Un liderazgo de cart¨®n-piedra
Ha quedado definitivamente rota la coalici¨®n que acordaron en 1991 el PP y la Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN) para repartirse la representatividad pol¨ªtica en el ¨¢mbito estatal y europeo (a favor de los populares) y en la dimensi¨®n auton¨®mica y municipal (en beneficio del partido foralista). El pacto implicaba la autodisoluci¨®n en el Viejo Reino de los populares, que hab¨ªan concurrido hasta entonces a los comicios auton¨®micos con m¨¢s pena que gloria bajo su anterior marca de Alianza Popular: "El PP era UPN en Navarra -resum¨ªa Rajoy el s¨¢bado en Diario de Navarra- y UPN era el PP en Madrid y Bruselas". Una imprecisa cl¨¢usula a?adida en diciembre de 2007 al acuerdo de 1991 permit¨ªa a los representantes del partido foralista en el Congreso y el Senado votar al margen de la disciplina del grupo parlamentario si los intereses de Navarra estuviesen en juego.
La gestora para la refundaci¨®n del PP en Navarra hace irreversible su ruptura con UPN
La coalici¨®n fue un ¨¦xito. UPN pas¨® a ser el partido m¨¢s votado en las auton¨®micas, un logro valios¨ªsimo mientras el art¨ªculo 29 de la Ley de Amejoramiento -modificado posteriormente en este punto- asegur¨® el poder de la Comunidad Foral a la formaci¨®n que atravesara primero la l¨ªnea de llegada: excepto los 14 meses del tripartito de 1994 presidido por los socialistas, los foralistas han gobernado Navarra durante los ¨²ltimos 17 a?os. En las Cortes Generales, el Grupo Parlamentario Popular se ha visto acrecido por dos de los cinco diputados y tres de los cuatro senadores de Navarra.
Sin embargo, la feliz pareja se ha disuelto a la primera bronca. Todo empez¨® con la orden dada el pasado 10 de octubre por una abrumadora mayor¨ªa del Comit¨¦ Pol¨ªtico de UPN a sus parlamentarios en Madrid para que se abstuvieran en la votaci¨®n de la enmienda del PP a la totalidad de los Presupuestos. Rajoy amenaz¨® con la ruptura del pacto si los foralistas segu¨ªan adelante con su prop¨®sito. Tras el pleno presupuestario celebrado el 22 de octubre, la direcci¨®n del Grupo Parlamentario Popular sancion¨® con una multa a Carlos Salvador, el diputado de UPN que hab¨ªa obedecido a su partido, por romper la disciplina de voto; los foralistas, por su lado, incoaron expediente con suspensi¨®n de militancia a Santiago Cervera, el diputado navarro rebelde que hab¨ªa votado, en cambio, la enmienda a la totalidad del PP.
El PP anunci¨® de forma unilateral hace una semana que daba por liquidado el acuerdo con UPN y abr¨ªa tienda propia en la Comunidad Foral. En efecto, ayer se constituy¨® la gestora de la resucitada rama navarra de los populares en el Viejo Reino. Las primeras adhesiones proceden de las filas foralistas: desde el veterano Jaime Ignacio del Burgo hasta varios concejales elegidos en mayo de 2007, pasando por el diputado Cervera, dos de los tres senadores y el ¨²nico eurodiputado de UPN. El milagro de la multiplicaci¨®n de los peces es una especialidad exclusiva del Lago Tiberiades: los futuros militantes y electores del PP en Navarra ser¨¢n restados seguramente de los censos de UPN, sin que parezca probable que la suma de los votos de ambos partidos cosechados por separado iguale los resultados logrados por la coalici¨®n a partir de 1991.
En el ej¨¦rcito de reemplazo, los suboficiales veteranos sol¨ªan recomendar a los j¨®venes sargentos encargados de la instrucci¨®n que se apresurasen a ordenar descanso a los biso?os quintos tan pronto como se olieran que los fatigados reclutas empezaban a acariciar la idea de sentarse en el suelo sin pedirles permiso. Aunque Cospedal -elegida secretaria general en el Congreso de Valencia celebrado el pasado julio- tenga la excusa de su poca experiencia en el mando de tropa, Rajoy hubiese debido a estas alturas de su larga carrera percibir a tiempo las se?ales del amotinamiento navarro y darle al conflicto una salida diplom¨¢tica.
Desde su derrota en las elecciones legislativas del 9-M, el presidente del PP ha ejercido un liderazgo de cart¨®n-piedra: los gestos autoritarios de Rajoy revelan tanto la susceptibilidad enfermiza de su amor propio herido como la escasa fortaleza de un car¨¢cter mal preparado para la adversidad pol¨ªtica. La jactancia machista del l¨ªder popular -"todav¨ªa me visto por los pies"- al anunciar la ruptura con UPN ofender¨¢ a Cospedal y a las militantes del PP pero s¨®lo har¨¢ re¨ªr al p¨²blico.
El grave pecado cometido por UPN -sancionado por Rajoy con la excomuni¨®n- fue llegar a un entendimiento con los socialistas para gobernar sin mayor¨ªa absoluta en solitario a fin de evitar una alternativa formada por el PSOE y Nafarroa Bai. La Comunidad Foral se incorpora, as¨ª pues, a los territorios donde los populares quedan marginados si no consiguen la mayor¨ªa absoluta. No se trata s¨®lo de las comunidades con presencia nacionalista cuasi-hegem¨®nica (como Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco) o significativa (como Canarias y Galicia). El espacio del PP ya se vio en peligro hace unos a?os por la competencia de Unidad Alavesa; y las actuales alianzas territoriales con el PSOE del Partido Regionalista de Cantabria, el Par en Arag¨®n y Uni¨® Mallorquina hablan m¨¢s del futuro que del pasado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.