Se busca l¨ªder para la 'otra izquierda'
A dos semanas de la Asamblea de IU, no hay sucesores claros de Llamazares
La doble llave de una caja fuerte sintetiza el conflicto cainita que se vive en Izquierda Unida. Hace justo un a?o, la tercera fuerza pol¨ªtica espa?ola celebr¨® elecciones primarias para elegir al que ser¨ªa su candidato a las generales del 9-M. Se enfrentaban dos aspirantes -Gaspar Llamazares, que fue quien gan¨®, y Marga Sanz, presentada por el PCE- y los militantes tuvieron tres semanas para enviar su voto por correo. Las sacas que conten¨ªan esos votos permanecieron, hasta el d¨ªa de su apertura, guardadas en una caja fuerte de un despacho de la sede de IU. Pero no las custodiaba la organizaci¨®n: los responsables de una de las dos candidaturas ten¨ªan la llave de la caja fuerte; la otra candidatura, la del despacho. As¨ª, ninguna pod¨ªa por s¨ª misma hacerse con las sacas y alterar el resultado.
El c¨®nclave puede dar lugar a la refundaci¨®n de IU o a su escisi¨®n
Hay tres propuestas distintas de l¨ªnea pol¨ªtica. Los militantes escoger¨¢n
Esa desconfianza entre hermanos ha marcado la vida de una formaci¨®n que ha fracasado en su intento de llevar a la pr¨¢ctica la unidad de sus siglas. Y ahora se recrudece ante la celebraci¨®n, los pr¨®ximos d¨ªas 15 y 16, de la IX Asamblea Federal, que debe elegir una nueva direcci¨®n y al sustituto de Llamazares. La incertidumbre es total: a dos semanas vista, a¨²n no hay candidatos.
La Asamblea puede suponer la "refundaci¨®n" de IU -como propone el ya dimitido coordinador, que quiere abrirla a "otros espacios de la izquierda"-, o su escisi¨®n, porque algunos llamazaristas sugieren que, si el n¨²cleo duro del PCE se impone, ellos podr¨ªan abandonar la organizaci¨®n creada en 1986. Y llega ocho meses despu¨¦s de la aciaga noche electoral del 9-M, de la que IU sali¨® con los peores resultados de su historia: casi un mill¨®n de votos (se fugaron 300.000) y, merced a la nada favorable ley electoral, s¨®lo un diputado y medio (el segundo, compartido con ICV).
A menos de dos semanas de ese hist¨®rico c¨®nclave es imposible adivinar qui¨¦nes ser¨¢n los aspirantes a dirigir IU. "En otras ocasiones tambi¨¦n se ha apurado el tiempo, el problema es que ahora hay tanto conflicto, incluso en el seno de cada familia, que es dif¨ªcil pararse y decir: 'Y de nosotros, ?a qui¨¦n proponemos como candidato?", explica un miembro del llamazarismo.
Porque las opciones se han ampliado. Entre los dos grupos que han vivido enfrentados los ¨²ltimos a?os -los partidarios del coordinador y el n¨²cleo duro del PCE, enemistados hasta llegar a los cortes de manga en alguna reuni¨®n del Consejo Pol¨ªtico- se ha colocado un tercer grupo formado por ex llamazaristas de la direcci¨®n y apoyado en tres federaciones: Madrid, Catalu?a y Arag¨®n. Por eso pronto se le colg¨® el mote de N-II (carretera que une esos territorios), y ese grupo ha acabado convirti¨¦ndose en bisagra: quien se gane su apoyo gana las votaciones en IU.
La N-II ha sido determinante, por ejemplo, para que este grupo y el PCE acordaran un reparto de delegados para la Asamblea que los llamazaristas tachan de "antidemocr¨¢tico" porque los deja a ellos en minor¨ªa, apoy¨¢ndose, dicen, en un censo de militantes "inflado" en determinados territorios. La ¨²ltima cifra aprobada (pendiente a¨²n de impugnaciones) es de 50.000 militantes en Espa?a. Se ha asumido, de este modo, la paradoja de aprobar un reparto de delegados definitivo en funci¨®n de un censo provisional. La bronca lleg¨® hasta un juzgado, que dirime si hubo o no irregularidades mientras el proceso sigue adelante.
