importanciala buena relaci¨®n con los sindicatos y la patronal. Pero aunque la voluntad de colaboraci¨®n se mantiene, el riesgo de desencuentros es elevado en un contexto econ¨®mico que tanto los agentes sociales como el Gobierno consideran de incertidumbre.

No hay varitas m¨¢gicas ante una crisis que ha sido m¨¢s acelerada de lo previsto y que se caracteriza por una gran complejidad, resultado de una suma de elementos sin precedentes. "Es muy complicado realizar previsiones a medio plazo sobre la evoluci¨®n de la crisis porque los modelos no ofrecen un diagn¨®stico", se?alan fuentes gubernamentales.