Yma Sumac, prodigiosa cantante peruana
Triunf¨® en los cincuenta con discos de cuidado exotismo
Yma Sumac, poderosa cantante peruana, falleci¨® el s¨¢bado 1 de noviembre en Los ?ngeles (California) tras meses de batalla con un c¨¢ncer de colon. Sumac, de 86 a?os, caus¨® sensaci¨®n en los cincuenta por su registro vocal y sus discos de exotismo latino.
Siempre estuvo rodeada por el misterio. Algunos de los enigmas eran de creaci¨®n propia, como su fecha de nacimiento: como tantas personas, se quitaba a?os. Su biograf¨ªa parec¨ªa calculada para pasmar a los estadounidenses, su principal mercado: se proclamaba princesa inca, descendiente del emperador Atahualpa. No faltaron quienes denunciaron aquello como una supercher¨ªa: se inventaron que hab¨ªa nacido en Brooklyn y que su nombre real era Amy Camus (Yma Sumac al rev¨¦s).
Aceptemos la versi¨®n oficial; que se llamaba Zoila Emperatriz Ch¨¢varri del Castillo y que vino al mundo en Ichoc¨¢n (Cajamarca) el 10 de septiembre de 1922. Que desarroll¨® sus facultades vocales imitando el canto de los p¨¢jaros y que debut¨® en la radio de Lima en 1942. Ese mismo a?o se cas¨® con Mois¨¦s Vivanco, compositor y director de orquesta.
Tras la II Guerra Mundial, se instalaron en Nueva York, formando el Inca Taky Tr¨ªo con Cholita Rivera. La fenomenal voz de Yma no pas¨® inadvertida y en 1950 fich¨® por Capitol Records. Los cazatalentos sab¨ªan lo que hac¨ªan: la experiencia b¨¦lica hab¨ªa despertado curiosidad por las culturas que consideraban ex¨®ticas, especialmente las polinesias.
Con Yma Sumac, Capitol encontr¨® un fil¨®n propio: el exotismo suramericano. Producida por un experto, Lex Baxter, ella brill¨® con Voice of the Xtabay (1950). Posteriormente, grab¨® con otro famoso director de orquesta, Billy May. Su repertorio consist¨ªa en canciones andinas y composiciones de Vivanco, aunque tambi¨¦n se subi¨® al carro de los ritmos afrocubanos con el maravilloso Mambo! (1955).
Vestida, peinada y maquillada como Hollywood pod¨ªa imaginar a una princesa inca, ofrec¨ªa un espect¨¢culo dif¨ªcil de olvidar. Aseguraba abarcar cinco octavas de rango vocal, y lo demostraba cantando como mezzosoprano, contralto, soprano dram¨¢tico o bajo. Tuvo menos dominio sobre su vida privada: se divorci¨® de Vivanco tras descubrir que era padre de hijos fuera del matrimonio, y se volvieron a casar.
Cuando el p¨²blico estadounidense se cans¨® de sus historias de v¨ªrgenes sagradas, cholos traicioneros y rituales andinos, busc¨® nuevos mercados. Se hizo enormemente popular en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, donde grab¨® en directo (1961) con la Sinf¨®nica del Bolsh¨®i. Perdido el rumbo musical, incluso se acerc¨® al rock con Miracles (1972).
Aunque continu¨® actuando espor¨¢dicamente por EE UU, Per¨² y Canad¨¢, se alej¨® de los estudios; s¨ª acept¨® trabajar con el productor Hal Willner en Stay awake (1987), una colecci¨®n de reinvenciones de melod¨ªas de Disney.
En los noventa, la moda del lounge provoc¨® que Sumac fuera sampleada y remezclada; su voz apareci¨® en anuncios y en pel¨ªculas de culto como El gran Lebowski. Ella parec¨ªa mirar con cierta sospecha ese resurgir de inter¨¦s. A diferencia de otros personajes lounge recuperados en edad crepuscular, como el mexicano Esquivel, no quiso entrar al trapo de la modernidad. Por el contrario, s¨ª volvi¨® a Per¨² para recibir medallas y homenajes.
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