Las tres familias abogan por la unidad pero no ocultan su casi total falta de sinton¨ªa: cada grupo, por ejemplo, emite a menudo notas de prensa por separado, no s¨®lo sobre cuestiones internas sino tambi¨¦n para comentar la actualidad: la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, el conflicto social en Bolivia, la memoria hist¨®rica... Como si no fuesen de la misma organizaci¨®n. Como si no hubiese una l¨ªnea pol¨ªtica ¨²nica.
De hecho, sobre el papel no la hay: cuando hace tres meses se reunieron para pactar un documento oficial que resumiera la posici¨®n pol¨ªtica de IU en la Asamblea Federal, desistieron ante la falta de consenso: hubo que presentar tres documentos distintos, uno por familia. Con el consiguiente l¨ªo, porque cada texto puede dar lugar a enmiendas de la militancia en las agrupaciones locales, y est¨¢ por ver si a la Asamblea llegar¨¢ una s¨ªntesis de todos o un abanico de propuestas que dar¨¢ lugar a otro debate.
Sin embargo, la cercan¨ªa del c¨®nclave empieza a aclarar las cosas. Los cr¨ªticos de la N-II, que deshicieron la ya fr¨¢gil mayor¨ªa de Llamazares, podr¨ªan recular si ven que el PCE se hace demasiado fuerte. "Tenemos preparado el freno de mano: queremos una lista ¨²nica, pero si el PCE se encierra pactaremos con Gaspar. El miedo a una involuci¨®n -y que el PCE recuperara todo el poder en IU lo ser¨ªa- puede volver a acercarnos", admite un dirigente del grupo bisagra. Otro es m¨¢s prudente: "Gaspar pec¨® de soberbia, por eso nos alejamos. El an¨¢lisis que hizo de los resultados electorales fue kafkiano; tendr¨ªa que haber dimitido, y todos con ¨¦l. Pero es cierto que la militancia, con la que est¨¢ cayendo fuera, reclama unidad. Veremos si es posible".
Los llamazaristas alegan que una dimisi¨®n del coordinador en marzo habr¨ªa dado lugar a "un aquelarre" en IU. Y aguardan los movimientos de la N-II. El PCE habla de buscar una "direcci¨®n colegiada", trata de templar ¨¢nimos, pero advierte: "A la Asamblea no podemos llegar como si aqu¨ª no hubiera pasado nada. Porque ha pasado, y mucho". El lema de esa cita clave ser¨¢ Respuestas por la izquierda. Los tres grupos esperan que las respuestas vengan de la militancia.
?Qu¨¦ har¨¢ Rosa Aguilar?
Si hay una persona que infunde respeto en IU -a veces, mezclado con desconfianza- es Rosa Aguilar, alcaldesa de C¨®rdoba. Muchos esperaban que se postulase para suceder a Gaspar Llamazares, pero tras el descalabro electoral ella lo dej¨® claro: "En ning¨²n caso estoy dispuesta a ser coordinadora general de IU". Ahora la duda ya no es si dirigir¨¢ IU, sino si seguir¨¢ en la organizaci¨®n o se ir¨¢. La semana pasada, en la cadena SER, zanj¨® con ambig¨¹edad: "Tengo derecho a ver lo que pasa en la Asamblea". "Rosa no se est¨¢ planteando en este momento si se va de IU. Ni si se queda", matiz¨® su portavoz.
Descartada Aguilar, entre los llamazaristas empiezan a perfilarse otros posibles candidatos: la madrile?a In¨¦s Saban¨¦s o el navarro F¨¦lix Taberna son, en este momento, los m¨¢s citados. En el sector del PCE, la valenciana Marga Sanz, el madrile?o Enrique Santiago o el andaluz Diego Valderas; y en la llamada N-II hay quien se?ala al senador catal¨¢n Joan Josep Nuet y al dirigente de IU en Catalu?a Jordi Miralles. "Saldr¨¢ el que menos odio genere", auguran las tres familias.
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