Holanda pide a Sarkozy estar en la cumbre financiera como Espa?a

"Lo que no me cabe en la cabeza es estar de pie. En alguna silla hay que estar", ironiz¨® ayer el jefe del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, cuando se le pregunt¨® por la posibilidad de que el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, le ceda una de las dos sillas a las que Francia tiene derecho en la Cumbre del 15 de noviembre en Washington, como miembro del G-7 y presidente de turno de la UE.

El problema es que, como en el juego de las sillas, hay m¨¢s aspirantes que asientos en la reuni¨®n que debe poner en marcha la reforma del sistema financiero mundial. Y que la demanda espa?ola, como era previsible, ha despertado las envidias de otros Gobiernos, que tampoco estaban invitados. Como Holanda que, seg¨²n confirmaron ayer fuentes comunitarias, se ha dirigido a Sarkozy para trasladarle su deseo de estar en Washington, siguiendo el ejemplo de Espa?a. O Polonia, que ha contactado directamente con los anfitriones de la Cumbre, la Administraci¨®n de EE UU.

El PIB de Holanda es aproximadamente la mitad del espa?ol, pero en cambio tiene una renta per c¨¢pita muy superior. Adem¨¢s, forma parte del G-10, un club a mitad de camino entre el G-7 (integrado por los pa¨ªses m¨¢s ricos) y el G-20 (el G-7 m¨¢s las econom¨ªas emergentes), que se ha tomado como paraguas para la Cumbre del 15 de noviembre. Para rizar el rizo, los miembros del G-10 son en realidad 11 (el G-7 m¨¢s Holanda, Suecia, B¨¦lgica y Suiza), pero su relaci¨®n con las finanzas internacionales es innegable, pues su principal actividad es la reuni¨®n que los presidentes de sus bancos centrales celebran cada dos meses en Francfort (Alemania). Holand¨¦s es el primer banco europeo en volumen de dep¨®sitos, ING, al que su Gobierno ha debido inyectar 10.000 millones de euros. El segundo es el Santander.

Respecto a Polonia, su PIB representa el 30% del espa?ol, pero podr¨ªa hacer valer su apoyo a la Administraci¨®n de Bush en asuntos pol¨¦micos como la guerra de Irak o el escudo antimisiles.

El Gobierno espa?ol espera que el viernes, en el Consejo Europeo extraordinario de Bruselas, Sarkozy ofrezca alguna f¨®rmula que permita a Espa?a, y probablemente tambi¨¦n a Holanda, estar en Washington.

El presidente franc¨¦s ya ha dado alg¨²n indicio al ceder un asiento en la delegaci¨®n francesa al ministro de Finanzas de la Rep¨²blica Checa, pa¨ªs que presidir¨¢ la UE en el primer semestre de 2009. Pero Madrid rechaza esa f¨®rmula, pues no incluye el derecho a intervenir en los debates, reservado al jefe de cada delegaci¨®n. Y Zapatero no quiere ser un invitado de piedra, sino tener un asiento con voz propia.

Ayer, en la rueda de prensa conjunta con el jefe del Gobierno espa?ol, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, asegur¨® que se sentir¨¢ "muy satisfecho" si Espa?a participa en la Cumbre de Washington, pero dej¨® claro que ¨¦l no es el organizador.

?Qui¨¦n lo es entonces? Frente a las declaraciones de Sarkozy, que ha derivado p¨²blicamente cualquier responsabilidad hacia la Administraci¨®n de Bush, Zapatero considera que los coorganizadores son EE UU, como pa¨ªs anfitri¨®n, y la UE, como impulsora de la idea. Y agrega que Espa?a, un pa¨ªs "europeo y europe¨ªsta", debe acudir con el aval de la Uni¨®n. Es decir, a propuesta de su presidente de turno, Sarkozy.

Todos los apoyos que Zapatero ha recibido hasta ahora (de los primeros ministros de Reino Unido y Portugal, Gordon Brown y Jos¨¦ S¨®crates; o de los presidentes de Brasil, Chile, Argentina y El Salvador) son importantes, pero no dan derecho a sentarse en Washington.