Qu¨¦ piensa China
Las grandes zonas desarrolladas del mundo entran en recesi¨®n, seg¨²n los datos de la OCDE (Estados Unidos, -0,9% en 2009; zona euro, -0,5%; Jap¨®n, -0,1%). Pero hay otra realidad, la de los pa¨ªses emergentes. A estas alturas ya se sabe que el famoso decoupling (su desvinculaci¨®n de la crisis econ¨®mica) fue un piadoso deseo y que tambi¨¦n sufrir¨¢n el efecto contagio.
Entre estos ¨²ltimos destaca China. En un libro publicado hace poco (?Qu¨¦ piensa China?, editorial Icaria / Pol¨ªtica Exterior), su autor, Mark Leonard, expresa algo que todos intuimos: que China ha dejado de ser otro m¨¢s de los grandes pa¨ªses en desarrollo, como India o Brasil, y se est¨¢ convirtiendo en algo nuevo: unos Estados Unidos en miniatura. Sin comprender a China ser¨¢ imposible entender la pol¨ªtica mundial.
El gigante necesita crecer al menos un 10% anual para mantener la creaci¨®n de empleo y no sufrir una crisis social
Hace unos d¨ªas, el FMI actualiz¨® sus pron¨®sticos sobre el crecimiento. Para China prev¨¦ un incremento del 9,7% en el a?o en curso, y tan s¨®lo un 8,5% en 2009. Aparentemente son porcentajes susceptibles de generar envidia en casi todas las partes del planeta, pero esconden un problema de primera magnitud para el gigante asi¨¢tico: por su modelo de desarrollo (el comunismo de mercado), China necesita al menos un crecimiento del 10% anual si pretende mantener el ritmo de creaci¨®n de empleos para absorber a los j¨®venes que se incorporan al mercado de trabajo y a los agricultores que abandonan el campo y emigran a las ciudades (casi 40 millones de empleos anuales, seg¨²n algunos analistas). Una entidad privada como el Credit Suisse rebajaba los pron¨®sticos del FMI a un crecimiento del 5,8% en el ¨²ltimo trimestre del a?o, y del 7,2% para el siguiente ejercicio.
La econom¨ªa china ha disminuido su ritmo de crecimiento porque una buena parte del mismo est¨¢ basado en las exportaciones, y el mundo desarrollado ha dejado de comprar como antes. Para sustituir el efecto del comercio internacional, el Gobierno chino acaba de hacer p¨²blico un plan de impulso de la econom¨ªa basado en la inversi¨®n p¨²blica y el aumento de la demanda interna: 485.000 millones de euros (cantidad muy parecida al plan Paulson de rescate financiero en Estados Unidos) en tres grandes cap¨ªtulos: inversiones en infraestructuras y transportes, flexibilizaci¨®n de las restricciones crediticias a las empresas y reforma del impuesto sobre el valor a?adido. Todas las armas para resolver un problema.
No es gratuito plantear la comparaci¨®n con Estados Unidos. En el libro citado, Leonard dice que un creciente n¨²mero de analistas chinos cree que desde que su pa¨ªs emergi¨® del caos de la Revoluci¨®n Cultural ha reemplazado la sombra del mao¨ªsmo por otra filosof¨ªa fundamentalista: el culto a Estados Unidos. Y cita a uno de ellos: "El sue?o americano es el ideal m¨¢s elevado para la joven generaci¨®n que creci¨® tras las reformas. Todo en Estados Unidos, incluido su pueblo, sus instituciones, su econom¨ªa y su cultura, es tan perfecto que la luna americana se ha hecho m¨¢s redonda que la china".
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