?frica se paraliza para seguir a 'su' candidato
Los escenarios de la "guerra contra el terrorismo" basculan entre el escepticismo y la esperanza de cambio
?frica, tantas veces apartada de todo, se siente ahora en el centro del mundo con su candidato, Barack Obama. Todo el planeta est¨¢ pendiente de EE UU, incluido los escenarios principales de la "guerra contra el terrorismo" lanzada por George W. Bush, donde los comicios se siguen con m¨¢s escepticismo.
- Kenia es 'Obamaland'. En Kogelo, el pueblo keniano en el que reside la abuela paterna de Barack Obama, se celebraba ayer por la tarde una misa para rezar por su ¨¦xito en las elecciones. La poblaci¨®n, tomada por periodistas hasta el punto de que la polic¨ªa se ha visto obligada a bloquear el acceso a la casa de la familia, ten¨ªa previsto rezar durante toda la noche. Seg¨²n explic¨® el hermanastro del senador, Malik Obama, la familia ha reservado una vaca para sacrificarla en la celebraci¨®n de la eventual victoria del dem¨®crata. En toda la zona keniana ya conocida como Obamaland, de donde proced¨ªa el padre de Obama, se celebr¨® incluso una votaci¨®n simb¨®lica, en la que su hijo predilecto arras¨®: obtuvo el 98% de los votos, frente al 2% de John McCain.
Europa espera el retorno del cosmopolitismo a la pol¨ªtica estadounidense
Muchos kenianos se aprestaban en Nairobi a agruparse para pasar la noche frente al televisor y algunos hab¨ªan decidido pedir vacaciones en el trabajo el mi¨¦rcoles para celebrar la supuesta victoria de su hermano.
- Fervor en toda ?frica. Si para los kenianos Obama es de los suyos, para el resto de africanos, tambi¨¦n. En el imaginario del continente ya se ha colocado inmediatamente despu¨¦s de Nelson Mandela.
En Nigeria, por ejemplo, se celebr¨® una cena en la que se recaud¨® casi un mill¨®n de euros destinados a movilizar al electorado en EE UU. En Camer¨²n se ha compuesto una canci¨®n reggae en su honor, que ocupa los primeros puestos entre las m¨¢s escuchadas. En Ghana, ahora en periodo electoral, los p¨®sters del norteamericano se mezclan con los de los candidatos locales. Y en Sur¨¢frica, al igual que en Kenia (aunque de forma m¨¢s comedida) muchos quedaron con amigos y se dispon¨ªan a pasar la noche ante los televisores o a asistir a fiestas para celebrar el acontecimiento hist¨®rico.
- Cinismo en Pakist¨¢n. Aunque oficialmente se trata de un aliado de EE UU, los paquistan¨ªes han seguido la campa?a con cierta dosis de escepticismo. Y eso a pesar de que los medios de comunicaci¨®n locales le han prestado bastante atenci¨®n. La mayor¨ªa parec¨ªa convencida de que ganara quien ganara ayer es improbable que la pol¨ªtica norteamericana hacia su pa¨ªs vaya a cambiar mucho. Tanto los islamistas como las clases medias liberales se muestran bastante cr¨ªticos con la "guerra contra el terrorismo" y la forma en que Washington les trata. Sienten como una gran hipocres¨ªa que el pa¨ªs que dice defender la democracia y los derechos humanos se acomode a sus dictadores y obvie las consecuencias que apoyarles tiene para los paquistan¨ªes. Est¨¢n convencidos de que el enfoque militarista que EE UU ha adoptado hacia Pakist¨¢n y Afganist¨¢n ha agravado el conflicto y extendido la radicalizaci¨®n. Aunque ninguno de los dos candidatos ha ofrecido una verdadera alternativa, cualquiera de ellos era percibido como mejor que Bush.
- Afganist¨¢n, con Obama. Si los afganos hubieran tenido la oportunidad de votar, no lo hubieran dudado. Obama era ya su candidato el pasado abril, cuando The Senlis Council (una ONG que promueve el cultivo legal de opio en Afganist¨¢n) realiz¨® una encuesta y la nominaci¨®n dem¨®crata a¨²n no se hab¨ªa decantado entre ¨¦l y Hillary Clinton. El 69% le daba su apoyo frente a s¨®lo un 5% para McCain. Como en otros lugares de la regi¨®n, el candidato conservador representaba la continuidad de las pol¨ªticas de Bush a quien se percibe como responsable de los desastrosos resultados de la intervenci¨®n estadounidense que derrib¨® al r¨¦gimen talib¨¢n.
- Divisi¨®n en Irak. La brecha que la intervenci¨®n estadounidense ha abierto en Irak se ha manifestado tambi¨¦n en las preferencias de los iraqu¨ªes respecto a qu¨¦ candidato les favorecer¨¢ m¨¢s. Aquellos m¨¢s cr¨ªticos con la presencia de las tropas norteamericanas en su suelo (sadristas, baazistas y otros nacionalistas), se inclinaban por el m¨¢s alejado de Bush, con la esperanza de un cambio de rumbo. Sin embargo, quienes desean su permanencia (como los kurdos), tend¨ªan a preferir a McCain, temerosos de que Obama vaya a prestarles menos atenci¨®n.
En los medios de comunicaci¨®n la atenci¨®n se centra en el acuerdo de seguridad que mantendr¨¢ a las tropas en Irak durante la mayor parte de la legislatura del nuevo presidente. "El resultado no va a tener un efecto directo sobre el futuro de Irak", justificaba el director de Azzaman, uno de los principales peri¨®dicos de Bagdad. El Gobierno iraqu¨ª ha pedido a Washington algunos cambios en el pacto antes de someterlo a la aprobaci¨®n del Parlamento, pero la respuesta no puede esperar al elegido porque el mandato de la ONU expira el 31 de diciembre.
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