Los republicanos inician la traves¨ªa del desierto
Se abre la lucha para liderar el partido, descabezado y en minor¨ªa en el Congreso
El Partido Republicano ha perdido, por primera vez desde 1992, el control de la Casa Blanca y las dos c¨¢maras del Congreso en un mismo periodo. Desde 2006 no cuenta con mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes y el Senado. Ahora, tras la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales, deber¨¢ abandonar tambi¨¦n el Ejecutivo. Mientras abren un periodo de reflexi¨®n, los conservadores, carentes de liderazgo, se preparan para una dif¨ªcil traves¨ªa del desierto pol¨ªtico.
En EE UU no existe la figura de l¨ªder de la oposici¨®n. Mientras dura la campa?a presidencial, el candidato toma simb¨®licamente las riendas de su partido. Desde el mi¨¦rcoles, tras su derrota, John McCain ha abandonado este cometido y se ha retirado a descansar con su familia en su rancho de Sedona. Su futuro inmediato est¨¢ en el Senado, donde le quedan todav¨ªa dos a?os de legislatura como representante por Arizona.
Cuando, el mi¨¦rcoles, la candidata a la vicepresidencia Sarah Palin regres¨® a su Estado de Alaska, una multitud la recibi¨® al grito de "2012", en referencia al a?o en que se volver¨¢n a celebrar elecciones presidenciales. En esta campa?a las bases conservadoras han comparado a Palin con el presidente Ronald Reagan, por el hecho de ser gobernadora, por su telegenia y por su conservadurismo en asuntos sociales.
En su discurso de despedida, en Phoenix, McCain dijo que Palin ser¨ªa "una nueva voz" a escuchar dentro del partido. De ella depende ahora si quiere proyectar esta voz con una candidatura a la presidencia en las primarias de 2011. Por ahora, en una entrevista concedida al canal de noticias CNN, ni ha confirmado ni ha desmentido que estos planes se le pasen por la cabeza. "2012 me parece tan lejano que no puedo imaginarme lo que estar¨¦ haciendo entonces", dijo. Palin se enfrenta, adem¨¢s, a la reelecci¨®n como gobernadora de Alaska en 2010.
Palin no lo tendr¨ªa f¨¢cil para liderar su partido en 2012. La gobernadora es popular entre las bases religiosas evang¨¦licas, una bolsa de 80 millones de votantes, pero el ala moderada del partido la considera poco capacitada. El ex secretario de Estado Colin Powell cit¨®, entre las razones para apoyar a Barack Obama, la elecci¨®n de Palin por parte de McCain. El pasado mi¨¦rcoles, en una entrevista, dijo: "Veo d¨®nde nos equivocamos: no nos adherimos a las esperanzas, los sue?os y las ambiciones de la gente de Am¨¦rica".
Powell fue el primero en entonar el mea culpa en esta era post-Bush. El actual presidente ha dejado a su partido con la mayor derrota en voto popular desde 1964, el a?o en que Lyndon Johnson venci¨® a Barry Goldwater. Las p¨¦rdidas en el Senado y la C¨¢mara de Representantes han sido tambi¨¦n antol¨®gicas.
Una de las m¨¢s significativas es la de Elizabeth Dole, una veterana del partido que sirvi¨® en las Administraciones de Reagan y Bush padre. Tras seis a?os como senadora, ha perdido su esca?o por Carolina del Norte, que en el pasado fue tradicionalmente republicano y que ayer, seg¨²n las cadenas de televisi¨®n y despu¨¦s de un minucioso recuento de dos d¨ªas, fue a parar a los dem¨®cratas.
Los conservadores perdieron tambi¨¦n esca?os en Virginia, New Hampshire, Colorado, Nuevo M¨¦xico y Oreg¨®n. Adem¨¢s, se les han desvanecido 19 congresistas de la C¨¢mara de Representantes. Ayer, el n¨²mero dos del grupo conservador en esta c¨¢mara, Roy Blunt, de Misuri, anunci¨® que abandonar¨¢ su puesto a finales de a?o para dejar paso a un nuevo liderazgo.
Con movimientos como ¨¦ste, comienzan tambi¨¦n las luchas internas por el poder. El l¨ªder republicano en la C¨¢mara, John Boehner, de Ohio, ha anunciado que no tiene intenci¨®n de dimitir, pero la ¨²ltima palabra la tienen sus compa?eros, que se reunir¨¢n a mediados de mes para elegir una nueva jefatura. El representante Eric Cantor, de Virginia, ha anunciado ya que quiere su puesto.
Sin embargo, es probable que durante los meses que quedan de traves¨ªa del desierto, la cabeza m¨¢s visible del partido sea el moderado Mitch McConnell, senador por Kentucky desde hace cinco legislaturas y l¨ªder de la minor¨ªa republicana en el Senado. El martes por la noche, McConnell le tendi¨® una mano a Obama. "Tenemos la oportunidad de conseguir grandes logros conjuntos para la ciudadan¨ªa americana", dijo.
Sin embargo, tras la derrota, el n¨²cleo duro del partido no quiere temple ni moderaci¨®n. El tambi¨¦n senador Jim DeMint, de Carolina del Sur y uno de los pol¨ªticos m¨¢s conservadores de la c¨¢mara, ha anunciado que, a la hora de buscar un nuevo liderazgo, el grupo que ¨¦l representa no admitir¨¢ medias tintas. Tras saber de la victoria dem¨®crata, dijo: "Nuestro partido debe comenzar hoy mismo a admitir sus errores, luchar por sus convicciones y animar a otros conservadores a buscar nuevos puestos". La batalla por el poder ha comenzado.
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