El jefe del Ej¨¦rcito colombiano presenta su renuncia
El general Mario Montoya dimite por el asesinato de 11 j¨®venes
El jefe del Ej¨¦rcito colombiano, general Mario Montoya, renunci¨® ayer a su cargo en medio de un esc¨¢ndalo de ejecuciones extrajudiciales cometidas supuestamente por miembros de la instituci¨®n. El alto oficial, con una fulgurante carrera, tom¨® la decisi¨®n cinco d¨ªas despu¨¦s de que el presidente, ?lvaro Uribe, realizara una purga de 27 oficiales y suboficiales del Ej¨¦rcito, entre ellos tres generales, por la muerte de 11 j¨®venes. A ra¨ªz del esc¨¢ndalo, Uribe cuestion¨® a la jerarqu¨ªa militar por su negligencia en el control de la tropa y en la investigaci¨®n de los casos.
Los j¨®venes hab¨ªan desaparecido en enero en Soacha, en los alrededores de Bogot¨¢, y sus cuerpos fueron hallados a 400 kil¨®metros de distancia, como muertos en combate con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Una investigaci¨®n sobre el terreno, ordenada por el Ministerio de Defensa, dej¨® al descubierto graves fallos en los procedimientos de las brigadas, que incumpl¨ªan la doctrina militar b¨¢sica, y casos de corrupci¨®n. Seg¨²n el informe, al que ha tenido acceso la revista Semana, en las "operaciones" en las que supuestamente hab¨ªan muerto los j¨®venes de Soacha no hubo trabajo previo de inteligencia, se realizaron de noche y los mandos ni siquiera estaban al corriente.
Un d¨ªa despu¨¦s de recibir el informe, el 24 de octubre, el presidente Uribe, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el jefe de las Fuerzas Armadas, general Freddy Padilla, anunciaban la criba del Ej¨¦rcito, que no tiene precedentes y que dej¨® descabezadas dos divisiones.
El caso Soacha enfureci¨® a Uribe no s¨®lo por el desgaste que supone para las Fuerzas Armadas, sino tambi¨¦n porque el presidente hab¨ªa defendido a rajatabla al Ej¨¦rcito frente a las denuncias de ejecuciones que sal¨ªan a la luz. La purga quer¨ªa enviar a los militares un mensaje de "tolerancia cero" frente a las violaciones de los derechos humanos. Los tres generales eran destituidos no por estar implicados en los casos, sino por negligencia. Uno de ellos, Roberto Pico, era un hombre pr¨®ximo a Montoya, que se enter¨® de las destituciones un par de horas antes de que se hicieran p¨²blicas. "Estoy seguro de que mis tropas han cumplido con la ley y con las directivas presidenciales de respeto a los derechos humanos", dijo ayer el general Montoya, que pidi¨® que se respete la presunci¨®n de inocencia de los militares. "He pasado 39 a?os en el servicio a mi pa¨ªs, y hoy puedo decir que este viaje ha llegado a su fin".
Montoya, que ascendi¨® a la jefatura del Ej¨¦rcito en 2006, ve truncado con este esc¨¢ndalo una carrera que hab¨ªa cosechado importantes ¨¦xitos en la guerra contra las FARC, entre ellos la Operaci¨®n Jaque, que rescat¨® a Ingrid Betancourt y a otros 14 secuestrados. De hecho, su nombre se perfilaba para el cargo de comandante de las Fuerzas Armadas. Medios cercanos a Defensa auguran que habr¨¢ nuevos cambios. Seg¨²n el diario El Tiempo, otros cuatro generales podr¨ªan renunciar en apoyo de Montoya.
La Fiscal¨ªa colombiana investiga 657 denuncias de ejecuci¨®n extrajudicial que involucran a 688 militares. De ellos han sido condenados 43. Los casos de "falsos positivos" (asesinatos de j¨®venes a los que se hace pasar por guerrilleros, para inflar las estad¨ªsticas y lograr recompensas) se han multiplicado. "No todos los falsos positivos son tales", dicen fuentes de Defensa. "Hay errores y hay denuncias falsas por parte de c¨ªrculos cercanos a las FARC, pero tambi¨¦n casos reales, y a por ellos vamos. Queremos blindar el sistema". Para las ONG de derechos humanos, el Gobierno ha tardado demasiado en reaccionar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.