Alucinantes habitaciones en la huerta de los monjes
Un proyecto elegido por el MOMA para la exposici¨®n de arquitectura espa?ola le da a Alcal¨¢ de Henares un plus de contemporaneidad
De un d¨ªa para otro ha crecido en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad un enorme jard¨ªn semisubterr¨¢neo de estilo japon¨¦s, que no se ve desde la calle, y en el que se agazapan un centenar de habitaciones. En ¨¦l abundan las ca?as de bamb¨²; la madera y los ventanales de acero; los tonos neutros, ocres, blancos y negros en las superficies; las piedras y cortezas decorativas esparcidas por el suelo; las luces que suben y bajan, aumentan o disminuyen su intensidad, reguladas por el propio sol; los paneles en malla met¨¢lica que se corren, se abren y cierran, realzan u ocultan zonas de fachada...
De un d¨ªa para otro se ha fortalecido la l¨ªnea recta en la calle de los Colegios, que ya luc¨ªa en su urbanismo exterior, y se le ha instalado la curva dentro en forma de enormes caracolas de cristal transl¨²cido instaladas en una capilla recoleta de la que muy pocos sab¨ªamos no que hubiera existido, sino que siguiera siquiera con vida.
El antiguo convento colegio de los dominicos de Santo Tom¨¢s de Aquino, levantado aqu¨ª en el primer a?o del siglo XVII, donde todo lo dicho ha sucedido y que sufr¨ªa hasta hace nada de abandono, es ahora, gracias a la varita m¨¢gica de la arquitectura ¨²ltima y a la iniciativa de Paradores de Turismo, lo que siempre fue: cielo y tierra. Reposo, en lo alto; habitaci¨®n y restauraci¨®n, en lo bajo.
Es este edificio uno y m¨²ltiple, por su funci¨®n en momentos hist¨®ricos distintos. Fue convento, colegio menor universitario con imprenta propia y huerta monacal en el tiempo de su fundaci¨®n, en esta calle llamada de Colegios por los muchos que aqu¨ª abrieron durante los siglos XVI y XVII, cuando la moderna universidad concebida por el cardenal Cisneros vivi¨® su m¨¢ximo esplendor, aglutinando en las aulas de casi medio centenar de colegios a grandes literatos y gram¨¢ticos, a fil¨®sofos, m¨¦dicos y matem¨¢ticos; a hombres religiosos y terrenales: Ignacio de Loyola, Quevedo, Lope de Vega, Antonio de Nebrija, Tirso... Cobij¨® instituciones penitenciarias y tuvo soldados apostados en su tapia durante el siglo pasado. Y se convierte en posada y fonda ajardinada ahora.
Valor de marca
A punto de ser inaugurado (a finales de mes), este nuevo parador de cuatro estrellas dice su director, Pedro Soria, que ser¨¢ con seguridad "el de Madrid". Por lo mucho que va a impactar, movilizar, generar, tal como viene siendo habitual: "Paradores es ya marca y, cuando se construye uno de nuestros establecimientos en un lugar, pone en valor todo lo que hay alrededor, abren comercios, hoteles nuevos...". As¨ª ha sucedido, dice, en Lerma o en Ronda. Y el de Alcal¨¢ se convertir¨¢, "por su ubicaci¨®n, su entorno, por su edificio, en uno de los de high level, como los de Santiago de Compostela y Le¨®n", sigue, mientras ense?a la nueva criatura, a¨²n impecable, a¨²n no habitada, rinc¨®n tras rinc¨®n, estancia tras estancia, con entusiasmo. Cuatro a?os de obras y mucho empe?o de muchos han dado sus frutos. "M¨¢s ahora que andamos celebrando el 80 aniversario de la Red de Paradores", afirma.
Un jard¨ªn at¨ªpico de 3.000 metros, a un lado, y el hermoso claustro del XVI con restaurante, bar y 1.000 metros de salones comedores y de congresos del XXI, al otro. Es m¨²ltiple este edificio, como dec¨ªamos, tambi¨¦n en su estilo y su forma: la cl¨¢sica arquitectura renacentista alcala¨ªna, en ladrillo y mamposter¨ªa, y lo contempor¨¢neo, en hormig¨®n y metal, integrados: ladrillo mud¨¦jar y acero, unidos; madera y piedra, fusionados; patios y habitaciones, engarzados.
