F¨®rmulas de resistencia musical
Discogr¨¢ficas independientes se sobreponen con diferentes filosof¨ªas a la crisis de la industria del disco
La era Internet ha puesto patas arriba la industria discogr¨¢fica. Y el sector, en medio de un ingente desconcierto por la p¨¦rdida de valor econ¨®mico de la m¨²sica en su formato f¨ªsico, busca alternativas con las que sobrevivir. Un tsunami al que, obviamente, no son ajenas las peque?as discogr¨¢ficas independientes que, en el caso de la Comunidad Valenciana, huyen de la quema con diferentes f¨®rmulas y filosof¨ªas. Y un rasgo en com¨²n: su concepci¨®n de la m¨²sica como un arte y no como una simple mercanc¨ªa.
Zebra Records, nacida al calor de los estudios Tabalet de Alboraia, es una de las discogr¨¢ficas indies m¨¢s veteranas y puede presumir de un lustroso cat¨¢logo con el escoc¨¦s Nice Man y algunos de los artistas valencianos emergentes de la escena independiente, caso de Siwel o Euro-trash girl. Pero, como explica su responsable, Vicente Mart¨ªnez, ex vocalista de Big Score, no pueden "luchar contra la falta de respeto por la m¨²sica y la concepci¨®n de que es gratis", algo de que lo que responsabiliza a la propia industria y a la falta de sensibilidad gubernamental "hacia un arte, como el pop y el rock, que es un patrimonio cultural". "No se hace nada por frenar las descargas ilegales y eso hace que la industria sea deficitaria", concluye.
"Hemos sobrevivido a base de insistir y de tener muchos grifos abiertos"
"Ahora trabajamos tres veces m¨¢s y ganamos tres veces menos"
Ante este panorama, Zebra se plante¨® en 2003 cambiar el modelo empresarial para funcionar como editorial musical, un planteamiento global en el que se gestionan los derechos, el asesoramiento y el management de los artistas, y se busca introducir su m¨²sica en formatos como la publicidad o el cine. Polar o Manolo Taranc¨®n est¨¢n en su n¨®mina. "As¨ª nos va mucho mejor. Tenemos paralizada la edici¨®n de discos, aunque no descartamos que si un d¨ªa aparece alguien que nos interese mucho le publiquemos", matiza.
Hall of Fame es una discogr¨¢fica con sede en Utiel. Su propio responsable, Luis Gonz¨¢lez, m¨¢s conocido por su alias art¨ªstico de Caballero Reynaldo, la define como "bastante at¨ªpica". "Somos una empresa familiar. Yo soy artista y todo lo que se sale de la creaci¨®n se nos da muy mal, tenemos una pereza innata a mover esto con car¨¢cter profesional", afirma sobre una filosof¨ªa que reconoce como "la pescadilla que se muerde la cola". "Nosotros hemos sobrevivido a base de insistir e insistir y tener muchos grifos abiertos", alega, y pone como ejemplo la decena de discos editados en homenaje a Frank Zappa. "As¨ª hemos hecho muchos clientes que luego compran otros discos de nuestro cat¨¢logo", en el que figuran artistas relevantes como Malcom Scarpa, el propio Caballero Reynaldo o Se?or Mostaza, su banda "m¨¢s comercial", dice Gonz¨¢lez. Y a?ade: "Llevo a?os intentando que fichen por una multinacional, pero les editamos nosotros porque, tal y como est¨¢ el negocio, se ofrecen condiciones muy malas y como artista buscas que se interesen por ti. Con Internet hay un miedo terrible, pero nos da un poco igual: queremos editar discos bien acabados y ya est¨¢".
"Estamos un poco locos". Jorge Llabr¨¦s, uno de los socios de la ¨²ltima discogr¨¢fica en llegar, Absolute Beginners, de orientaci¨®n indie, no encuentra otra forma de definir un proyecto, creado en febrero de 2008, en plena crisis del disco. "Es el peor tiempo posible, pero somos unos fan¨¢ticos de la m¨²sica y era ahora o nunca", explica. Junto a su socio, Crist¨®bal Jim¨¦nez, y Jes¨²s de Santos, cantante de Polar, arrancaron editando a grupos suecos del prestigioso sello West Side Fabrication, y ahora trabajan por ampliar el cat¨¢logo con grupos valencianos y del resto del estado. Con un planteamiento "profesional" y sabiendo que "las ventas de discos son ruinosas", y que como sello independiente tienen que hacer "un mont¨®n de cosas anexas, como el management". "Los artistas han de ser conscientes de que se ha de trabajar de forma global para poder sobrevivir", explica en referencia a un modelo empresarial similar al aplicado por Zebra. "Somos una empresa diminuta, con pocos recursos, pero queremos hacer las cosas bien, que la gente est¨¦ contenta. Y como sello valenciano, nos parece l¨®gico preocuparnos de los grupos de aqu¨ª. Ojal¨¢ el a?o que viene podamos tener a los nuevos Lori Meyers", sue?a Llabr¨¦s en voz alta.
"Ahora trabajamos tres veces m¨¢s y ganamos tres veces menos", resume Emilio Gerique, antiguo cantante de Insania y director de Maldito Records, sello dedicado al punk, rock y metal m¨¢s combativos. "Todo el tema est¨¢ muy feo y el CD f¨ªsico est¨¢ moribundo, pero en nuestra parcela de m¨²sica estamos bien situados", aclara, y pone como muestra un cat¨¢logo con referencias como Lujuria, El ¨²ltimo ke cierre o Gatillazo, el nuevo proyecto de Evaristo (ex de La Polla Records). Junto a ellos, un extenso cat¨¢logo de grupos -"somos una de las tres independientes con mayor cat¨¢logo de Espa?a", acota Gerique-, con licencias de Uruguay, Europa y Estados Unidos. Y dos subsellos: Maldito Digital, que s¨®lo edita CD f¨ªsicos para vender en los conciertos, y Producciones Maldito, una forma de poner a disposici¨®n de los nuevos grupos medios para que autoediten. O, como lo define Gerique, "autoedici¨®n con cari?o", y la posibilidad de incorporaci¨®n al sello principal. Una estructuraci¨®n muy pensada, pero que no olvida lo principal: "Tenemos afinidad con los grupos porque somos artistas. Este negocio, sin el romanticismo de la m¨²sica, es muy complicado". "Esto no es la Ford", remata con convicci¨®n.
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