Licencias radiof¨®nicas con 'nihil obstat'

Por primera vez en Espa?a, un organismo regulador que se proclama independiente del poder Ejecutivo -el Consejo del Audiovisual de Catalu?a (CAC)- se ha encargado de adjudicar, mediante concurso, un no despreciable paquete de 83 emisoras de FM. La resoluci¨®n, dada a conocer el 7 de noviembre, ha levantado ampollas entre algunas empresas privadas, que han amenazado con una ola de recursos administrativos al acusar al organismo de falta de "equidad". En esta pol¨¦mica no es ajena la composici¨®n del CAC, integrado por 10 miembros, siete de los cuales son ex parlamentarios de la C¨¢mara catalana, un octavo ocup¨® la direcci¨®n general de Medios Audiovisuales con el tripartito y adem¨¢s fue director de una de las radios favorecidas, y s¨®lo dos son periodistas. Su sueldo es de 130.000 euros brutos al a?o.

A estos precedentes, que seg¨²n algunos consejeros empa?an la independencia del CAC, hay que a?adir que el presidente, Josep Maria Carbonell, y el secretario, Santiago Ramentol, est¨¢n estrechamente ligados a uno de los principales beneficiarios, la jerarqu¨ªa cat¨®lica, a trav¨¦s de R¨¤dio Estel, la emisora que quiere contrarrestar a la Cope en Catalu?a.

Carbonell, quien m¨¢s all¨¢ de su adscripci¨®n ideol¨®gica al PSC mantiene una postura pr¨®xima a la c¨²pula episcopal, pertenece a dos fundaciones del Arzobispado de Barcelona, que ha acusado a la cadena de los obispos de la considerable mengua de donativos a la Iglesia en Catalu?a. Una de esas fundaciones la preside el ec¨®nomo del Arzobispado. Y Santiago Ramentol ha dirigido R¨¤dio Estel, que ha obtenido el nihil obstat [autorizaci¨®n eclesial para la publicaci¨®n de textos] para siete frecuencias. El EGM le otorga 8.000 oyentes. La Abad¨ªa de Montserrat ha conseguido otra licencia.

M¨¢s all¨¢ de estas afinidades, el sensible proceso de adjudicaci¨®n aparece te?ido de claroscuros. Carbonell, que presidi¨® la mesa de contrataci¨®n, fren¨® cualquier debate del plenario del CAC y estableci¨® una pauta de discusi¨®n restringida a tres consejeros como interlocutores, entre ellos, ¨¦l mismo y Ramentol. Unas precauciones que justific¨® para evitar filtraciones a la prensa. As¨ª, el plenario s¨®lo pudo ratificar la decisi¨®n adoptada por la mesa de contrataci¨®n sin corregir nada. Unas horas antes de esa reuni¨®n, personal del CAC descubri¨® un micr¨®fono oculto en la sala.

Dos de los consejeros, militantes de Converg¨¨ncia, se abstuvieron en la votaci¨®n. Uno de ellos, Joan Pont, emiti¨® un voto particular. Seg¨²n los consejeros consultados, Pont y Ramentol cuestionaron la falta de debate, pues el 10% de los puntos de valoraci¨®n de cada proyecto depend¨ªa exclusivamente de la opini¨®n de los miembros del CAC.

No son ¨¦stas las ¨²nicas pol¨¦micas. La cadena SER (propiedad de Prisa, editor de EL PA?S) perdi¨® una frecuencia en Lleida que el CAC adjudic¨® a una empresa inmobiliaria. Grupo Simalro cambi¨® su objeto social dos d¨ªas antes del l¨ªmite de presentaci¨®n de ofertas. El grupo Zeta, editor de El Peri¨®dico de Catalunya, concurri¨® a las 83 frecuencias. No obtuvo ninguna. Al igual que Punto Radio. Onda Cero -del grupo Planeta- sali¨® beneficiada, al obtener cinco frecuencias nuevas. El CAC se defiende -su presidente comparecer¨¢ el mi¨¦rcoles en el Parlament y ha declinado hablar con este peri¨®dico- argumentando que en 2003 las 83 frecuencias se repartieron sin concurso y mediante un acuerdo entre la Generalitat, presidida entonces por CiU, y la Asociaci¨®n de Radios de Catalu?a. Un reparto no recurrible.