La pareja de arquitectos Mar¨ªa Jos¨¦ Aranguren y Jos¨¦ Gonz¨¢lez Gallegos, autores de este proyecto original¨ªsimo, que fue seleccionado y estuvo expuesto en la muestra de nueva arquitectura espa?ola en el MOMA neoyorquino en 2006, sab¨ªa que su idea ten¨ªa muchas posibilidades de convertirse en realidad: "Exist¨ªa una gran preocupaci¨®n de los responsables del Ayuntamiento y de Patrimonio por c¨®mo deb¨ªa ser el edificio que emergiera sobre el solar del antiguo colegio y c¨®mo dialogar¨ªa con los edificios hist¨®ricos colindantes. Nuestra propuesta hac¨ªa desaparecer la inevitable nueva edificaci¨®n hotelera al quedar oculta bajo el jard¨ªn de la huerta, tras la tapia que lo limita con la ciudad".
Como capas de una cebolla. Nada se ve fuera. Todo el jugo est¨¢ dentro. Y all¨ª, su objetivo siempre fue recuperar esa dualidad "de edificio claustral y el espacio ajardinado vinculado a ¨¦l". No habr¨¢ ya m¨¢s monjes cultivando, pero s¨ª viajeros paseando por el espacio abierto, "horizontal y verde" que crece sobre el propio techo de sus habitaciones.
Nov¨ªsimas tecnolog¨ªas
Los autores utilizan t¨¦rminos definitorios para explicar una obra que incorpora nov¨ªsimas tecnolog¨ªas en todo lo que tiene que ver con luces, tarjetas de acceso, redes...: "Operamos por superposici¨®n...; con injertos de nueva arquitectura...; es una intervenci¨®n de car¨¢cter optimista, en positivo, frente a la actitud preventiva de los expertos en restauraci¨®n; con voluntad de contemporaneidad...".
Lo importante a la hora de construir, aseguran, es el proceso de pensamiento, la componente de riesgo, asumir que no hay un modelo ¨²nico, que construir es siempre "una aventura personal". Y as¨ª: "Ante la presencia de un viejo edificio hay que crear una nueva atm¨®sfera, hay que re-presentar (volver a poner en presente) la antigua arquitectura con mecanismos y lenguajes de nuestra cultura contempor¨¢nea. No s¨®lo restaurar o rehabilitar, sino revitalizar", dicen.
Y revitalizado queda. Con su apertura se gana y ocupa uno de los espacios vac¨ªos en pleno centro de Alcal¨¢, a la espera de que comience la gran obra que supone la rehabilitaci¨®n de los 25.000 metros cuadrados de edificios de lo que hasta hace nada fueron cuarteles militares de la Plaza de San Diego, en la gran manzana situada enfrente mismo del convento de Santo Tom¨¢s. Su ejecuci¨®n (el plan fue presentado por la Universidad de Alcal¨¢ y el Ayuntamiento en junio, e incluye una gran biblioteca, residencia, auditorio, museo, jardines...) ser¨¢ el cierre de muchos a?os de recuperaci¨®n monumental.
Y la Red de Paradores, que va a llegar al centenar de establecimientos muy pronto y tiene en marcha la modernizaci¨®n de casi 20 de ellos, da un paso adelante en su propio concepto: ese sabor cl¨¢sico habitual, se dir¨ªa que con armadura medieval obligada, queda as¨ª redondeado; da una vuelta en espiral, tal y como el tiempo requiere.
Es m¨¢s, en este nuevo parador, la gastronom¨ªa actual y la, digamos, cervantina quedan bajo la misma direcci¨®n y manos (las de Jos¨¦ Valdearcos). Cruzas la calle y ah¨ª se encuentra la Hoster¨ªa del Estudiante, adosada a esa joya renacentista que es el Patio Triling¨¹e. La Hoster¨ªa es fonda de Paradores de Turismo cedida en los a?os treinta por la famosa Sociedad de Condue?os, una iniciativa popular que salv¨® en el siglo XIX muchos edificios universitarios de la ruina tras la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal y el traslado obligado de la universidad cisneriana a Madrid.
Volviendo al coraz¨®n: ning¨²n sitio mejor para apreciar el valor y ese "riesgo", del que hablaban los autores, de la obra realizada, que la que fuera capilla del convento. "Pensamos, quiz¨¢ de una forma un poco irreverente, que el valor simb¨®lico que la iglesia tiene en una comunidad religiosa conventual lo pueden tener ahora los espacios destinados al relax y la salud de los conjuntos hoteleros", siguen Aranguren & Gallegos.
As¨ª, de la antigua iglesia se han sacado dos. Arriba, una zona de ba?o, el spa. Abajo, otra de ocio: el sal¨®n y bar con salida directa a la calle. El espacio de la capilla ha sido dividida en su altura con un "forjado intermedio grueso", de forma tan contundente y radical como seguramente deben serlo ya las divergencias de opini¨®n de los complutenses sobre estas soluciones arquitect¨®nicas nuevas. Siempre es as¨ª. Ante cada edificio.
