"He aprendido a domar mi car¨¢cter"
"?Y t¨² qu¨¦ has ganado?". El exabrupto que le solt¨® a Javier Aguirre por estas fechas hace un a?o todav¨ªa persigue a Maniche (Lisboa, 30 a?os). Supersticioso, huye de los gatos negros como de la peste, y muy educado, el centrocampista portugu¨¦s no parece la bestia que socav¨® los cimientos del vestuario del Atl¨¦tico. "He redimido mis pecados", dice.
Pregunta. Vaya fama gasta.
Respuesta. Tengo una personalidad poco com¨²n y a veces no encuentro las mismas respuestas pol¨ªticamente correctas que el resto para expresar mi opini¨®n. S¨ª, me calent¨¦ y le dije cosas que no deb¨ªa al m¨ªster delante de los compa?eros. Quise expresar que antes que dar espect¨¢culo hay que ganar. Me equivoqu¨¦ en las formas. No cont¨¦ hasta diez, quiz¨¢s me ten¨ªa que haber mordido la lengua... Aunque por otro lado, tengo dos hijas y s¨¦ que, aunque les d¨¦ la misma educaci¨®n, no me van a salir iguales. Pues imag¨ªnese con un equipo de f¨²tbol.
"Todas las noches leo la Biblia. La tengo siempre conmigo. Me anima y me da fuerza"
"Ben¨ªtez parece dirigir robots. Jugar en Anfield es horrible por el ruido que hacen"
P. ?Le cost¨® reconocer su error?
R. Hay que tener humildad y saber cu¨¢ndo has metido la pata. Lo que ocurri¨® levant¨® mucha tensi¨®n. No hab¨ªa condiciones para que me quedara. Era lo mejor para Javier y para m¨ª. Los dos necesit¨¢bamos separarnos un tiempo para recobrar la tranquilidad. A la vuelta del verano, le ped¨ª perd¨®n p¨²blicamente. No fue tan dif¨ªcil. Ahora me miro en el espejo y tengo la conciencia tranquila. He madurado y soy otra persona. A¨²n as¨ª, he aprendido a domar mi car¨¢cter. Para eso me ayuda mucho leer la Biblia. La tengo conmigo siempre. Me anima y me da fuerzas. Todas las noches leo una p¨¢gina.
P. ?Alg¨²n pasaje preferido?
R. La par¨¢bola del hijo pr¨®digo, que se va de casa dando un portazo, y luego el padre le perdona...
P. Y eso que en verano le ense?aron la puerta de salida.
R. Pese a que era casi imposible, mi ¨²nica opci¨®n era seguir aqu¨ª. No me plante¨¦ quedarme en el Inter, pese a la llegada de Mourinho. Hubo muchas ofertas, pero ninguna cubr¨ªa mi salario [2,4 millones de euros anuales]. Y Aguirre me dio la oportunidad. No me guarda rencor. Fuimos sinceros, le jur¨¦ que respetar¨ªa todas sus decisiones.
P. Da la impresi¨®n de que es un futbolista sin rumbo. Rusia, Londres, Madrid...
R. Cuando llegu¨¦ al Chelsea tuve una lesi¨®n de pubis y me tuve que operar... ?Pero sabe otra cosa que hice mal? Que tras ganar la Champions dej¨¦ el Oporto y me fui al Dinamo de Mosc¨² sin pensar. Era un contrato muy bueno, por cinco a?os y para no hacer nada m¨¢s. Me equivoqu¨¦. A los cinco meses no quer¨ªa jugar m¨¢s all¨ª. Me di cuenta de que el dinero no lo es todo en la vida. Me promet¨ª que no volver¨ªa a hacer locuras. Ahora me paso el d¨ªa en casa, tranquilo, valoro m¨¢s las cosas.
P. ?Lo har¨ªa si no le hubieran castigado por su insubordinaci¨®n?
R. Me hubiera sabido mejor haberme quedado en el Atl¨¦tico y cumplir el objetivo de entrar en la Champions. Llegu¨¦ a Mil¨¢n con una sensaci¨®n desagradable por lo que hab¨ªa pasado. Pero me trataron muy bien. Aprend¨ª a convivir con los dem¨¢s. Su presidente, Moratti, crey¨® en m¨ª, me acept¨® cuando mi fama dec¨ªa que era un incorregible. Me ense?¨® a no ser ego¨ªsta. A ser yo mismo. Y encima gan¨¦ la Liga.
P. ?C¨®mo llev¨® ver la Eurocopa por televisi¨®n?
R. Fue un desastre. No esperaba quedarme fuera de la convocatoria, sabiendo que fue por cuestiones que nada tienen que ver con el f¨²tbol.
P. El Atl¨¦tico not¨® su ausencia en el centro del campo.
R. Puede ser una coincidencia. Lo que no se puede negar es que la temporada pasada, cuando todav¨ªa estaba, hicimos 36 puntos en la primera vuelta. Est¨¢bamos entre los tres primeros. Despu¨¦s de irme no s¨¦ qu¨¦ pas¨®, el f¨²tbol es una inc¨®gnita.
P. Encajan muchos goles en los primeros minutos.
R. Lo hemos hablado: tenemos que entrar m¨¢s vivos, estar m¨¢s listos. Les damos muchas ventajas a los rivales. Lo damos todo, pero no actuamos como equipo. Tenemos que jugar como amigos.
P. ?Aunque sea en casa del Liverpool?
R. Rafa Ben¨ªtez parece dirigir robots, pero si no cometemos errores infantiles podemos sacar algo provechoso. Aunque jugar en Anfield es horrible. Hacen tanto ruido que no te enteras de lo que dice el de al lado.
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