"He aprendido a cuidarme de los pol¨ªticos"

En estos d¨ªas de fragor medi¨¢tico y bronca creciente, Miquel Barcel¨® se encuentra en Ginebra. Da los ¨²ltimos retoques al fresco de 1.400 metros cuadrados que, a modo de una "met¨¢fora del mar, la cueva y la multilateralidad", adorna la remodelada sala de Derechos Humanos de la sede de la ONU. Han sido dos a?os de trabajo al frente de un equipo de 30 personas y un coste de 20 millones de euros. En esa cuant¨ªa se incluye una partida de 500.000 euros con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo, origen de una pol¨¦mica que lleg¨® el mi¨¦rcoles hasta el debate de los Presupuestos en el Congreso de los Diputados. El martes pr¨®ximo Barcel¨® inaugurar¨¢ su gran obra, si "la huelga de trenes que hay anunciada" no le "deja tirado en Par¨ªs" y en presencia del presidente del Gobierno, los Reyes y Miguel ?ngel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores.

"Lo peor de todo es que me hayan comparado con Miguel ?ngel"

"Hubo un momento en que dije: un artista tiene derecho a fracasar"

"Mi pintura es multilateral. En cada metro se aprecia"

"Ha sido m¨¢s dif¨ªcil pintar los 1.400 metros que aguantar la bronca"

Pregunta. ?C¨®mo ha vivido la bronca?

Respuesta. Todo lo al margen que pod¨ªa. Ya en la presentaci¨®n con el ministro supe que me iban a llover las preguntas de algo que no me ata?e. No soy yo la persona que tiene que decir esas cosas. Aunque lo peor de todo esto es que me hayan comparado con Miguel ?ngel con lo de la Capilla Sixtina del siglo XXI. ?Por favor! ?Un poco de verg¨¹enza! Le¨ª en una ocasi¨®n que dijo que nunca hab¨ªa podido hacer una gran obra. ?Miguel ?ngel! Lo de la Capilla Sixtina lo consideraba una cosa hecha en un s¨®tano con un suelo h¨²medo y mohoso.

P. ?Dir¨ªa que el resultado ha salido caro?

R. Yo ni siquiera s¨¦ decirte si los gastos son muchos o pocos. No es asunto m¨ªo. Simplemente. Hay muchos gastos aparte de la intervenci¨®n art¨ªstica. Es una remodelaci¨®n muy compleja. La c¨²pula es una peque?a parte, el resto son pantallas de plasma y cosas de ¨¦sas, y se ha tendido a identificar el todo, la sala, con la parte, la c¨²pula.

P. ?Le ha sorprendido la pol¨¦mica?

R. Me parece hasta normal. Es una cosa pol¨ªtica y como un arma pol¨ªtica se ha usado. Es parte del juego.

P. ?Volver¨ªa a embarcarse en algo as¨ª, visto lo visto?

R. No lo s¨¦. Depende. Lo que seguro no har¨¦ es una c¨²pula bis. Ir haciendo c¨²pulas por todo el mundo no es mi estilo. Y mira que ya me lo han ofrecido.

P. ?A qu¨¦ achaca tanto ruido?

R. Creo que no se han explicado las cosas bien desde el principio. Los cuchillos est¨¢n en el aire, pero parece que la cosa se est¨¢ calmando.

P. ?Se siente dolido?

R. Tampoco le he dado muchas vueltas. El problema es que he estado en M¨¢laga y por ah¨ª y me ha pillado en medio, ante los periodistas. Me he pasado toda la semana pregunt¨¢ndome por qu¨¦ demonios no me habr¨ªa quedado en el taller.

P. ?Qu¨¦ ha aprendido?

R. A cuidarme de la clase pol¨ªtica y quedarme m¨¢s en el taller.

P. ?Ha llegado a odiar un trabajo que ha hecho a muchos pensar que a Barcel¨® se le paga con dinero destinado a los pobres?

R. No, no hay para tanto. Ha sido mucho m¨¢s dif¨ªcil llenar esos 1.400 metros cuadrados que aguantar la bronca.

P. ?Por qu¨¦ se empe?a en no desvelar su sueldo? ?No cree que se acabar¨¢ sabiendo y resulta mejor controlar el modo en comunicar una informaci¨®n?

R. No es un asunto m¨ªo, que lo den los que lo tengan que dar si quieren. Supongo que eso da morbo, ?no?

P. ?Ha compensado el trabajo?

R. Fue dif¨ªcil, muy dif¨ªcil porque no hab¨ªa calibrado bien la dimensi¨®n. Cuando empec¨¦, estaba trabajando como para llenar 500 o 600 metros cuadrados. Par¨¦ y tuve que hacer el mismo trabajo de la serpiente que tiene que digerir una ternera. Asimilar la dimensi¨®n de la c¨²pula y ampliar todos mis gestos. Fue una reinvenci¨®n radical rotunda.

P. ?Pens¨® en mandarlo todo al carajo?

R. Claro. En enero o febrero hasta lo verbalic¨¦.

P. ?Qu¨¦ cara le pusieron los responsables de la fundaci¨®n Onuart, que est¨¢ detr¨¢s del proyecto?

R. Ni me fij¨¦. Les dije: "Un artista tiene derecho a fracasar". No me presionaron.

P. ?Le satisface el resultado, entonces?

R. Ha sido muy largo y laborioso. Cuando todo empez¨®, dud¨¦ mucho en meterme. Parec¨ªa t¨¦cnicamente largo y horrorosamente t¨¦cnico. El edificio, adem¨¢s, me echaba para atr¨¢s. Me daba bastante grima. Luego pens¨¦ que nunca tendr¨ªa una oportunidad mejor para pintar algo tan grande. Quiz¨¢ porque en su d¨ªa se present¨® al concurso Le Corbusier y al final le dieron el edificio a otro. Es como un decorado de James Bond. Y mi fresco, un platillo volante dentro de otro platillo volante. Supongo que algo as¨ª no puedes hacerlo ahora mismo m¨¢s que en los Emiratos. Y Ginebra est¨¢ bastante en el centro de Europa. Luego est¨¢ el sitio, que es bastante de ciencia-ficci¨®n borgiana. Un lugar de encuentro de las naciones. Es un poco Philip K. Dick.

P. ?Y el multilateralismo? ?Tambi¨¦n le da grima?

R. En absoluto. Piense que mi pintura es multilateral. En cada metro se aprecia eso clar¨ªsimamente. Como el caos.

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