Estertores musicales de los ochenta
Nuevas bandas resucitan la d¨¦cada, aunque el 'revival' muestra signos de fatiga
Cuando el grupo Fleetwood Mac edit¨® Tango in the night, una de las obras cumbre del pop de la d¨¦cada de los 80, Pip Brown ten¨ªa s¨®lo seis a?os y cantaba en una coral. Dos a?os antes, se estrenaba el filme Lady halc¨®n (Ladyhawke), con Matthew Broderick, Rutger Hauer y Michelle Pfeiffer.
Salto adelante de 23 a?os: Brown se presentaba como cantante y compositora con el nombre de Ladyhawke y un hom¨®nimo largo de debut con un sonido heredado de la ¨¦poca m¨¢s sint¨¦tica y excesiva de los siempre reivindicables Fleetwood Mac. "Antes estuve en mogoll¨®n de bandas, casi todas grunge, hasta que descubr¨ª que la m¨²sica de la d¨¦cada de los 80 era mucho m¨¢s divertida e interesante. Creo que mucha gente conecta con ese elemento nost¨¢lgico", comenta a trav¨¦s de la l¨ªnea telef¨®nica esta neozelandesa afincada en Londres. "Me cri¨¦ en una granja de cerdos y lo m¨¢s cerca que estuve del pop fue un estuche de las Spice Girls". En su l¨ªnea est¨¢n los mancunianos The Ting Tings, otro fen¨®meno de estos ¨²ltimos coletazos de la resurrecci¨®n de los ochenta que presidi¨® la era de la desregulaci¨®n. "Estuve en bandas inspiradas en las Spice hasta que un d¨ªa alguien me dej¨® un disco de Talking Heads", recuerda la cantante de este combo que ha sido n¨²mero uno en el Reino Unido con su versi¨®n minimalista y fotologera de los ochenta m¨¢s saltarines.
Se impone la revisi¨®n de la parte m¨¢s comercial del decenio
Una de las principales explicaciones del ¨¦xito del revival del lado m¨¢s radiable de la d¨¦cada de los 80 ha sido la capacidad de las nuevas generaciones para extirpar de la ecuaci¨®n tanto al p¨²blico que podr¨ªa recordar vagamente algo de lo que se recuperaba, como a los artistas supuestamente reivindicados. Salvo honrosas excepciones, ha sido un renacer positivo, algo que s¨®lo se puede permitir alguien que no lo hubiera vivido en primera persona. "S¨¦ que puede parecer un poco artificial que mi m¨²sica recuerde a aquella d¨¦cada, pero es que es la m¨²sica y el tiempo que m¨¢s me gusta. Soy fan de los videojuegos, pero no de cosas modernas, sino de SuperMario", recuerda Ladyhawke.
"Desde que empec¨¦ en 2001 me dicen que mi voz suena igual que la de Robert Smith, de The Cure. Ya cuando comenzamos a colgar maquetas en Internet, nos comentaron que son¨¢bamos igual a decenas de bandas que jam¨¢s hemos escuchado. Casi todas de los 80", seg¨²n Reggie Youngblood, l¨ªder de la banda de Florida Black Kids, otro exponente de esta oleada final de bandas atrapadas en la d¨¦cada del cubo de Rubik y que arrasa en la red con su disco de debut Partie traumatic.
Los indicadores macroecon¨®micos y el cansancio ante tanta felicidad indican que nos encontramos ante el canto del cisne de un resurgir en colores fl¨²or que ha emparentado a las dos d¨¦cadas ep¨ªtomes del capitalismo m¨¢s bestia. Nada pasa por casualidad y los 80 no son m¨¢s que un estado mental.
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