N¨¦lida Pi?on: "Arist¨®teles y Pel¨¦ son comparables"

Tiene los ojos peque?¨ªsimos, pero le brillan tanto que su mirada es amplia. Ampl¨ªsima. Como ampl¨ªsima es su ansia de saber. "Tengo una curiosidad insaciable porque me da gran gusto y tengo un gran apetito por la vida", dice. N¨¦lida Pi?on (R¨ªo de Janeiro, 1937) tiene por lo menos cuatro proyectos entre ceja y ceja. Como siempre, atraviesan con fluidez los umbrales de la novela, el ensayo, la memoria y la cr¨®nica. Los lleva simult¨¢neamente. Igual un d¨ªa irrumpe con una reflexi¨®n, que completa una p¨¢gina de su novela, que escribe un ensayo sobre literatura o toma notas sobre su perrito chiguagua.

La autora de La rep¨²blica de los sue?os (1984) ha venido a Madrid de la mano de un venerado maestro griego, de qui¨¦n se confiesa aprendiz reincidente y en honor de qui¨¦n ha bautizado su ¨²ltimo libro Aprendiz de Homero (Alfaguara).

Palabra y moral

El libro re¨²ne 24 ensayos en los que Pi?on cabalga a gusto por las piezas de la literatura que le han cautivado y por los recovecos de la humanidad que le seducen y echan a volar su mente. Lo hace con la tranquilidad que le da el filtro y la capacidad de su memoria. "Todo est¨¢ en mi cabeza. No apunto nada, no quiero ser prisionera de fichas. Soy prisionera de la memoria. Y mi memoria es un filtro que va eligiendo y expulsando. Pero lo que me fascina es establecer analog¨ªas. La analog¨ªa tiene una vocaci¨®n po¨¦tica y me hace creer que soy muy audaz", -r¨ªe con sonrojo-, "soy capaz de comparar a Arist¨®teles con Pel¨¦ y establecer un juego que les acerca". Afirma con vehemencia que "cuando se elige una palabra, se elige una moral".

En esta clase magistral de literatura convertida en libro, la Premio Pr¨ªncipe de Asturias 2005 intenta rastrear los instantes constitutivos de la civilizaci¨®n, a trav¨¦s de los libros y sus autores, "es como si la historia reverberase", explica, "creo en lo moderno, en la evoluci¨®n, pero tambi¨¦n s¨¦ que la tradici¨®n literaria nos ense?a todo. No creo que exista una gran literatura sin tradici¨®n. Uno no puede tener la pretensi¨®n de ser inaugural. Los j¨®venes creen que est¨¢n conociendo el amor por primera vez. ?Pero el amor es antiguo! Todo es antiguo. S¨®lo va ganando trajes distintos, pero la tradici¨®n garantiza la herencia, la transmisi¨®n del conocimiento a los otros. Cuando obtienes eso entonces te vuelves moderno".