Mucha suerte para poco trabajo

La victoria es el fruto del trabajo. La suerte se busca. Y el Sevilla ech¨® ayer por tierra con un par de plumazos esos dos t¨®picos que por muy manidos, no dejan de tener cierto sustento. Poco se esforz¨® el cuadro de Manolo Jim¨¦nez. Y sin embargo, con dos golpes de efecto en los minutos finales de cada parte, se llev¨® el premio de la pedrea sin haber apostado un c¨¦ntimo. Cosas del azar, que ayer le neg¨® cualquier beneficio al Getafe, pese a que el conjunto de V¨ªctor Mu?oz acumul¨® una ocasi¨®n tras otra. Incluyendo un penalti desperdiciado por Granero.

Discurr¨ªa el encuentro lento, sosegado y descafeinado. Todo un remedio para los insomnes. Hasta que Licht y Gavil¨¢n despojaron del disfraz a Mosquera. Todo lo que pudo hacer bien el lateral derecho, lo hizo mal. Y lo que era susceptible de hacer mal, lo hizo peor. El colombiano se pas¨® de frenada en el ¨¢rea cuando iba a despejar un centro y arroll¨® a Gavil¨¢n. Granero acomod¨® el bal¨®n en el punto de penalti, pero su disparo, seco y al centro, lo detuvo Palop. Los locales desplegaron las alas y sobrevolaron con insistencia el nido del meta sevillista. Casquero se multiplic¨® por tres, con la aquiescencia de Maresca y Fazio.

El doble pivote que dispuso Jim¨¦nez hubiera necesitado ayer dos horas de cocci¨®n. Tal y como est¨¢ el horno, el juego del Sevilla recae ahora en Romaric, escorado ayer en la izquierda. All¨ª naci¨® el primer gol. Luis Fabiano le tom¨® la matr¨ªcula a Belenguer en una diagonal del marfile?o, y bati¨® al Pato Abbondanzieri. Bingo.

El Getafe continu¨® probando fortuna tras el descanso. Pero estaba negado frente a la porter¨ªa de Palop. Justo al rev¨¦s que el Sevilla. Con el partido pr¨¢cticamente finiquitado, De Mul encar¨® solo al Pato y cerr¨® el encuentro. Ayer, la suerte le fue esquiva al Getafe y sonri¨®, en exceso, al Sevilla.