"Dur?o Barroso es tan d¨¦bil que ser¨¢ premiado con otro mandato"
Sin Constituci¨®n, sin Tratado de Lisboa, con una Comisi¨®n especialmente d¨¦bil y rodeada por potencias que surgen y otras que saben reinventarse, Europa se enfrenta al inminente riesgo de convertirse en una realidad marginal y sin capacidad de influencia. As¨ª opina Joschka Fischer (Gerabronn, 1948), ministro de Exteriores alem¨¢n entre 1998 y 2005 y ex l¨ªder de Los Verdes.
"El panorama es sombr¨ªo. Europa est¨¢ en malas condiciones y si no da un empuj¨®n hacia adelante, hacia una mayor unidad, acabar¨¢ sentada en un rinc¨®n de la mesa. Por eso me preocupa una Comisi¨®n Europea tan d¨¦bil como ¨¦sta. Su presidente [Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso] es el m¨¢s d¨¦bil. Desafortunadamente, su debilidad ser¨¢ premiada con otro mandato", dice Fischer, que es copresidente del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, en una entrevista concedida ayer en Madrid, ciudad a la que viaj¨® para impartir la Conferencia Anual Francisco Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez.
"La ampliaci¨®n de la OTAN y el escudo son pol¨ªticas de EE UU, Kosovo no"
"En Afganist¨¢n, antes de hablar de m¨¢s tropas, se necesita otro proceso pol¨ªtico"
Pregunta. En las tempestades se ve la solidez de los barcos, capitanes y marineros. ?C¨®mo ve la UE en el medio de la tormenta financiera? Y, especialmente: ?C¨®mo ve la Comisi¨®n Europea?
Respuesta. En primer lugar, hay que hacer referencia al euro. No entiendo por qu¨¦ los l¨ªderes europeos no son m¨¢s agresivos en subrayar ante las opiniones p¨²blicas la importancia del euro y del Banco Central. ?D¨®nde estar¨ªamos ahora sin ellos? ?ste es el mayor bien que tenemos y es el momento de convencer a los europeos de qu¨¦ es la UE: nuestra fuerza, nuestra protecci¨®n, nuestro inter¨¦s, nuestra voz com¨²n en el mundo de ma?ana. Lo que vimos el s¨¢bado en Washington es algo hist¨®rico. El G-8 es el pasado. El G-20 ser¨¢ el futuro. Nuestro futuro es Europa, pero Europa est¨¢ en malas condiciones. Hemos perdido la Constituci¨®n. El Tratado de Lisboa est¨¢ en el limbo. EE UU ha votado por el futuro, sabe reinventarse en sus peores crisis. Europa est¨¢ en el camino contrario.
Estamos cada vez m¨¢s metidos en un pensamiento de car¨¢cter nacional. Y la Comisi¨®n es muy d¨¦bil. Su presidente es el m¨¢s d¨¦bil. Y su debilidad ser¨¢ premiada con otro mandato. Es preocupante, porque el mundo est¨¢ cambiando muy r¨¢pido. Es un momento en el que o Europa est¨¢ lista para jugar, o la vieja Europa, dividida y d¨¦bil, se quedar¨¢ como un lugar agradable para vivir o visitar, pero sin verdadera influencia en el mundo de ma?ana.
P. Dividida aparece Europa tambi¨¦n de cara a la relaci¨®n con Rusia, sobre todo tras la crisis georgiana. Por un lado, los defensores de una actitud dura, por otro, los partidarios de una l¨ªnea m¨¢s suave y dialogante.
R. Siempre tendremos intereses distintos. En EE UU tambi¨¦n hay impulsos distintos, pero al final tienen una sola voz. Alemania, Italia, pero tambi¨¦n Francia y Reino Unido tienen intereses fuertes en Rusia. Pero est¨¢ claro que no pod¨ªamos aceptar que Rusia volviera a una din¨¢mica imperialista. [El presidente de Georgia, Mija¨ªl] Saakashvili dio a Putin una oportunidad de oro. Antes, Sarkozy y Merkel hicieron bien en bloquear la adhesi¨®n de Georgia a la OTAN. No estaba madura. De cara al futuro la mejor respuesta al desaf¨ªo ruso es la formaci¨®n de un mercado del gas europeo completamente integrado. Y el desarrollo de un foro de pol¨ªtica energ¨¦tica. Tenemos intereses comunes. As¨ª Rusia ya no podr¨¢ jugar al divide et impera.
P. Independencia de Kosovo. Ampliaci¨®n de la OTAN. Escudo antimisiles. Cree usted...
R. [Interrumpe] Kosovo es diferente. Conozco la posici¨®n espa?ola. Pero Kosovo es otra cosa, no lo mezclar¨ªa con el escudo, etc¨¦tera.
P. Todas han sido percibidas como provocaciones por Rusia.
R. No. No. Kosovo no ha sido una provocaci¨®n. Kosovo es el resultado de lo que hizo Milosevic.
P. ?Y el escudo y la ampliaci¨®n?
R. ?sas son pol¨ªticas estadounidenses. Pero Kosovo fue un amplio debate internacional, que dio una respuesta realista al problema. Rusia interpret¨® la independencia como una provocaci¨®n, de una manera miope, est¨²pida. Hay que ser claros: el escudo antimisiles tambi¨¦n es una pol¨ªtica miope.
P. Las sociedades europeas han acogido con entusiasmo la victoria de Barack Obama. Es probable que su Administraci¨®n pida a Europa un mayor esfuerzo en Afganist¨¢n. ?Cree que Gobiernos y sociedades europeas est¨¢n listos para implicarse m¨¢s?
R. No s¨¦ si est¨¢n listos, pero si no lo hacen los europeos ser¨ªan tachados de unilateralistas. Obama est¨¢ listo para una actitud multilateral. Pero eso significa analizar juntos, debatir juntos y... luchar juntos. El plan no puede ser: queremos ser escuchados, pero cuando se pone la cosa fea, llamemos a los primos americanos, para luego criticarlos. Los europeos deber¨ªan decir s¨ª a Obama, implicarse. Pero necesitamos una estrategia pol¨ªtica para ganar. Es todav¨ªa posible estabilizar el pa¨ªs y desarrollarlo. Pero antes de hablar de aumentos de tropas, necesitamos otro proceso pol¨ªtico.
P. Romano Prodi dijo una vez que, en el pasado, las crisis han ofrecido empujones fundamentales a la UE. ?Ser¨¢ as¨ª esta vez?
R. Esta vez ser¨¢ al contrario. Todo se est¨¢ cociendo entre Gobiernos. No hay nuevas ideas europeas. EE UU se mueve. Potencias emergentes son cada vez m¨¢s clave. Mientras, los Merkels, Browns, Berlusconis, Zapateros, se ven en los rincones de las cumbres. Eso dice mucho. O Europa se une m¨¢s ahora, de verdad, o nos sentaremos en las esquinas de las mesas.
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