El exorcista polaco
Un dybbuk, en la tradici¨®n hebraica, es un alma instalada en un cuerpo ajeno. Este espect¨¢culo sombr¨ªo y brutal de Krzysztof Warlikowski cuenta la posesi¨®n de una joven por su prometido muerto, para evitar que se case con otro. Salom¨®n Ansky, su autor, jud¨ªo ruso, socialista y revolucionario, habla de almas gemelas, de la memoria del futuro, de conversaciones con los muertos y de gente que hace lo que debe hasta el fin.
La puesta en escena de Warlikowski, seca, rotunda como un gancho de izquierdas, encadena im¨¢genes de tormenta con una m¨²sica desasosegante. Es m¨¢s impactante que la que Andrej Wajda hizo en el festival de Edimburgo, hace dos d¨¦cadas. Tras la ceremonia exorcista, fracasada, los dos amantes marchan desnudos al t¨¢lamo, donde el director empalma, nunca mejor dicho, el drama de Ansky con un relato de Hanna Krall sobre un hombre pose¨ªdo por su hermanastro.
EL DYBBUK
De S. Ansky y H. Krall. Director: Krzysztof Warlikowski. Matadero de Madrid. Hasta hoy, 3 de noviembre.
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