La desafecci¨®n de M¨¢laga
El a?o que se viv¨ªa aburridamente en el Ayuntamiento de M¨¢laga ha saltado en mil pedazos. El alcalde, Francisco de la Torre, ha denunciado que desde "Sevilla hay un distanciamiento y una incomprensi¨®n a los proyectos de M¨¢laga que subyace como una cultura o un sustrato de fondo". Y ha advertido que no es un problema de ahora, sino que son ya "tres d¨¦cadas sin entender la potencialidad de M¨¢laga" desde la Administraci¨®n regional. El problema no lo tiene con los sevillanos. La referencia del alcalde a Sevilla s¨®lo es administrativa. Sevilla como sede de la Junta, esa instituci¨®n que "desde el inicio nunca supo entender la potencialidad de M¨¢laga como ciudad del conocimiento porque la autonom¨ªa que nac¨ªa no ten¨ªa esa sensibilidad".
El alcalde de M¨¢laga recuerda al presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, cuando dio la voz de alarma sobre el riesgo de "desafecci¨®n" de Catalu?a con el resto de Espa?a: "Hay que evitar un alejamiento de Catalu?a que podr¨ªa ser irreversible". El presidente catal¨¢n hizo estas manifestaciones quej¨¢ndose por las infraestructuras en esa comunidad, tras el caos de la red de cercan¨ªas y los problemas con las obras del AVE, as¨ª como por las incertidumbres que se ce?¨ªan sobre el Estatuto catal¨¢n. Habl¨® de que la desatenci¨®n inversora hacia Catalu?a ten¨ªa bases reales como "para sentir cabreo, recelo, escepticismo y pesimismo".
Se podr¨ªa pensar que exagero con la comparaci¨®n, pero no deben de existir muchos ayuntamientos en Espa?a que hayan aprobado en un pleno municipal -como hizo el pasado jueves el de M¨¢laga- una moci¨®n que insta textualmente al presidente de la comunidad aut¨®noma "a que deje de utilizar criterios interpretativos no reglados, en muchos casos de car¨¢cter arbitrario, para pretender colocar un cors¨¦ al futuro de M¨¢laga". Una moci¨®n que reclama al presidente de la Junta que cumpla la Constituci¨®n. Y que el detonante de todo ello -la gota que ha colmado el vaso, seg¨²n De la Torre- haya sido el informe de impacto medio ambiental realizado por la Junta sobre el PGOU dise?ado por el gobierno local, donde se declaran inviables proyectos significativos que afectan a unas 8.000 viviendas.
De la Torre tiene razones y argumentos para quejarse de actuaciones partidistas de la Junta en M¨¢laga, pero elegir un informe medioambiental anunciado hace un a?o para elevar la confrontaci¨®n a nivel institucional y darle a ello tintes hist¨®ricos es una exageraci¨®n. Construir por encima de la circunvalaci¨®n, en un suelo no urbanizable y especialmente protegido por riesgo de erosi¨®n; levantar 4.000 viviendas en las m¨¢rgenes del r¨ªo Campanillas o descartar un puerto deportivo en el paseo mar¨ªtimo, son algunos de los proyectos invalidados por la Administraci¨®n regional. Y deber¨ªa reconocer el alcalde que, cuando menos, son actuaciones discutibles.
Por este informe, De la Torre y su concejal de Urbanismo han acusado a la Junta "de paralizar y bloquear" el desarrollo de la segunda ciudad andaluza. Y de hacerlo adem¨¢s por inter¨¦s partidista. El alcalde de M¨¢laga, desde que lleg¨® a la alcald¨ªa, encontr¨® un acomodo muy agradable en el victimismo. Una estrategia que le ha dado indudables r¨¦ditos electorales. Desde hace alg¨²n tiempo, confunde adem¨¢s los intereses de su gobierno con los intereses de la ciudad y da categor¨ªa de proyecto de ciudad a inversiones de car¨¢cter privado que, a veces, son adem¨¢s especulativas por m¨¢s que nos digan que esas plusval¨ªas revierten en la ciudad. La Junta, por su parte, confunde en demasiadas ocasiones los intereses del partido que lo sustenta con las actuaciones de una instituci¨®n que debe gobernar para todos. Y utiliza a sus cargos institucionales como ariete de oposici¨®n a De la Torre. Pero de ah¨ª a alentar una desafecci¨®n hist¨®rica de M¨¢laga con Sevilla hay un trecho, el que separa la raz¨®n del disparate.
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