Del resultado final, en la parte baja, el bar, as¨ª como en la del restaurante, los arquitectos no se responsabilizan: "Estamos muy satisfechos con el resultado final del conjunto de la obra... Obedece a las intenciones trazadas y mantiene la coherencia deseada... Pero hay espacios que consideramos perdidos si no se reconsidera su decoraci¨®n y amueblamiento interior".
Burbujas tranquilizantes
Arriba es otra cosa. Enormes caracolas de cristal transl¨²cido en medio de la sala, que los autores definen como "gotas de agua o burbujas", ocultan las cabinas de masaje y ducha. El cub¨ªculo de ba?o se ha instalado en la zona del altar, bajo un cilindro gigante de luz cambiante azulada y rojiza que parece descender desde el mismo cielo. El ambiente de agua y sauna, h¨²medo, recogido, on¨ªrico, de oscuridad y silencio, remite a las muchas termas que existieron en la antigua Complutum romana primigenia; aqu¨¦lla que dio origen al gentilicio de esta ciudad y tanto la marc¨® como v¨ªa fundamental y cruce de caminos. O a los ba?os ¨¢rabes de la ¨¦poca del asentamiento y castillo ¨¢rabe a las orillas del r¨ªo Henares, cuando Alcal¨¢ fue musulmana, y que, de existir hoy, se alcanzar¨ªan en l¨ªnea recta desde esta calle misma donde nos encontramos. De entonces ha quedado para siempre el nombre de Alcal¨¢.
Capas y capas de la Historia. Como si este interior renovado y acu¨¢tico completara la ruta exterior. Pocas ciudades concentran tanto pasado en tan pocas calles. Aqu¨ª al lado, a dos pasos, se abre la plaza de Cervantes, que fue anta?o medieval, y del Mercado. A su lado, la de San Diego, con la imponente fachada tel¨®n realizada por el arquitecto castellano Gil de Onta?¨®n en 1553 para mostrar la grandeza de la instituci¨®n universitaria en su colegio mayor, el de San Ildefonso. Pegada a ella, su capilla hom¨®nima, que guarda el sepulcro de Cisneros. En la otra esquina, la calle de Libreros, tan activa y fundamental. Y m¨¢s abajo, la calle porticada, la Mayor, que conduce hasta la iglesia Magistral, convertida hoy en catedral.
Y hay mucho m¨¢s intramuros: el palacio arzobispal, la Casa de la Entrevista (all¨ª donde los Reyes Cat¨®licos atendieron a Col¨®n), los conventos infinitos, de la Imagen, de las Bernardas... Y vuelta atr¨¢s por la calle de los Escritorios, por los numerosos colegios cisnerianos que han recuperado en estos ¨²ltimos a?os su condici¨®n universitaria... Todo repleto de gentes del siglo XXI... Espirales de tiempo. Caracolas.
D¨®nde dormir: Hotel AC Alcal¨¢ de Henares
Gu¨ªa
Dormir
? Parador de Alcal¨¢ de Henares (918 88 03 30; www.parador.es). Colegios, 8. Inauguraci¨®n prevista para finales de noviembre. La habitaci¨®n doble, a partir de 120 euros.
Comer
? La Hoster¨ªa del Estudiante (918 77 04 26 / 918 88 03 30). Colegios, 3. Adem¨¢s del restaurante del recinto principal, el parador servir¨¢ aqu¨ª especialidades como las migas con torreznos y huevos fritos, las migas con chocolate y los entremeses cervantinos.
Visitas
? Universidad de Alcal¨¢ de Henares (www.uah.es; 918 85 64 87). Plaza de San Diego, s/n. De lunes a viernes hay seis visitas guiadas diarias (a las 11.00, 12.00, 13.00, 16.00, 17.00 y 18.00). Los s¨¢bados, domingos y festivos las hay cada media hora, de 11.00 a 14.00, y de 16.30 a 19.00. La tarifa b¨¢sica es de tres euros. La visita recorre el Colegio Mayor de San Ildefonso, la fachada de la Universidad, el patio de Santo Tom¨¢s, el patio Triling¨¹e, el Paraninfo y la capilla de San Ildefonso.
Informaci¨®n
? Oficinas de Turismo de Alcal¨¢ de Henares (www.turismoalcala.com; 918 89 26 94 / 918 81 06 34). Callejon de Santa Mar¨ªa, 1, y plaza de los Santos Ni?os, s/n.
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