Samba y travesura

A¨²n no hay fecha para la publicaci¨®n en Espa?a de Mar¨¦, pero convendr¨ªa que se la fueran buscando. A sus 43 a?os, la de Porto Alegre anda ya por su noveno ¨¢lbum, inmersa en un periodo de plenitud vocal y creativa. Casi todo el repertorio in¨¦dito son¨® anoche en un escenario, ay, de escenograf¨ªa pueril: una caracola en un extremo, un gran pa?o azul con pulpos y delfines como fondo. Los mejores aplausos los arrancaron cl¨¢sicos como Esquadros, Mais feliz o Vai saber. Pero en una primera aproximaci¨®n al nuevo repertorio parecieron notables Seu pensamento o la intrigante Teu nome mais secreto, en la que Continentino, espl¨¦ndido, pareci¨® tomarle prestada la guitarra a Ry Cooder.

Calcanhotto ha interiorizado las ense?anzas del samba y la bossa, pero es de esa generaci¨®n que no se priva de introducir novedades por su cuenta. Sus m¨²sicos intercambian los instrumentos con gesto de permanente travesura (?era un pijama lo que luc¨ªa Lancellotti?) e introducen destellos electr¨®nicos que sazonan sin resultar impertinentes. Adriana es algo hier¨¢tica, pero su garganta le bast¨® para seducir al patio de butacas. Y a la portuguesa M¨ªsia, que se qued¨® cuatro d¨ªas en Madrid para poder acompa?arla en un bis que casi nadie habr¨ªa so?ado.