Del Rey abajo, todos por la sede

Desde que el pasado 13 de julio, en Par¨ªs, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero presentara la candidatura de Barcelona como sede de la Secretar¨ªa General de la organizaci¨®n euromediterr¨¢nea, toda la maquinaria diplom¨¢tica del Estado, del Rey abajo, se ha movilizado con este objetivo.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, no s¨®lo se llev¨® el dossier Barcelona a sus giras por el Magreb y Oriente Pr¨®ximo, 10 pa¨ªses en total, sino que suscit¨® el asunto cada vez que tuvo ocasi¨®n, de Copenhague a Ankara.La semana pasada realiz¨® gestiones telef¨®nicas desde El Salvador y el mismo lunes, en Marsella, se reuni¨® con sus hom¨®logos de Francia e Italia, as¨ª como con representantes de la CE y Malta. En esta tarea ha contado con dos escuderos: los secretarios de Estado para la Uni¨®n Europea, Diego L¨®pez Garrido, y de Pol¨ªtica Exterior, ?ngel Lossada, quien visit¨® hace dos semanas T¨²nez para intentar cerrar un acuerdo que diera la sede a la capital catalana y el puesto de secretario general a un ¨¢rabe.

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero recab¨® apoyos aprovechando las cumbres internacionales que se han sucedido a lo largo de los ¨²ltimos meses, de Bruselas a Pek¨ªn, mientras que don Juan Carlos utiliz¨® sus relaciones personales con jefes de Estado. Por ejemplo, con el rey de Jordania.

Las fuentes consultadas reconocen que, por momentos, el resultado parec¨ªa desalentador, pues casi todos expresaban su simpat¨ªa por Barcelona, pero casi nadie compromet¨ªa su voto. El primer objetivo fue asegurarse que no se materializara la candidatura de Marsella, anunciada por sorpresa 24 horas despu¨¦s de la cumbre de Par¨ªs. Teniendo en cuenta el peso de Francia, que ejerce la presidencia de turno de la UE y el hecho de que la decisi¨®n deb¨ªa tomarse en dicha ciudad, se trataba de una opci¨®n ventajista. El Gobierno franc¨¦s ofreci¨® garant¨ªas de que era una iniciativa de las autoridades locales, que no contaba con el aval de Par¨ªs.

El rival m¨¢s peligroso

El rival m¨¢s peligroso era, sin embargo, T¨²nez, pues exist¨ªa el compromiso de que la secretar¨ªa se ubicar¨ªa en un pa¨ªs del sur, si hab¨ªa consenso suficiente. En vez de combatir directamente dicha candidatura, la diplomacia espa?ola se esforz¨® en asegurarse que los pa¨ªses del sur apoyaran Barcelona como segunda opci¨®n. Es decir, si T¨²nez no prosperaba. En la reuni¨®n de la Liga ?rabe celebrada a finales de octubre en El Cairo no hubo consenso para apoyar a T¨²nez y eso abri¨® las puertas a Barcelona. La candidatura de T¨²nez se retir¨® pocos d¨ªas despu¨¦s.

A¨²n hab¨ªa algunos riesgos. Por ejemplo, que la falta de acuerdo sobre otros asuntos, como el estatuto de la Liga ?rabe, obligara a aplazar la elecci¨®n de la sede, lo que permitir¨ªa que surgieran nuevas candidaturas. O que alguno de los pa¨ªses que apoyaban a T¨²nez vetara a Barcelona por despecho, lo que dar¨ªa el triunfo a Malta o a una tercera opci¨®n. Al final, la capital catalana se llev¨® el gato al agua. Porque no vale tanto ser gracioso, como caer en gracia.