Una fr¨ªa y estilizada Kate Winslet
La actriz ha cambiado sus redondeces del pasado por una imagen que recuerda a Catherine Deneuve
Once a?os despu¨¦s de que sus redondeces cautivaran al p¨²blico en Titanic, Kate Winslet se ha transmutado en una fr¨ªa y estilizada rubia platino para la ¨²ltima portada de la revista Vanity Fair en la edici¨®n inglesa. La actriz brit¨¢nica aparece espectacular en su posado al estilo de la protagonista de Belle de Jour (1967), pero esa imagen que tanto recuerda a una joven Catherine Deneuve no ha levantado pasiones entre sus compatriotas. Principalmente porque la estrella resulta casi irreconocible, cual vampiresa que ha perdido varios kilos en el empe?o.
Muy orgullosos de una de sus principales exportaciones al cine del otro lado del Atl¨¢ntico, los brit¨¢nicos identifican a Winslet como una artista que ha logrado imponer su talento -acumula cinco nominaciones al Oscar- por encima de las r¨ªgidas imposiciones est¨¦ticas del universo hollywoodiense. Se trata en realidad de una mujer muy guapa, pero sus medidas nunca se hab¨ªan acercado hasta ahora a la peligrosa talla cero que tanto gusta en la meca del celuloide. Hace cinco a?os, ella misma amonestaba p¨²blicamente a la revista GQ por manipular unas fotograf¨ªas suyas para mostrarla mucho m¨¢s delgada y con unas piernas de longitud inveros¨ªmil.
Desde entonces, la actriz ha hecho frente com¨²n con su amiga Emma Thompson en la denuncia del uso y abuso del photoshop, la t¨¦cnica digital que permite erradicar de una imagen la m¨¢s m¨ªnima imperfecci¨®n f¨ªsica. En su condici¨®n de madres, ambas aduc¨ªan el efecto pernicioso entre la juventud de ese perverso mecanismo que maquilla la realidad. Las dos se declararon indignadas cuando, tiempo despu¨¦s, el cartel publicitario de la pel¨ªcula Arturo mostraba a una Keira Knightley dotada de unos pechos m¨¢s exuberantes que los propios.
Los resultados de la sesi¨®n fotogr¨¢fica con Steven Meisel para Vanity Fair fueron sometidos a ligeros retoques que "suavizaron" el cutis de Kate Winslet (aquejada de acn¨¦, seg¨²n su confesi¨®n), aunque "en absoluto corrigieron su cuerpo", seg¨²n subray¨® un portavoz de la publicaci¨®n estadounidense para atajar suspicacias.
En la entrevista que acompa?a al reportaje gr¨¢fico, la actriz se muestra cercana al revelar las inseguridades sobre su f¨ªsico que le condicionaron desde la adolescencia: "Nunca tuve grandes ambiciones de fama. Era gorda y no conoc¨ªa a ninguna actriz gorda y famosa. No me ve¨ªa en ese mundillo para nada. Si fuiste una ni?a gorda, siempre lo ser¨¢s". Todav¨ªa hoy, afianzado el ¨¦xito a sus 33 a?os, admite que le preocupa su imagen, aunque precisa que "como a cualquier otra persona".
Estas confesiones, y el glamuroso despliegue fotogr¨¢fico que las acompa?a, forman parte de la campa?a de promoci¨®n de sus dos nuevos filmes, cuyo estreno est¨¢ previsto en Estados Unidos el pr¨®ximo diciembre: Revolutionary Road, de Sam Mendes, y The Reader, que mostrar¨¢ a una Kate Winslet avejentada gracias a los milagros del maquillaje.
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