Bush y Obama abren la transici¨®n
El presidente electo se re¨²ne hoy con su equipo econ¨®mico para analizar la crisis

Estados Unidos abri¨® ayer oficialmente su periodo de transici¨®n. El presidente George W. Bush dio la orden para que el Departamento de Justicia autorice al equipo de Barack Obama el acceso a los documentos y oficinas necesarios para gobernar la naci¨®n. El presidente electo, por su parte, nombr¨® al equipo que recopilar¨¢ los datos imprescindibles para estar listo desde el primer d¨ªa de gesti¨®n. Todo fluye con agilidad, pese a que ¨¦sta es una transici¨®n hist¨®rica, el paso de la noche al d¨ªa, el relevo del presidente m¨¢s impopular por la figura m¨¢s popular del pa¨ªs.
La larga tradici¨®n de transiciones pac¨ªficas es una de las piedras angulares del sistema pol¨ªtico estadounidense. El presidente saliente despeja el camino con lealtad y puntualidad mientras el entrante descansa unos d¨ªas de la fatiga de campa?a. Woodrow Wilson se pas¨® un mes en las Bermudas antes de asumir la presidencia en 1912.
La prioridad es el nombramiento del nuevo secretario del Tesoro
Obama no va a tener tanta suerte. Tiene previstas unas peque?as vacaciones en Hawai junto a su familia el mes que viene. Pero antes quiere dejar decididos los cargos m¨¢s relevantes de su equipo de Gobierno. Su equipo de transici¨®n est¨¢ integrado por John Podesta, que fue jefe de Gabinete de Bill Clinton y ha tenido un destacado papel en la elaboraci¨®n de ideas para la campa?a de Obama; Pete Rouse, el jefe de Gabinete del presidente electo en el Senado, y Valerie Jarrett, una de sus principales colaboradoras durante estos ¨²ltimos meses. Estar¨¢n asesorados por personas de confianza de Obama, como la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, y el ex secretario de Energ¨ªa Federico Pe?a.
George W. Bush, rodeado de su esposa y sus colaboradores, pronunci¨® ayer un discurso solemne en los jardines de la Casa Blanca para darle poderes a ese equipo y abrir formalmente la transici¨®n. Fue un discurso de despedida, en el que Bush llam¨® la atenci¨®n sobre cu¨¢nto hab¨ªa encanecido su pelo y el de algunos de los presentes durante estos ocho a?os. Pero aprovech¨® tambi¨¦n para advertir de que en los d¨ªas que quedan hasta el cambio de guardia, el 20 de enero, puede aumentar el peligro de una acci¨®n terrorista. "?Cu¨¢nto desear¨ªan los terroristas aprovechar este periodo para hacer da?o al pueblo estadounidense!", manifest¨®.
Sobre ese peligro y otros aspectos relativos a la seguridad fue informado ayer Obama por Mike McConnell, director nacional de Inteligencia, y otros altos funcionarios de las agencias de espionaje. La informaci¨®n transmitida, seg¨²n consta en el anuncio oficial, es exactamente la misma que se le suministra diariamente al presidente Bush cada ma?ana en reuniones que duran unos 45 minutos. Si mantiene esta tradici¨®n, que se remonta a muchos presidentes atr¨¢s, cuando est¨¦ en la Casa Blanca, ¨¦sa ser¨¢ la primera reuni¨®n que Obama tenga cada d¨ªa al amanecer. Ayer su encuentro con los responsables de la inteligencia se produjo en el lugar que creyeron m¨¢s seguro en todo Chicago, las oficinas del FBI.
Hoy el presidente electo se reunir¨¢ por primera vez con miembros de su equipo de asesores econ¨®micos, entre los que estar¨¢n las figuras que le han aconsejado en esa materia a lo largo de la campa?a. Dos de ellos, Lawrence Summers, que fue secretario del Tesoro con Clinton, y Timothy Geithner, que se ha ganado gran consideraci¨®n por su manejo de la reciente crisis financiera desde su posici¨®n de presidente de la Reserva Federal en Nueva York, son los nombres que m¨¢s suenan para la Secretar¨ªa del Tesoro. ?se es el puesto que Obama quiere ocupar primero, habida cuenta de la urgencia en tomar decisiones econ¨®micas.
Otros muchos nombres circulan, por supuesto, en estos momentos como posibles altos cargos. Algunos parecen veros¨ªmiles, otros han sido promocionados por ellos mismos. Pero ayer se confirm¨® un nombramiento de gran relevancia y que ofrece las primeras indicaciones sobre los prop¨®sitos del futuro presidente. Se trata de Rahm Emanuel como jefe de Gabinete de la Casa Blanca. Es un cargo de enorme influencia porque tiene acceso permanente al presidente y coordina los movimientos de todos los secretarios (ministros).
En algunas administraciones, su poder puede compararse al de un primer ministro en una democracia presidencial europea como la francesa. No siempre es as¨ª. Los jefes de Gabinete de Bush se han visto oscurecidos por la influencia todopoderosa del vicepresidente Dick Cheney. Pero quienes ocuparon esos cargos con Bill Clinton, como Podesta o Leon Panetta, tuvieron un papel de gran relevancia en aquella Administraci¨®n.
No parece Emanuel un hombre dispuesto a tener un paso gris por la Casa Blanca ni parece Joe Biden, el vicepresidente electo, alguien que pretenda repetir el inusual y desbordante protagonismo de Cheney.
El nombramiento de Emanuel, que se resisti¨® durante 24 horas por razones familiares, seguramente allanar¨¢ el camino para la ocupaci¨®n de otros puestos. Por orden de urgencia, despu¨¦s del Tesoro, se menciona el del secretario de Defensa, donde el nombre m¨¢s repetido hasta ahora ha sido el del actual ocupante, Robert Gates, aunque tambi¨¦n se citan algunos militares retirados, y el del secretario de Estado, puesto para el que los medios de comunicaci¨®n estadounidenses incluyen a un senador republicano de gran prestigio, Richard Lugar, y al anterior candidato presidencial dem¨®crata, John Kerry.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.