'Tuppersex' en la Casa Casares
La nieta del ex presidente republicano critica el uso que da a la casa de su abuelo el Ayuntamiento de A Coru?a
"Lo que un diccionario define como museo no es muy adecuado para hacer all¨ª seg¨²n qu¨¦ cosas. Esta es una sociedad plural y se puede hacer de todo, pero cada cosa en su lugar". Las quejas de Esther Varela Casares, la ¨²nica descendiente directa viva del que fue presidente de la II Rep¨²blica Santiago Casares Quiroga, se dirigen contra una sesi¨®n de tuppersex ("en la que puedes explorar las posibilidades que nos ofrecen los juguetes sexuales en el placer", seg¨²n el folleto de la Conceller¨ªa de Mocidade) en la que fue vivienda de su abuelo, recuperada y restaurada por el Ayuntamiento de A Coru?a.
"No he hablado de momento con nadie sobre el asunto, ni con el Ayuntamiento, porque yo no me quejo, rumio como las vacas", asegura esta mujer de 75 a?os, que conserva el sentido del humor que se atribu¨ªa a su abuelo. Esther Varela asisti¨® en abril de 2007 a la inauguraci¨®n de la Casa Museo de Casares Quiroga, de la que apenas recordaba nada porque ten¨ªa tres a?os cuando estuvo en ella por ¨²ltima vez. "Entonces el alcalde dijo que se consagraba a la memoria de mi abuelo", murmura. La descendiente de la mayor de las hijas del pol¨ªtico republicano asegura que se enter¨® del hecho el pasado martes "por unas amigas".
El Ateneo Republicano de Galicia insert¨® hace una semana en toda la prensa local un anuncio de media p¨¢gina en el que acusaba al BNG (que gestiona las ¨¢reas de Cultura, de las que depende la Casa de Casares Quiroga, y Mocidade, organizadora de la actividad cuestionada) de realizar actos que nada ten¨ªan que ver con la memoria de su primer propietario, a la vez que criticaban al alcalde, el socialista Javier Losada, por inacci¨®n. En la Casa Museo no queda mucho de Casares, porque la vivienda fue expoliada en julio de 1936, y lo que no fue quemado, fue directamente robado, seg¨²n reconoce su nieta: "Lo ¨²nico que qued¨® son cosas que figurar¨ªan en un trastero". En la planta baja hay una sala de exposiciones temporales, en la primera est¨¢ el museo y en la segunda, una sala para conferencias.
"La Casa Casares es un espacio abierto a todo aquello que tenga que ver con los valores de la libertad y la solidaridad. All¨ª organizaron exposiciones el Ateneo Republicano, la Comisi¨®n de la Memoria Hist¨®rica y la ¨²ltima, el homenaje que le hizo el PCG a los luchadores antifranquistas Seoane y Gayoso", afirma la concejala de Cultura, Mar¨ªa Xos¨¦ Bravo. "Una asociaci¨®n concreta no puede pretender monopolizar un edificio municipal de tres pisos, y en todos los museos del mundo se organizan todo tipo de actos. Adem¨¢s, contribuimos a difundir la figura de Casares, el n¨²mero de visitantes se ha duplicado este a?o", asegura la responsable de Mocidade, Ermitas Valencia. El pol¨¦mico tuppersex, una ¨²nica sesi¨®n de dos horas en horario nocturno, forma parte de una serie de 46 actividades para j¨®venes -desde los secretos del cubo de Rubik hasta los bailes latinos, los juegos malabares o los digitales- organizadas en 17 localizaciones en horario de tarde-noche con el patrocinio de la Direcci¨®n Xeral de Xuventude. Adem¨¢s de la discutida iniciaci¨®n a los gadgets sexuales, en la Casa de Casares se celebraron sesiones de conversaci¨®n en italiano y talleres de cortometrajes y documentales.
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